"La vida es lo más parecido al ajedrez"
IDENTIDAD. Nadia Montenegro, la joven impulsora de un movimiento que reposicionó el deporte ciencia en Calama.
Nunca pensó que iba a dedicar su vida, pasión y sueños a un deporte que ni siquiera fue el primero que practicó en su niñez pero Nadia Montenegro Godoy (27), la presidenta del club de ajedrez Reyes del Loa de Calama era judoca e incluso representó a Calama en torneos nacionales en su etapa escolar.
¿Cuándo aparece el ajedrez en tu vida?
Mucho tiempo después, cuando un compañero de equipo practicaba ajedrez y jugábamos partidos en esa época. Descubrí que en ese momento, era una terapia. Me tranquilizaba, me concentraba. En momentos en que estaba abrumada por unos temas emocionales, el ajedrez llegó a mi vida para regalarme tranquilidad, organización y principalmente, mucha fuerza de voluntad.
¿En la vida o más bien en el deporte?
Lo que pasa es que después entro al Liceo B-10 y allí empezamos a conformar un equipo que jugaba principalmente contra el Luis Cruz Martínez. Pero nosotros no teníamos nada en cuanto a condiciones para competir de igual a igual con clubes de otras ciudades y lo hacíamos igual porque teníamos profesores que nos decían que todo se podía con esfuerzo y dedicación. Íbamos a Antofagasta y éramos los huasitos porque ni siquiera sabíamos controlar un reloj cronómetro en las partidas. Pero competíamos y ganábamos igual...
Qué recuerdas de esos años en Calama...
Eran años de carencias pero de mucha felicidad. Nosotros nos juntábamos a jugar en el parque Los Lolos -José Saavedra- y allí daba igual de dónde fueras o la edad que tenías. Hacías amigos y así se iban conformando equipos. También en el mall, donde habían caballeros de esos que trabajaban en Codelco que pasaban a jugar contra nosotros, que éramos niños. Nos apostaban comida si le ganábamos. Por ejemplo, si alguno lograba ganarles compraban pizza y la repartíamos.
¿Hoy es muy distinto?
Si y es entendible, porque los tiempos cambian, porque los niños ya no pueden andar jugando en la calle como antes. Es muy inseguro el Calama de hoy. Pero eso mismo hizo que cuando retomé la actividad en el Liceo B-10, ahora como entrenadora y vi que había talento, decidí que había que trabajar también en el nivel organizativo para que no se perdiera algún niño o niña con talento por no tener dinero para ir a jugar un torneo.
¿Y eso se está logrando?
Sin duda. Por ejemplo, conseguimos crear un club que sólo por el nombre, apela a eso. "Reyes del Loa" fue bautizado así porque nuestra intención es que los niños lleguen acá y tengan condiciones de reyes, con asesoría, logística, apoyo y materiales para que crecer en este deporte solo dependa de su esfuerzo y nunca de sus posibilidades o su entorno.
Qué es el ajedrez para ti...
Es todo, es mi mayor motivación. Además, el ajedrez es lo más parecido a la vida misma. O mejor dicho, la vida es lo más parecido al ajedrez. Hay ocasiones en que te pone obstáculos que requieren de mucha paciencia y concentración para avanzar. Pero con constancia se puede...
Cómo sueñas a Calama en este deporte que sigue creciendo...
Siento que estamos logrando cosas importantes y una de las que más me emociona es la de saber que todos esos que éramos jugadores en la edad de estudiante ahora estamos dispuestos a ayudar y hacer que esta actividad crezca. Por ejemplo, nosotros organizamos un torneo online dieciochero y la mitad de los inscritos son la savia nueva que hemos ido formando y los otros son los que jugaban conmigo hace 10 ó 12 años y han decidido volver. Además, está el tema de ir incorporando gente e incentivos. Yo hubiese querido poder ir a más torneos nacionales en mi época de jugadora para tener ranking ELO -clasificación de la federación internacional- y era imposible. Nosotros conseguimos que muchos de nuestros niños ya fueran a un internacional en Arica, estuvieran con grandes maestros y que ahora, pese a la pandemia, hayan 28 representantes calameños en un nacional. Potencial hay, sólo basta ir consiguiendo apoyos.
¿Y los tienen? ¿Hay gente dispuesta a apoyar?
Muchísimo. Varios de los niños de Antofagasta quieren unirse al club de Calama porque ven que nosotros viajamos todos juntos en un bus que nos facilitan y se comparte, que todos son iguales, no hay estrellas por más que algunos jueguen mejor que otros. Es como Calama mismo. Si golpeas la puerta correcta, siempre vas a tener oportunidades.
Hoy existen talleres, clubes, agrupaciones que están encabezadas por gente que como tú nació acá y que decidió darle un giro a la realidad deportiva local. ¿En los últimos diez años se han visto cambios importantes?
Creo que hay harto pionero en eso, que muchos como David Balderas -atleta y formador de talentos-, que es un tipo que admiro muchísimo y varios otros como en el mountainbike han hecho avances increíbles, en la mentalidad de los niños. En pensar que por qué no, acá podemos formar campeones en todas las áreas. Y si hay campeones, vamos a querernos más, a creernos más el cuento.
Eso falta, ¿oportunidades?
Yo soy de las que pienso que Calama le entrega oportunidades a todos los que quieren empezar con algo distinto, emprender, esforzarse. Yo y mi hermana tenemos una empresa de entretenimiento infantil y nos va muy bien. Por burdo que suene, siento que Calama es una especie de Estados Unidos con eso de que se cumple el sueño. Si ellos tienen esa etiqueta de "cumplir el sueño americano", Calama hace lo mismo con mucha gente que llega acá y se desarrolla y aprende a querer esta tierra. Y ayudan a los que somos de acá para que sigamos creciendo como ciudad...