Circenses varados en Calama se reinventan y celebran su mes con nostalgia e incertidumbre
REALIDAD. Cada septiembre los circos recorrían el país con su show, sin embargo la pandemia obligó a bajar las carpas y a buscar nuevas alternativas para subsistir.
Septiembre, en Chile, no sólo es sinónimo de Fiestas Patrias, sino que también de circo. Una actividad considerada patrimonio cultural, pero que lamentablemente hoy vive días más bien tristes, lejos de las risas, los malabares y las luces de colores.
Como la mayoría de las actividades culturales en el país y el mundo, tras la llegada de la pandemia los artistas circenses no pudieron seguir trabajando en lo suyo y debieron reinventarse para poder generar recursos.
Este es el caso de los integrantes del Circo Fox, quienes se encuentran varados en Calama desde marzo. Sólo alcanzaron a presentarse un fin de semana y luego, la crisis sanitaria y las restricciones los obligó a cerrar y a permanecer durante estos meses en la ciudad.
Jaison Gálvez es el representante del circo FOX, pertenece a la cuarta generación de una numerosa familia, en el que todos sus integrantes se dedican a la actividad circense en uno de los diez circos que están a cargo de esta familia y que se encuentran varados en distintos puntos del país.
Cuenta que, como la mayoría de los niños de circo, sus primeras apariciones en el escenario fue como payaso. Posteriormente, se decidió por la acrobacia, actividad que desarrolló hasta los 35 años. Hoy con 43 años nuevamente trabajaba como payaso, hasta el cierre del circo.
"Nos vimos en la obligación de hacer pyme, como le decimos nosotros. Salir con los vehículos que antes eran de publicidad del circo, ahora salir a hacer venta de los artículos del circo, de los productos del circo como son las palomitas, los algodones, las manzanas confitadas, todas los dulces del circo tradicional", explica Gálvez.
Las ventas las realizan de jueves a domingo, días en los que recorren cada punto de la ciudad ofreciendo estos dulces tradicionales y cuyos recursos les ha permitido enfrentar de mejor manera este nuevo escenario.
"Comenzamos a hacer esto para poder seguir subsistiendo, ya que nosotros dependemos del circo, vivimos del día a día, vivimos del boleto que compra el público. Entonces nos vimos obligados a empezar a hacer este sistema de pyme para poder sobrevivir", detalla el líder del circo Fox.
Actualmente en Calama quedan 18 de las 30 personas que habitualmente trabajaban en el circo. La mayoría de los que están acá son familiares. Gálvez cuenta que, con toda la infraestructura con la cuentan, se les hace difícil viajar y además están expuestos a que los discriminen o los sindiquen como posibles focos de contagio de covid.
"La gente de Calama se ha portado muy bien con nosotros y no tenemos nada de qué quejarnos. Pero mucha gente yo sé que nos compra por una especie de caridad, por el cariño que nos tienen, la gente nos toma un cariño y eso es impagable. Realmente nosotros estamos muy agradecidos del público de Calama que nos ha tratado súper bien", dice Gálvez.
Nostalgia
Los circos esperan septiembre para comenzar una nueva temporada y celebrar, a su manera, el mes patrio. En este sentido, Jaison Gálvez recuerda con nostalgia esa época.
"Como payaso me siento con bastante pena en el alma, en el corazón. Porque este era el mes que nosotros explotamos nuestro trabajo. Lamentablemente es un mes que, ahora, no tiene ninguna validez para el circo chileno, porque no podemos desenvolvernos, no podemos hacer lo que nos gusta, lo que llevamos en el alma", indica este representante del circo nacional.
Dice que siente que quienes viven de esta actividad artística están desamparados y que ven que el gobierno no se preocupa de ellos, aun cuando son considerados por Ley, patrimonio cultural.
Desafíos
Aún no hay certeza de cómo irá evolucionando la pandemia y con ello persiste la incertidumbre de los circenses respecto del futuro de esta actividad.
Jaison explica que, por el momento, ellos seguirán en Calama y continuarán impulsando su pequeño emprendimiento de dulces.
Dijo que, a nivel nacional, se está elaborando un protocolo sanitario para enfrentar esta nueva etapa post covid y poder reabrir las carpas, con menos público de la capacidad real. "Va a ser bien difícil volver a partir y ya nos proyectamos al próximo año, si es que a mediados de año, para ahí partir con todo lo que va a exigir la ley".
Pero pese a la incertidumbre por lo que se viene, Jaison Gálvez si tiene algo muy claro. "El circo no va a morir. Hay un dicho que dice que mientras exista un niño en el mundo el circo será eterno. Nosotros pretendemos seguir haciendo circo, quizás con más complicaciones en el futuro, pero va a seguir. El circo seguirá y no va a morir", puntualizó.
"El circo no va a morir. Hay un dicho que dice que mientras exista un niño en el mundo el circo será eterno".
Jaison Gálvez, Circo FOX