Rutas y alternativas para ciclistas están en plena expansión en toda Calama
cerros.Destacan sus parajes y también la variedad para distintas disciplinas.
El ciclismo de montaña en Calama ha cobrado en los últimos diez años una efervescencia y un culto que le ha permitido a la capital provincial posicionarse como un escenario natural para su entrenamiento y competición, ofreciendo una geografía que es muy valorada por los ciclistas en cuanto ofrece condiciones para la práctica en cualquiera de sus variedades.
"Calama tienen esa particularidad. Tiene río, quebradas y también desierto. Entonces hay escenarios diversos para la práctica de cross country, xc, descenso y también a la disciplina que pertenecemos como club y que está cobrando mucho interés y práctica como lo es el enduro", explicó Danny Vera, vocero del club Caúr -cerro en lengua Kunza-, acerca de esta condición que tienen Calama.
Valle
El sector del valle de Yalquincha no sólo alberga una tradición milenaria de los primeros habitantes en Calama. En sus recovecos y alturas, cuenta con uno de los sectores de más alternativas para el descenso en bicicleta. Variantes que cuentan con saltos, baches, y exigentes pruebas para la destreza en dos ruedas.
Río abajo el Loa ofrece sus contornos y también paisajes únicos, y como es caso de la Laguna de los Patos, pasada obligatoria por los deportistas que retratan ahí la belleza del lugar y que se ha transformado en un referente del ciclismo local, que la identifica por el contraste que significa en el desierto.
Otra de las paradas, la más emblemática es el lugar done vivía "la señora Norma, ahí puede uno descansar y retomar el regreso o continuar la ruta que incluye exigencias en 40 y en 60 kilómetros", explicó Vera sobre la alternativa para los más avezados y exigentes ciclistas.
Caúr
Una de las variantes del ciclismo de montaña que ha comenzado a ser practicado con gran interés por niños y adultos es la modalidad del enduro. Esta es una intermedia entre el descenso y el ciclismo tradicional de montaña. Es bastante exigente puesto que implica ascender cerros, por ejemplo, para luego efectuar descensos y atravesar complejidades naturales. "Entonces es una variante que entrega mucha diversión, te exige, pero también te hace comulgar con tu entorno, al que hay que tenerle siempre un respeto profundo", explica Danny Vera, de Caúr MTB.
No sólo el río Loa es una alternativa, lo es también el río San Salvador, su cauce lleva a sectores que han sido explorados y convertidos en circuitos muy bien trabajados y adaptados para la modalidad del enduro. Precisamente el club Caúr MTB es uno de los que está liderando esta especialidad, "que es para grandes y chicos, novatos y expertos acá todos tienen cabida y se aprende de forma fluida, y siempre bien acompañados por quienes somos parte de la comunidad", dijo Danny Vera.
En su trayectoria a su unión con el Loa, el San Salvador ofrece parajes que rememoran a Yalquincha, con un colorido muro natural de ocres y también de grises que ofrecen al ciclista la posibilidad de efectuar un recorrido de al menos unos cinco kilómetros de ruta, "y también variantes a sectores como Quetena por ejemplo, donde tenemos circuitos para practicar, para disfrutar y promover el enduro", dice Vera sobre el despliegue que han hecho para utilizar escenarios naturales que son cuidados y protegidos por los propios ciclistas, con la instalación de receptores de basura, y señaléticas en casi la mayoría de los circuitos explorados por Caúr MTB.
Los amantes del ciclismo de montaña destacan las bondades que la geografía calameña ofrece para el desarrollo de estas disciplinas, las que "son muchas, variadas y también muy hermosas para la práctica del ciclismo", recalcó Vera.
11 clubes
1 de ciclismo de montaña hay en la ciudad en sus diversas variantes.