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El rol solidario de los municipios

En caso de necesidad o emergencia, la primera puerta que los vecinos golpean es la de los municipios, y la pandemia no ha sido la excepción. En Antofagasta y Calama la demanda por tarjetas de alimentos, gas, kits sanitarios, materiales de construcción o colocaciones en las redes de empleo han aumentando debido a la pandemia.
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Los municipios son la primera línea del Estado frente a la comunidad y por lo mismo los primeros en recibir las demandas de ésta cuando ocurre alguna emergencia; y la actual pandemia del coronavirus no ha sido la excepción.

Con las cuarentenas, la pérdida de empleo y la caída de ingresos que han afectado a miles de familias, la demanda por ayuda social y por asistencia para conseguir empleos a través de las municipalidades de la región ha ido en aumento.

Desde la Municipalidad de Antofagasta se informó que entre 1 de febrero y la semana pasada fueron entregadas casi 5 mil tarjetas solidarias de alimentos, y en sólo cuatro días se recibieron otras 910 solicitudes de ayuda social, como kits solidarios, gas, medicamentos o distintos tipos de subsidios.

También han aumentando las consultas por empleo, que en dos meses suman más de 500.

En Calama la escena no cambia. Desde la capital del Loa se informó que en las últimas semanas han crecido los requerimientos por cajas solidarias, vales de gas, elementos de protección personal y kits de sanitización y materiales de construcción, presentadas tanto por familias, como por juntas de vecinos y gremios.

La pandemia golpea en toda la región, y no hay municipio que hoy no esté experimentando una alta demanda de asistencia desde sus vecinos, cada vez más atribulados por una emergencia que suma y suma semanas.

Desde la Asociación Chilena de Municipalidades han advertido la situación al gobierno.

Los municipios, que además han tenido bruscas caídas de presupuestos debido al menor pago de patentes y derechos, tuvieron que destinar sumas importantes a ayuda social de distinto tipo, y deberán seguir haciéndolo por mucho tiempo más.

Preocuparse de las municipalidades por parte del gobierno central resulta en estas circunstancias una medida clave y elemental, como lo es también el buen aprovechamiento de esos recursos.

Como se dijo, los municipios son el primer refugio para los más necesitados y los apoyos que estos reciban son una vía de llegar más rápido a ellos.

Boom del e-commerce: ¿el fin de los malls?

"El e-Commerce llegó para quedarse, y las tiendas físicas tendrán que transformarse para estar al servicio de esta revolución".
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Hace unos años, todos nos sorprendimos al ver las impresionantes fotografías de malls completamente abandonados en Estados Unidos. Y es que el abandono de los centros comerciales ha crecido, lentamente, de manera global. Según un reporte de 2017 de Credit Suisse, el "tráfico a pie" de las tiendas físicas ya se veía declinar, con el e-commerce como el culpable: los clientes ya no necesitaban ir a investigar sus compras, pues ahora podían analizar el producto por internet.

Según LarrainVial, el 2018 las ventas online del retail estimaban un crecimiento anual del 20%, pero el covid-19 cambió todo. Algunos retail reportaron un aumento de más del doble en sus ventas de e-commerce sólo el primer trimestre del 2020. Al mismo tiempo, muchas de estas firmas anunciaron el cierre de tiendas, tanto en Chile como en Latinoamérica, debido a la baja rentabilidad que les significa en estos momentos. ¿Sería este el fin de los malls?

No según todos. Para algunos expertos, esta siempre fue la crónica de un cierre anunciado. La consultora Kawésqar Lab afirma que la preferencia de los consumidores de ir presencialmente a comprar a un centro comercial varió de 55% a 24% desde el 2015 al día de hoy; algo que no los sorprendió en absoluto, puesto que era una tendencia que, simplemente, fue acelerada gracias a la pandemia. Este cambio, provocado por la contingencia, significó modificaciones en el customer journey chileno.

La consultora FollowUp muestra que la tasa de clientes que entran a una tienda física directamente a concretar una venta creció 65%. Al mismo tiempo, el comercio minorista comenzó a implementar "delivery centers", y grandes firmas de malls sellan alianzas con distribuidores y marketplaces, buscando sumarse a este boom del e-Commerce como centros de retiro para servicios como el "click and collect".

Adaptarse o desaparecer. Este es el nuevo dilema que impulsa la estrategia del retail este año, en miras a potenciar no sólo sus canales digitales y de distribución, sino también la experiencia que ofrecen en sus espacios físicos. Pese a que la Asociación de Marcas del Retail califica los malls como "obsoletos", augurando un destino fatal para ellos; grandes firmas como Inditex -que cerraron al menos 640 tiendas en el 2020- contemplan la reapertura de sus locales, al igual que muchas otras firmas del rubro.

Las estimaciones están centradas en potenciar la omnicanalidad del retail. Las tiendas físicas, según PwC, tomarán un rol como punto de retiro de compras realizadas a través de cualquier canal, además de ser parte del proceso de información y toma de decisiones de los clientes.

Por ahora, algunos expertos siguen incrédulos. Solo el futuro y el desarrollo de esta pandemia podrán dar luces de cuál será el futuro del comercio minorista. Pero hay algo que es innegable: el e-Commerce llegó para quedarse, y las tiendas físicas tendrán que transformarse para estar al servicio de esta revolución del consumo.

Ariel Jeria

Gerente general de Rompecabeza Digital

Democracia digital: una oportunidad para avanzar

"Hay ejemplos de cómo poder avanzar en una democracia participativa, efectiva y segura".
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Estamos ad-portas de varias elecciones significativas para lo que será el futuro de Chile, y en ese contexto, cuando discutiremos el país que queremos y las nuevas reglas del juego, debemos aprovechar la alfabetización digital para movernos hacia un sistema donde la comunidad sea parte de las decisiones globales y/o particulares.

Hemos visto cómo en medio de la pandemia -en un proceso progresivo que ya venía ocurriendo-, disponemos cada vez de más servicios y trámites públicos para realizar a través de un computador o el teléfono. Ha sido el año de la Clave Única y de Comisariavirtual.cl. Hace unos días, el Ministerio de Justicia lanzó su nuevo sistema para agendar horas en el Registro Civil, renovar la cédula de identidad, pasaporte y celebrar matrimonios, algo que supone un cambio enorme para trámites siempre caóticos.

También es momento de preguntarse si podemos incluir la tecnología en nuestra democracia de manera permanente. "Internet no es confiable" o "pueden hackear el proceso", son argumentos sobre la mesa para los que prefieren mantener las cosas como están, aunque también para algunos expertos en ciberseguridad que han mostrado su desconfianza -por ejemplo, de MIT y el uso de blockchain en elecciones-, pero también hay ejemplos de cómo poder avanzar en una democracia participativa, efectiva y segura.

Estonia es uno de los países pioneros en e-votes, donde se ha implementado el sistema desde 2005. En las elecciones parlamentarias de 2019, el 44% de los votos fueron por internet. Es una nación donde más del 95% de los servicios están disponibles en la red 24x7, tal como lo declara la página oficial del Gobierno. Hay una cultura digital, hábitos al respecto, lo cual evidencia su éxito.

La buena noticia es que no todo son elecciones. Hablamos de democracia participativa. En Uruguay se creó en 2013 el Partido Digital, con la promesa del uso de la tecnología para conseguir ese objetivo. También se han levantado plataformas en otros países para abrir el debate a la ciudadanía de manera eficiente. No se trata de cambiar una cosa por otra, de reemplazar el voto por uno virtual, pero tampoco podemos seguir postergando la incorporación en la manera en que nos relacionamos con el poder y las autoridades.

Para avanzar entonces hacia ese modelo, se debe abordar la brecha digital, garantizar el acceso a internet y un dispositivo que lo permita, o buscar en los casos que corresponde, una manera de garantizar la posibilidad de participar.

La implementación de este tipo de procesos debe ser progresiva, pero son los mismos actores políticos quienes pueden implementar iniciativas personales, locales, con capas de seguridad existentes, donde la comunidad pueda tener opinión en qué iniciativas avanzar o priorizar. Ver y optar entre alternativas con presupuestos limitados, pero no como algo que se vea bien, democrático, de vez en cuando, debe ser un cambio de cómo miramos la relación con nuestra democracia.

Eduardo Castillo

Docente Escuela de Periodismo Universidad de Las Américas