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"No concibo la vida sin ver el mar de Antofagasta y el desierto de Calama"

ANTOFAGASTINIDAD. Felipe Flores Toledo, locutor radial.
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Felipe Flores Toledo nació en Calama en 1983. Estudió en la Universidad de Antofagasta y la Universidad Mayor en Santiago Administración Pública, pero es más conocido por su carrera de locutor radial y como animador.

Actualmente trabaja en Radio Sol de Antofagasta y Radio Topater de Calama. "Siempre quise ser locutor radial y trabajar en la TV, me inspiré en mi maestro y padre, Alfonso "Poncho" Flores, con quien pude desde siempre estar con los más grandes locutores del norte y del país", dice este enamorado de la radio.

¿Qué te apasiona de tu profesión u oficio?

-Tengo la fortuna de enfrentar distintos campos de acción en mi vida profesional, pero el que más me apasiona por lejos, es la radio. La radio es para mí un propósito de vida, estar al frente de un micrófono para informar y entretener a las audiencias, me cautivó desde siempre. Se necesita tener preparación, un corazón noble y mucha pasión, ya que en su conjunto generan una magia indescriptible.

¿Cuál es el espacio de la región que más te gusta?

-Adoro cada centímetro de tierra de Antofagasta y Calama, no concibo la vida sin ver el mar de la "Perla del Norte" y el desierto de "La Tierra de Sol y Cobre". Tanto es así que, por cosa del destino, al frente de mi departamento aquí en Antofagasta hay un letrero que indica la ruta a Calama.

¿Cuál es la principal enseñanza que te dejaron tus padres?

-De mis papas aprendí el amor incondicional y que cada vez que perdiera mi centro, me mirara en un espejo y preguntara ¿Cuál es mi propósito?

En tiempos tan convulsos ¿qué consejo les daría a personas que no conoce?

-No hay que tenerle miedo al conflicto, hay que tenerle miedo a no tener solución al conflicto. Al igual que las placas tectónicas de la tierra, las cuales se acomodan todos los días y de vez en cuando se provocan fuertes sismos telúricos, lo mismo pienso que pasa en nuestra sociedad, es muy normal la convulsión, más aún, cuando el nivel de expectativas y crecimiento son infinitos y los recursos limitados. La convulsión debe ser canalizada para generar grandes transformaciones, donde sea integral, amplia, inclusiva, respetuosa y fraterna, ante hijos de la misma tierra.

¿Qué cosa, que no enseñan en ninguna parte, deberíamos aprender?

-Que, para valorar realmente la felicidad, solo lo podremos lograr conociendo profundamente la infelicidad.

¿Dónde creciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?

-Mis recuerdos son de Cobija con Granaderos, detrás de la Clínica Calama, cuando los hermanos Flores se enfrentaban a la pelota con los hermanos Núñez y siempre nos ganaban. También como no recordar, cuando con mis compañeros del colegio nos saltábamos la reja del Camping de Cobreloa para jugar a la pelota y finalmente, cuando jugábamos en la población 23 de marzo en la calle Ramírez y el que perdía tenía que pagar una bebida (Víctor Hugo Vergara nunca la pagaba y más encima una vez me fue a buscar a la casa con 4 niños para pegarme jajaja).

¿Qué consejos le darías a un joven que está dando sus primeros pasos en radio?

-Que le pongan pasión, disciplina y coraje, es una carrera de largo aliento, donde cada minuto de malos ratos no se compara con la satisfacción de hacer un buen trabajo y conquistar a miles de personas con la nobleza, razón, pasión y voz.