Cuidar a los que nos cuidan
La administración de vacunas al personal de los hospitales redujo los contagios drásticamente, confirmaron médicos y los propios gremios. Cuidar al personal de salud que nos cuida es una obligación moral, que incluso sobrepasa la aplicación de la vacuna. Ahí, quedará una deuda enorme que saldar, ya se discutirá cómo.
El trabajo del personal de la Salud en esta crisis ha sido encomiable. "Héroes" fue el concepto que usó en algún momento el exministro Jaime Mañalich, y claramente mucho de heroísmo hay en cada acto que han realizado y siguen realizado, pese a los riesgos por todos conocidos.
Hace unos días este diario publicó una noticia al respecto que merece destacarse. La tasa de contagios entre el personal sanitario vacunado con ambas dosis de Pfizer o Sinovac descendió muy bruscamente de marzo en adelante.
La jefa de Unidad de Salud del Personal (USP) del Hospital Regional, Carolina Aravena, explicó que luego de la vacunación con dos dosis, los casos positivos en el personal bajaron "casi en un 80%", y recalcó que actualmente no hay funcionarios internados en UCI a causa del covid. Y Pedro Usedo, jefe de la Unidad de Infectología del mismo centro asistencial, confirmó el resultado: "Si comparamos la primera etapa de esta pandemia con esta segunda ola, claramente hemos tenido menos casos (de contagios) intrafuncionarios", dijo el especialista.
El resultado, por supuesto, se repite en los otros hospitales, postas y centros de atención de salud de la región, y constituye una muy buena noticia porque significa que las vacunas que se están aplicando han cumplido su propósito de cuidar al personal que trabaja directamente en la pandemia.
Esto es importante considerando la escasez de recurso humano que existe y la necesidad de ir dando descanso a los trabajadores de la salud, que ya cumplen 14 meses de labor prácticamente ininterrumpida. Pero, además de importante, es justo.
Cuidar al personal de salud que nos cuida es una obligación moral, que incluso sobrepasa la aplicación de la vacuna. Ahí, quedará una deuda enorme que saldar. Ya se discutirá cómo.
Lo señalado, además, es un aliciente para que los grupos que aún no están decididos a vacunarse, lo hagan. En la región, unas 30 mil personas no se han administrado su vacuna contra el covid-19, y a ellas hay que llegar con el mensaje que las vacunas realmente están haciendo una diferencia importante.