Los jóvenes en pandemia
"Los adultos jóvenes están involucrados en conductas de mayor riesgo, como practicar deportes de contacto cercano, salir a bares, asistir a reuniones sin máscara o viajar". Hugo Benítez, Médico Hospital Regional de Antofagasta
La pandemia que se ha desatado desde principios de 2020 está provocando una crisis sanitaria, económica y social. El coronavirus afecta con relativa poca frecuencia a niños y jóvenes en sus formas graves. Pero las consecuencias de la pandemia también los están aquejando al afectar su salud psicológica, su aprendizaje y su nivel de vida.
Desde principios de este mes que los hospitales están viendo que cada vez más adultos jóvenes ingresan con Covid-19 a medida que las variantes nuevas y más contagiosas del virus se propagan más rápido que nunca. A nivel nacional, la cantidad de personas de 18 a 64 años que consultan en las unidades de emergencia con Covid está aumentando, mientras que la cantidad de pacientes de 65 años o más ha bajado, según lo informado por el Minsal durante una reciente conferencia de prensa.
Para los menores de 59 años, según datos estatales publicados el 6 de abril. Las admisiones hospitalarias están aumentando para todos los grupos de edad, y el mayor aumento se observa en personas entre 40 y 49 años.
Los expertos en salud dicen que el problema es multifacético: los adolescentes mayores y los adultos jóvenes están priorizados entre los últimos, para recibir las vacunas Covid-19 y muchos de ellos aún no se han inoculado. Además, los adultos jóvenes están involucrados en conductas de mayor riesgo, como practicar deportes de contacto cercano, salir a bares, asistir a reuniones sin máscara o viajar.
Esos factores, junto con variantes altamente contagiosas, probablemente estén generando un aumento en el número de jóvenes que van al hospital, señalan los expertos en salud.
Aunque más jóvenes pueden contagiarse, muchos de ellos no enfermen gravemente, especialmente los niños en edad escolar. No obstante que los niños sean menos susceptibles a la enfermedad, tienen más probabilidades que los adultos de infectar a otros familiares cuando están enfermos. Los adultos jóvenes con comorbilidades como obesidad, hipertensión y diabetes, probablemente sean los que corren mayor riesgo.
Las personas menores de 18 años tienen un riesgo bajo de contraer Covid-19. Cuando este es el caso, la mayoría de las veces desarrollan formas leves de la enfermedad. Sin embargo, la crisis esta afectando su salud generando o agravando particularmente trastornos psicológicos. Las expresiones de malestar, incluso angustia, aparecen en adolescentes y adultos jóvenes. Los estudiantes son los más afectados.
La interrupción de las clases escolares agrava las desigualdades sociales y educativas, perjudicando gravemente a los alumnos con dificultades o imposibilidades de acceso a internet. La crisis ha impuesto la educación a distancia a todos. Las medidas encaminadas a mantener la continuidad pedagógica durante el primer encierro subrayaron la brecha digital, es decir, las desigualdades en el acceso a herramientas informáticas y la subinversión tecnológica de la educación nacional.
La crisis acentúa las vulnerabilidades sociales y lleva a los hogares a la precariedad. Los niños y los jóvenes se ven especialmente afectados. El aumento del costo de vida y los recortes de empleos debido a la crisis están reduciendo el nivel de vida de los estudiantes.