Los ministros de Finanzas del G20 aprobaron, en el último día de la cumbre del grupo en Venecia (Italia), un mecanismo consensuado con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para reformar las normas fiscales internacionales y garantizar que las empresas multinacionales paguen un impuesto mínimo global de al menos 15%.
El acuerdo alcanzado en el G20 es "histórico", según enfatizaron los ministros en la declaración final, porque tratará de evitar que las multinacionales se alojen en paraísos fiscales para no pagar impuestos.
El sistema fiscal se sustenta en dos pilares. El primero especifica que el acuerdo concierne a todas las empresas con una facturación mundial superior a los 23.600 millones de dólares y con una rentabilidad superior al 10%.
El segundo pilar es aplicar un impuesto mínimo de sociedades de al menos 15% a las empresas con una facturación de al menos 887 millones de dólares. Sin embargo, la cifra seguirá siendo objeto de debate, después de que países como Francia, Alemania, Argentina y Estados Unidos pidieron que sea más ambiciosa.
"Creo firmemente que el 15% no es suficiente. Tenemos que hacer más", dijo el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire.
Distribución más justa
Según detalló la OCDE sobre el acuerdo, el primer pilar garantizará "una distribución más justa de beneficios y derechos fiscales" entre los países y las grandes multinacionales, incluidas las empresas digitales.
Además, "reasignará algunos derechos impositivos sobre las multinacionales de sus países de origen a los mercados donde tienen actividades comerciales y obtienen beneficios", independiente de si tienen presencia física allí.
Por su parte, el segundo pilar del mecanismo buscará "poner piso a la competencia sobre el impuesto sobre la renta de las empresas", mediante la introducción de la tasa mínima global "que los países pueden utilizar para proteger sus bases impositivas".
"Se estima que el impuesto a la renta corporativa mínima global, con una tasa de al menos 15%, generará alrededor de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales a nivel mundial", según la OCDE.
Resistencia minoritaria
Hasta el momento, 132 países y jurisdicciones, incluyendo Chile, se han unido y respaldado del acuerdo para imponer un mínimo global, que en principio fue consensuado el 1 de julio por 130 países de los 139 que forman parte del llamado Marco Inclusivo de la OCDE. En la cumbre del G20 que culminó ayer, se sumaron las islas de San Vicente y Granadinas.
Sin embargo, Irlanda, Hungría y Estonia, que durante años han sido polos atractivos para la inversión privada por sus bajos impuestos, mostraron sus dudas para adherirse a este mecanismo durante la jornada y no lo hicieron.
El ministro italiano de Finanzas, Daniele Franco, confió en que "cambien de opinión", porque los países del G20 representan alrededor del 90% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y eso "es una presión para el resto".
Por su parte, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que el G20 intentará hasta octubre, cuando será la próxima cumbre, convencer a los Estados que se resisten, pero matizó que no es esencial que todos se unan.
Finalmente, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, explicó que la Unión Europea comenzará a trabajar con estos tres países desde el lunes en una reunión a la que asistirá Yellen.