El paulatino regreso presencial a clases
El Mineduc promueve la iniciativa de un retorno gradual a las aulas, pero profesores, padres y apoderados exigen condiciones mínimas para apoyar el retorno. La discusión no se debe eternizar porque las estadísticas son preocupantes en cuanto al nivel de conocimiento que adquirieron los estudiantes en pandemia, con clases virtuales y semipresenciales.
Pese a las coincidencias de la importancia de las clases presenciales y el valor para los estudiantes, el retorno auspiciado por el Ministerio de Educación ha encontrado más rechazo que aprobación entre alcaldes, padres y apoderados y el Magisterio. Y, obviamente, no es un rechazo a la modalidad, sino a que exigen condiciones sanitarias mínimas para hacerlo en el contexto de una pandemia activa.
La autoridad recurre a que el proceso es voluntario y que se entregarán los recursos necesarios para habilitar los establecimientos para esos fines.
En la capital regional ya se conoce la fecha del retorno presencial a las aulas. Se fijó el 9 de agosto y el municipio recibirá los recursos del Mineduc para mejorar la infraestructura educacional.
La noticia generó de inmediato la oposición de padres y apoderados. Sigue la preocupación principalmente porque no han visto mejoras estructurales en los colegios. Situación similar ocurre en las otras comunas de la región donde no hay consenso para el retorno a las aulas. Sienten que las presiones para acelerar el regreso no son oportunas y llaman a la calma para que el proceso se realice en los momentos propicios.
Y, precisamente, eso es lo que se debe consensuar para que exista la menor posibilidad de contagio en la comunidad escolar. Con especial preocupación en los menores de 12 años, que aún no ingresan al proceso de vacunación definido por el Ministerio de Salud.
La discusión no se debe eternizar porque las estadísticas son preocupantes en cuanto al nivel de conocimiento que adquirieron los estudiantes en pandemia, con clases virtuales y las llamadas híbridas.
En consecuencia, mientras más se avance en el plan paso a paso y en las mejoras de los establecimientos mayores posibilidades existen que los estudiantes retomen de modo gradual las clases presenciales.
Y es una realidad que no se puede soslayar al momento de analizar los planes educativos de los estudiantes. Son puntos que añadir a la sumatoria final y a la decisión de regresar o no a las clases presenciales.
Se deben garantizar todas las condiciones necesarias y una vez que ocurra el regreso tiene que ser gradual y monitoreado en su evolución. Son pasos que se deben dar, pero siempre bajo la confianza de un actuar seguro bajo la premisa de recibir una mejor educación.