Balances de fin de año
"En la medida que la sociedad avanza, no podemos retroceder en derechos que dignifiquen la condición de ser mujeres". Pamela Astete Chacón, Directora Regional SernamEG
Se acerca fin de año, un mes emblemático por tener un hondo significado cristiano y porque llega la hora de los balances, los aciertos y aquellas cosas que serán tarea para el próximo año. Este 2021 fue complejo para las mujeres, debido a la pandemia y más complicado para ellas, denunciar actos de violencia cometidos por sus parejas o ex parejas.
Este debería ser un tiempo para estar en paz y gozar de la alegría de estar juntos, pero sé que muchas mujeres no lo sentirán de ese modo estando presente sobre ellas el peligro latente de ser maltratadas en cualquier momento.
Por eso es tan importante la labor que hemos realizado a través de los Centros de la Mujer, Casas de Acogida, el programa de prevención de la violencia, el SernamEG Móvil, el Centro de Reeducación a Hombres, el Circuito Intersectorial de Femicidios y junto a ello, el compromiso por erradicar la violencia de género con directrices claras de la Agenda Mujer de nuestro Presidente de la República, Sebastián Piñera, y que ha consistido en un compromiso fielmente cumplido por nuestro Delegado Presidencial, Daniel Agusto.
Por eso mi llamado es a vivir estas fiestas con respeto entre unos y otros y para entregar a hijas e hijos el ejemplo que por medio del diálogo se pueden alcanzar los mejores acuerdos ante una problemática.
Los esfuerzos que como Servicio hemos realizado han estado dirigidos también a fortalecer la autonomía económica de las mujeres, pues una mujer que no depende de un hombre para cubrir sus necesidades básicas, tiene mejores probabilidades de terminar esa relación sin verse doblemente perjudicadas.
Con el programa 4 a 7, por ejemplo, logramos reinstalarlo en varias comunas de la región para que las apoderadas pudiesen trabajar o estudiar con la seguridad de tener a sus niñas y niños a buen resguardo. Tarea que para el caso de hombres a la vanguardia de este cambio de mentalidad, fue posible llegar a un acuerdo para compartir las responsabilidades del hogar con sus parejas, incluida la crianza de los menores de edad.
En la medida que la sociedad avanza, no podemos retroceder en derechos que dignifiquen la condición de ser mujeres. Por cierto que han existido este año avances notorios en materia de control de la violencia como la puesta en marcha de las tobilleras electrónicas para infractores de violencia intrafamiliar o la creación del catastro para deudores de pensiones alimenticias, pero los desafíos continúan.
Como entidades de Estado debemos velar por el bienestar de las mayorías, pero este trabajo no sería el mismo si no contamos con el apoyo y confianza de la población.