Aprobaciones que causan polémica
La Comisión de Medioambiente y Modelo Económico ha avanzado en iniciativas tan complejas como la nacionalización de los recursos mineros. No se puede soslayar que estos avances en la comisión representan el sentir de un sector ciudadano que aspira a mayor justicia social.
No cabe duda que la Comisión de Medioambiente y Modelo Económico de la Convención Constitucional, en esta primera semana de febrero, ha aprobado polémicas iniciativas. Quienes las impulsaron aseguran que será positivo, quienes se opusieron insisten en que de llegar a puerto será muy negativo y de incalculables dimensiones.
Es más explican que impera un grado de ignorancia respecto a la posición de Chile en el mundo, con acuerdos de libre comercio aprobados y regulaciones internas que impiden avanzar, por ejemplo, por el pedregoso camino de la nacionalización de la minería.
Pero la comisión también dio luz verde a otras normas como el retiro de la CIADI y el fin a tratados, a través de una denuncia unilateral por extinción o por no estar afín con la nueva Constitución. Una salida existente, pero que también tiene otras cláusulas que llevarán al Estado chileno a tribunales internacionales para zanjar controversias con quienes se sientan perjudicados.
Otras iniciativas como "los derechos de la naturaleza y de bienes comunes naturales", el "derecho de los pueblos y naciones preexistentes a la tierra, territorio, recursos y bienes naturales" y la derogación del Código de Aguas vigente, siguen provocando discusiones en diversos sectores ciudadanos.
No se puede soslayar que estos avances en la comisión representan el sentir de un sector ciudadano que aspira a mayor justicia social. Muchos de ellos estuvieron en las marchas pacíficas tras el estallido social de 2019 y con banderas de lucha que apuntaban a un Estado con más herramientas para reducir la brecha entre quienes más y quienes menos tienen.
También hay sectores postergados como los pueblos originarios que buscan de un modo rescatar sus tradiciones y evitar el despoblamiento en sus sitios ancestrales, los que se han visto impactados con el avance de faenas industriales.
El fondo no se discute y si se lleva a plebiscito es muy probable que cada una de ellas reciba un masivo apoyo. Y el camino tomado para seguir adelante es el único que hoy tienen con posibilidades de llegar a buen puerto.
El fin puede ser muy loable y lo hasta hoy demostrado es significante, pero la discusión tiene que pasar también por los costos negativos que habrá. Otros países han realizado este mismo recorrido y han terminado en fracaso.
Tal vez sea el momento de esperar un mayor debate que logre consenso en estas controvertidas iniciativas.