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Lecciones del gasto público regional

De acuerdo al último análisis de la Subdere la Región figuró entre las tres de menor ejecuciónn de su presupuesto anual. Una situación que impacta directamente a las comunidades más vulnerables de la zona. Un nuevo ciclo de pobre cartera de proyectos y baja ejecución presupuestaria no encontrarían mayores justificaciones.
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Hace poco más de una semana la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) entregó el informe anual de ejecución presupuestaria. Y tal como se había previsto por autoridades y analistas, la Región de Antofagasta resultó entre las de más bajo desempeño a nivel nacional, solo superada por las regiones de Aysén y Ñuble.

La evaluación resulta más crítica si se considera el ajuste del marco presupuestario que realizó el Gore y que significó una rebaja del 16% del presupuesto original, el recorte más alto entre 14 regiones que utilizaron el mecanismo para mejorar sus indicadores de eficiencia.

Como mucho de la inversión pública, los costos de una pobre gestión se observan, generalmente, en el mediano plazo. Y este parece ser un ejemplo más. Fueron diversas las críticas de actuales y ex consejeros, de todas las tendencias valga decir, que advirtieron la escasa generación de cartera de proyectos relevantes para la región durante la actual administración.

Quienes conocen de los mecanismos de finanzas públicas recalcan insistentemente, que el ciclo para una comenzar a concretar una obra pública con fuerte inversión en mano de obra, en la mayoría de los casos, no es menor a tres años, por lo tanto, lo que se deja de hacer hoy tiene impacto en las comunidades que, durante el mismo rango de tiempo, deben esperar por soluciones.

Sin duda que la emergencia sanitaria alteró cualquier agenda y afectó el funcionamiento de equipos técnicos y formuladores, sin embargo, no deja de llamar la atención que mientras unidades productivas procuraron aminorar el impacto sobre sus actividades, el sector público exhibiera tanta parsimonia frente a un problema que muchos avizoraron.

Es de esperar que el conflicto de intereses y continuas disputas entre las atribuciones del Gobierno Regional y de la Delegación Presidencial decanten en el futuro y contribuyan a acelerar la inversión pública regional. Puesto así, un nuevo ciclo de pobre cartera de proyectos y baja ejecución presupuestaria no encontrarían mayores justificaciones.

Lo que está en juego en el Banco Central

"El Banco Central de Chile ha logrado con éxito cumplir sus principales objetivos y además ha construido legitimidad, cualidad escasa en los tiempos actuales". Pablo Urzúa, Director CFA Society Chile
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Creado en el año 1926, e independiente desde 1989, el Banco Central de Chile (BCCh) tiene como principal objetivo velar por la estabilidad de precios, es decir, mantener la inflación baja y estable en el tiempo. También debe promover la eficacia en el sistema financiero, velando por el normal funcionamiento de los pagos internos y externos.

Es muy importante que el Banco Central guíe sus objetivos con autonomía, dado que busca crear un entorno predecible para la toma de decisiones, contribuyendo a suavizar los ciclos económicos y sentando las bases para un crecimiento sostenido del país. Una inflación inestable y elevada perjudica la eficiencia en el uso de recursos, afectando la toma de decisiones de los agentes económicos, limitando el desarrollo financiero y, en último término, impactando la inversión y el crecimiento. Además, la inflación es un impuesto muy regresivo, que golpea con particular intensidad a las personas de menores ingresos dentro de la población.

En nuestro país, los resultados de un Banco Central independiente están a la vista, entre 1930 y 1990 la inflación se mantuvo consistentemente en dos dígitos. Pero la decisión en 1979 de prohibir al ente emisor financiar directamente al fisco y establecer su independencia en 1989 marcan un cambio de tendencia, logrando un descenso constante de la inflación hasta converger al rango meta (entre 2% y 4%) desde el año 2000 en adelante.

La evidencia empírica muestra que la autonomía de un Banco Central se relaciona con varios resultados económicamente deseables. Klomp y Haas analizaron, en el año 2010, más de cincuenta trabajos y concluyen que la independencia de los bancos centrales se correlaciona con menos inflación.

La independencia de los bancos centrales a nivel constitucional no se da en todos los países, de hecho, el Comparative Constitutions Project muestra que, de 146 casos analizados en el mundo en 2013, menos de la mitad mencionaban al Banco Central, mientras que, entre los países de la OCDE, sólo 10 lo aludían. Sin embargo, vemos una tendencia entre los 33 países que tuvieron una nueva Constitución o una reforma significativa desde el año 2000, donde el 70% menciona al Banco Central en ella. Es decir, en la medida que los países vayan haciendo reformas a su Carta Magna, hay cada vez probabilidades más altas de que la autonomía de esta institución sea incluida en dicho documento.

Trabajar en la legitimidad del BCCh es muy importante, dado que bancos centrales independientes, con una alta capacidad técnica, transparentes y que rinden cuentas de sus decisiones y resultados, contribuyen a aumentar la credibilidad y a alcanzar y mantener una inflación baja. En esa línea, el BCCh tiene una política de rendición de cuentas de su accionar que se desarrolla a través de sus Informes de Política Monetaria (IPoM) y de Estabilidad Financiera, presentadas periódicamente al Congreso, al mercado y a la academia, sumado a informes técnicos y presentaciones de su presidente, sus consejeros y altos ejecutivos en diferentes instancias donde son invitados.

Desde su independencia, el Banco Central de Chile ha logrado con éxito cumplir sus dos principales objetivos y además ha construido legitimidad, cualidad escasa en los tiempos actuales. De hecho, la Iniciativa Popular de Norma titulada "Banco Central Autónomo" logró reunir el mínimo requerido de 15.000 firmas para que sea discutida en la Convención Constitucional solamente en 24 horas, y hoy, es la segunda iniciativa más votada de todas.

Cualquier discusión que se lleve a cabo en torno al BCCh debe ser desde una perspectiva técnica, sin poner en riesgo su independencia institucional y la de su consejo. Debates en torno a la inclusión de un nuevo objetivo, ya sea de pleno empleo, de políticas medioambientales o de mayor coordinación con la política fiscal, debe ser fuera del ámbito constitucional y político.

¡Por más niñas y mujeres en la ciencia!

"Hacemos un llamado a sumar más talento femenino, avanzar hacia un mundo más inclusivo y equitativo y a dejar de lado los estereotipos que no nos dejan crecer". Belén Recabal, Product Manager Alumnae de Laboratoria
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Desde el 2016, todos los 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que busca lograr un acceso equitativo y participación plena de las mujeres en está área, tradicionalmente ocupada por hombres. Ante esta situación, es importante preguntarse: ¿A qué se debe está baja participación femenina? ¿Que nos está deteniendo? y ¿cómo podemos sumar más talento?

En efecto, son varias las barreras y los factores que han provocado una baja cercanía de las mujeres con la ciencia y tecnología. Según el estudio "El futuro de la tecnología: inclusión femenina", que desarrollamos en Laboratoria en el marco de nuestra alianza con BID Lab, identificamos ocho barreras para la incorporación de las mujeres en el sector tecnológico. Una de ellas es el impacto restrictivo de los roles de género, que supone un obstáculo al desanimar a las mujeres en la búsqueda de trabajos remunerados y encasillándolas aún en la actualidad a las labores de cuidado.

Por otra parte, la presencia constante de estereotipos y sesgos inconscientes desanima las aspiraciones que las niñas puedan tener sobre desarrollarse en STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por su sigla en inglés) debido a que se insinúa de entrada que las mujeres no son bienvenidas en dichos espacios, incrementando así las dudas sobre sus propias capacidades y haciéndolas creer que para desarrollarse en estas áreas deben ser realmente sobresalientes para estar a la altura de lo que podría hacer un hombre.

Por último, otra de las barreras que preocupa es la histórica falta de equidad en el reparto de las tareas domésticas. El estudio evidenció que las mujeres dedican en promedio 34.5 horas a la semana a estas actividades, casi tres veces más que los hombres; fenómeno que ocurre en toda la región Latinoamericana. En Chile, México y Perú, este tiempo promedio supera las 40 horas, por lo que se transforma incluso en un trabajo de tiempo completo y, en consecuencia, también una de las principales dificultades para incorporarse a la vida profesional, debido a que deben compatibilizar su trabajo con las actividades domésticas no remuneradas, lo que implica una carga de trabajo excesiva.

De esta manera, como mujeres hemos tenido que luchar constantemente contra estos desafíos para poder incorporarnos a un área dominada mayoritariamente por hombres. Es fundamental que sigamos creciendo y fortaleciendo nuestra presencia en la ciencia. Según cifras de la Unesco, la tendencia internacional es que solo 3 de cada 10 personas en ciencia y tecnología son mujeres.

Como organización, hacemos un llamado a sumar más talento femenino, avanzar hacia un mundo más inclusivo y equitativo y a dejar de lado los estereotipos que no nos dejan crecer. Y tenemos que empezar todo ese proceso por las jóvenes, que todavía tienen un largo y exitoso camino por recorrer. ¡Por más niñas y mujeres en la ciencia!