Expectativas
Toda la ciudadanía está expectante y esperando el inicio del nuevo gobierno. Todos deseamos que las promesas y proyectos se hagan realidad y que la nueva autoridad saque enseñanzas de lo positivo y negativo de gobiernos anteriores. Ojalá que no sea un gobierno "corazón de abuelita" y que cuando haya que aplicar la mano dura y la ley como corresponde, actúe sin titubeos, sea quien sea el infractor. Es de esperar que la juventud no le pase la cuenta al nuevo Presidente y no sea en una "marioneta" de los partidos políticos.
Jorge Valenzuela Araya
Rojas Vade
El convencional constituyente Rodrigo Rojas Vade, hoy alejado de la Convención, pero aún destinatario de su dieta, anunció que si no puede renunciar a su cargo, entonces retomará sus funciones. Tal vez habría que dejar que el convencional reasumiera sus tareas como tal, sin que nadie se interponga ni le espete "¡Vade retro!". El constituyente no solo tendría una obligación respecto de sus representados del Distrito 13, debiendo asimismo justificar de algún modo su estipendio, sino que también resultaría más democrático dejar al votante del plebiscito de salida la consideración de si su reincorporación significa un grano de arena adicional de valiosas mociones e iniciativas que una cabeza y mente despejadas siempre pueden ofrecer, o bien una gota más de desvarío legislativo que se vierte sobre el vaso casi rebosante de la paciencia ciudadana.Kenneth Ledger Toledo
Deconstrucción delEstado
La soberanía nacional se está viendo amenazada por iniciativas de la Convención Constitucional con claro enfoque en la deconstrucción de la institucionalidad nacional y de la integridad del territorio nacional al impulsar movimientos separatistas territoriales, anticipada por aireadas declaraciones de refundar Chile de algunos constituyentes; cambios en nuestro sistema de justicia, debilitamiento estructural del Estado de Chile, con impacto grave en nuestro sistema jurídico y político, impulsado por la izquierda extrema hegemónica y del movimiento de pueblos originarios. En la gran "casa de todos" solo hay cabida para estas facciones políticas, los representantes de la centroizquierda; centroderecha y derecha están marginados, es decir, hay un porcentaje relevante de la ciudadanía que no está siendo representada en el proyecto de la nueva Carta Magna. Qué decepción para muchos chilenos que votaron Apruebo y hoy se sienten engañados. Qué impotencia al ver cómo se fragua el desmembramiento territorial y se generan odiosas divisiones artificiales por facciones identitarias inventadas.
Se impulsan iniciativas que contravienen la igualdad ante la ley, incentivando el conflicto entre chilenos y debilitándonos ante el flagelo del narcoterrorismo en la macrozona sur y ante potenciales amenazas del exterior. Solo queda la esperanza de que el amor por la patria haga recapacitar a algunos para inclinar la balanza a favor de Chile en las votaciones en el pleno. De lo contrario, quedará como última instancia el referéndum de salida.
Arturo Niño de Zepeda Silva
Compleja realidad
Hace pocos días, un equipo de salud de la Municipalidad de Chiguayante, Región del Biobío, encontró sin vida a un joven de 26 años, que estaba postrado, y a su padre de 57 años, ambos encerrados entre las cuatro paredes de una casa que respiraba soledad. ¿Hace falta que los más vulnerables griten para que escuchemos que se están muriendo? Hoy sabemos que Alejandro, un hombre dedicado al cuidado de su hijo, murió producto de un infarto, mientras que su hijo, Francisco, falleció de inanición, debido al abandono y la falta de cuidado.
Hablamos de una tragedia que revela la fragilidad de las personas postradas y vulnerables que, lejos de "ser un hecho aislado", ejemplifica una realidad incómoda de la que no se habla. Si bien nuestros programas de Apoyos Familiares Domiciliarios (PAFAM) del Hogar de Cristo hacen hasta lo imposible para llegar a las personas postradas y sus cuidadores, no dan abasto. Acá vemos los síntomas: personas que se sienten solas, cuidadores que también han contraído enfermedades; exhaustos y cansados de cuidar a otros dejándose de cuidar a sí mismos.
¿No aprendimos nada de la pandemia? ¿Dónde quedó el preguntarnos por aquella persona que no se puede conectar, o averiguar del adulto mayor que está solo, o de aquel vecino que nunca conocimos? Es tiempo de generar alternativas de desarrollo a la altura de los derechos humanos de cada persona y de la dignidad de nuestro destino común. La soledad solo puede curarse con una medicina: la compañía, la atención, el cuidado.
Cecilia Ponce Subdirectora de Operaciones Sociales Hogar de Cristo