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Alegatos por el río Silala reactivan las diferencias entre Chile y Bolivia

CONFLICTO. Demanda presentada por curso de agua que ingresa al país en zona interior de Calama, el cual tendría un carácter internacional.
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Claudio Cerda Santander

El comienzo de los alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, tras la demanda iniciada por Chile hace seis años contra Bolivia por el uso de las aguas del río Silala, volvió a instalar ayer una controversia de diferencia geopolítica que podría tensionar nuevamente las relación entre ambos países, según expertos.

La demanda que encuentra su origen en la aseveración por parte de Bolivia que Chile sustraía las aguas del Silala, y por el riesgo de que Bolivia intentara cortar el curso natural del río hacia Chile. Bolivia incluso amenazó con demandar a Chile por supuesto uso indebido de las aguas de este cauce, según anunció ese país el 23 de marzo de 2016.

Frente a este panorama la Cancillería del exgobierno de la exPresidenta Michelle Bachelet, que encabezaba el exministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, optó por anticiparse y presentar la demanda ante este tribunal internacional.

El 3 de julio de 2017 el equipo jurídico liderado como agente por la entonces directora de Fronteras y Límites, y actual subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes Torrijo, entregó la Memoria de Chile en el procedimiento iniciado por Chile contra Bolivia ante la CIJ el 6 de junio de 2016 por el status y uso de las aguas del río Silala.

Un litigio que posee una vinculación directa con la Región. El Silala, un pequeño flujo de agua dulce, ingresa a territorio chileno en un sector fronterizo de la provincia de El Loa. El sector se ubica a 4.300 metros de altura y distante a unos 140 kilómetros de Calama.

Claudio Troncoso, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, experto en Derecho Internacional y exdirector jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, sostiene que Chile llega en un buen pie para sostener su demanda.

"Cuando se presentó la demanda Bolivia negaba el carácter internacional del Silala, asegurando que su curso se había desviado artificialmente a Chile. Hay que tener en consideración que Bolivia nunca había discutido el carácter internacional del río hasta 1999, que es cuando cambia de posición a esta teoría, que es relativamente nueva".

"Lo que trata de hacer Bolivia es presentar una argumentación a nuestro juicio muy feble, y que se basa en una obra de canalización realizada en 1928 por una empresa de capitales británicos con autorización de Bolivia, unas acequias, que tienen por efecto aumentar un poco el caudal con un flujo de aguas que denominan 'artificial`, y que sería enteramente boliviano y -por lo tanto- no sujeto a las reglas del derecho consuetudinario sobre el uso equitativo y razonable de las aguas", una distinción que el académico aseguró no tendría asidero en el derecho internacional.

Los alegatos orales se extenderán hasta el próximo 14 de abril, cuando comenzará la deliberación de los jueces, una etapa cuya extensión dependerá de los juristas.

En esta demanda Chile solicita a la CIJ que, entre otros aspectos, juzgue y declare que el río Silala es un curso de agua internacional y cuyo uso se rige por el derecho internacional consuetudinario; que Chile tiene derecho al uso equitativo y razonable de las aguas del río Silala; y que bajo el estándar de utilización equitativa y razonable, Chile tiene derecho al uso que actualmente hace de las aguas.

Efecto de gravedad

Según datos de la Cancillería el río Silala pertenece a la hoya hidrográfica del río Loa y a la cuenca hidrográfica del Pacífico. Su curso se ha definido como afluente del río Inacaliri, que tributa al río San Pedro y a través del río Loa llega al mar. Sus nacientes, en tanto, se encuentran en Bolivia, en los bofedales Cajones y Orientales, a una altura superior a 4.350 metros y en un anfiteatro de altas montañas que superan los 5.000 metros.

El Silala cruza a Chile a través de una quebrada con una pendiente de entre 4 y 5% que se ha formado durante por lo menos 8.400 años. Se considera que por efecto de la fuerza de gravedad el agua sólo puede fluir hacia territorio chileno, mientras que cuando entra a Chile su caudal en la frontera es de 170 litros por segundo en promedio.

Según afirmó recientemente el excanciller Muñoz, esta primera demanda de Chile contra otro país en La Haya posee una buena perspectiva de resultar favorable. Ambos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1962.

"Toda situación de una controversia con alegatos, en la Corte Internacional de la Justicia genera tensiones, por lo tanto, hay que ver en qué momento se puede avanzar independiente de este caso. A mi juicio hay que avanzar hacia la mayor integración posible con Bolivia, en el ámbito energético, cultural, turístico, combate conjunto al crimen transnacional, migración irregular. Hay tantas áreas de colaboración conjunta", agregó Muñoz.

Según el excanciller a diferencia de Bolivia, que no usaría el agua del Silala, en Chile se ha empleado con fines como suministro de agua potable y fines industriales.

Para el gobernador regional, Ricardo Díaz, ante el inicio de los alegatos por el Silala, sostuvo que faltó mayor capacidad de negociación previo a este litigio. "Aquí faltó diplomacia, faltó capacidad de diálogo y de establecer acuerdos, es por eso, que se recurre a la Corte. No obstante, tenemos que ponernos de parte de cuidar la soberanía de nuestro país, tenemos que establecer un cuidado de nuestros derechos y de nuestros bienes y, a su vez, ser capaces de defenderlo", dijo.