José Francisco Montecino L.
Por años, la bibliografía publicada por el ahora convencional Jaime Bassa (FA, representante del Distrito 7) ha estado enfocada en analizar la Constitución chilena, además de ser activa voz que apelaba a un cambio de Carta Magna, incluso antes de que ocurriese el estallido social.
Actualmente es miembro de la comisión de Normas transitorias, y en su visita a la Región de Antofagasta trabajó junto a sus colegas constituyentes en la Biblioteca Regional, empezando así la última etapa de trabajo de la Convención Constitucional.
De ser aprobada el 4 de septiembre, ¿cuánto tiempo es lo óptimo para implementar los cambios más profundos que propone la nueva Constitución? El también profesor en Derecho Constitucional explica que "es difícil establecer algo concreto, porque la implementación de la nueva Constitución responde a un proceso permanente, puesto a que, como toda norma jurídica, va a entrar en vigencia cuando esta sea aprobada, y tiene una prescripción de permanencia en el tiempo que se proyecta para las próximas décadas".
"Por lo tanto, parte importante de sus innovaciones van a requerir desarrollo legislativo, desarrollo de políticas públicas posteriores. Y es difícil pensar a priori cuándo estos procesos políticos puedan darse por concluidos", argumenta Bassa.
Y añade: "Me atrevería a decir más bien que lo que se abre con la nueva Constitución es una nueva etapa de profundización democrática, y esperamos que los órganos contemplados en la nueva Constitución, que van a permitir esa profundización, puedan implementarse lo antes posible, probablemente entre este periodo presidencial y el siguiente".
"Yo creo que hay cambios institucionales de distinta envergadura en esta Constitución. Hay algunos de ellos muy profundos, y que son anhelados hace mucho tiempo por parte de la ciudadanía, como la descentralización y el empoderamiento efectivo de las regiones y los gobiernos locales. Yo esperaría que ese proceso, en particular, pudiera empezar a implementarse lo antes posible, ojalá en el próximo ciclo electoral regional y municipal. Pero probablemente su concreción va a tardar más años, porque se requiere de un proceso de transferencia de competencias del nivel central hacia los gobiernos regionales, que van a ir a los ritmos de las demandas de cada una de las regiones", sostiene el convencional.
¿Cuál otro artículo podría tomar más tiempo para implementar, de aprobarse el nuevo texto?
-Yo diría que la implementación de la institucionalidad vinculada a la protección del medioambiente y la naturaleza, donde hay un cambio de paradigma importante. Por otro lado, el sistema de protección de derechos fundamentales, sobre todo los de carácter social, porque durante los últimos 30 o 40 años, bajo la vigencia de la Constitución del 80, los derechos fundamentales fueron bienes que se transaban en el mercado, y el sistema de protección de esos derechos dependía básicamente en la capacidad de pago de cada familia, de cada persona.
El sistema que va a implementar la nueva Constitución invierte la lógica, y piensa los derechos como universales, para todas las personas, con independencia de su poder adquisitivo. Yo creo que esa implementación -estamos hablando de salud, educación, vivienda, pensiones-, se va a proyectar en el tiempo, y va a requerir de un proceso de implementación progresivo y permanente.
Visión de república
Mientras sesionaron en la región esta semana, la comisión recibió la visita del ministro Giorgio Jackson, quien representó al gobierno en la audiencia pública donde abordó el informe propuesto por el Ejecutivo, con una serie de sugerencias para comenzar a instalar la nueva carta fundamental si se aprueba en septiembre.
En general, sus colegas han visto con buenos ojos la propuesta del gobierno. ¿Qué puntos respalda y cuáles no del informe del ejecutivo?
-Nosotros habíamos presentado previamente la propuesta de tener una comisión asesora presidencial, que fuera acompañando el proceso de implementación de la nueva Constitución, porque entendemos que es una política pública que trasciende a los gobiernos de turno. De hecho, empezó con un gobierno, va a continuar su implementación con un gobierno distinto, y probablemente se va a proyectar sobre el siguiente. En esa perspectiva, pensar esto desde el interés superior de la república es una cuestión muy necesaria, y ahí creemos que la comisión asesora presidencial puede ser un apoyo. Y también creo que hay propuestas muy interesantes en torno a la gradualidad y a la periodificación de la implementación de la nueva Constitución, especialmente la que dice relación con la renovación de los órganos y rango constitucional y de sus autoridades.
Tienen muchos informes que revisar y poco tiempo, ¿cómo ve el trabajo que se viene de aquí para adelante?
Parte importante del trabajo de los artículos transitorios se ha venido adelantando durante el trabajo del articulado permanente. Porque, claro, a medida que íbamos tomando decisiones respecto del contenido permanente de la nueva Constitución, íbamos ya adelantando aquellas que iban a requerir reglas especiales de transición de su implementación. Ahora tenemos poco tiempo, pero vamos a disponer el tiempo suficiente para tomar una decisión correcta y adecuada que garantice la implementación eficaz de la nueva Constitución.