Redacción
El Pleno de la Convención Constitucional votará esta semana la propuesta de norma transitoria que busca establecer un quorum de dos tercios para que el actual Congreso Nacional pueda efectuar modificaciones a la nueva Constitución en caso de que el texto sea aprobado en el próximo plebiscito del 4 de septiembre.
La iniciativa plantea que recién después de 2026 se pueda bajar ese quorum para reformas constitucionales, lo que coincide con el fin del Senado, que de acuerdo a otra norma transitoria que debe votarse en el pleno será reemplazado el 11 de marzo de 2026 por la Cámara de las Regiones y todos los senadores cesarán en sus funciones "sin importar la fecha en que fueron elegidos". Así, la mitad de los integrantes del Senado solo podrán ejercer la mitad de su periodo pues fueron elegidos en noviembre pasado para ser parlamentarios por ocho años.
Desde que se comenzó a levantar esta idea los senadores han sido muy críticos, pues afirman que se pasa a llevar la voluntad popular expresada en su elección. Además, rechazan la propuesta de un quorum de dos tercios que dificultaría cualquier cambio.
Ayer, la senadora Ximena Rincón (DC) planteó en CNN Chile que con los dos tercios se estaría dejando "en interdicción" al Parlamento para avanzar en las propias reformas que necesita la nueva Constitución y su implementación.
"Bien absurdo"
"Es bien absurdo y uno al final piensa que Apruebo Dignidad está haciendo un traje a la medida para la izquierda y no construyendo una Carta Fundamental que convoque y haga sentido a un país entero. Lo que ellos quieren es forzar a que sea una norma pétrea, mientras no se instalen eventualmente liderazgos que a ellos les convengan y no dejar abierta la voluntad ciudadana, reflejada en el Parlamento, a la materialización de las normas".
Según Rincón, con esto la ciudadanía percibe el borrador constitucional como un texto "forzado, cargado hacia un lado, que no mira los intereses de todo el mundo. Es un sector imponiendo su mirada al resto".
Una postura similar mostró el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), quien volvió a catalogar la propuesta como "una mala idea porque perjudica la opción del apruebo. A mi entender, una Constitución es una obra humana y por su naturaleza es perfectible, por lo tanto deben existir mecanismos para que se vaya perfeccionando con el paso del tiempo".
Invitó además que "profundizar nuestra democracia" y "no ponerle siete candados a una determinada norma".