Hasta 1.200 millones de personas están en riesgo alto de sufrir calor extremo
Hasta 1.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso adecuado a refrigeración y están en "alto riesgo" de sufrir calor extremo, 21 millones más que el año anterior.
Esta es la conclusión del estudio de Sustainable Energy for All "Perspectivas escalofriantes" de 2022 tras evaluar 76 países "con retos en cuanto a refrigeración", divulgado en Kigali, Ruanda, en un evento con el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.
De aquí a 2030, los autores prevén que la población en alto riesgo de sufrir calor extremo aumente "si no se toman acciones para conseguir la electrificación universal y el fin de la pobreza extrema", objetivos que, de lograrse, podrían rebajar la cifra en 36% (450 millones de personas).
Con poblaciones en "alto riesgo" se refieren a aquellas que no tienen acceso a electricidad, a refrigeración para alimentos o a cadenas de frío para agricultores o que cuentan con ingresos por debajo del umbral de pobreza, mala ventilación y construcción y vacunas expuestas a altas temperaturas.
El estudio subraya que la vida diaria de millones de personas no puede detenerse cuando se registran olas de calor y recuerda que para aquellos que viven por debajo del umbral de la pobreza "su capacidad para adaptarse y prosperar se ve frenada por la falta de acceso a refrigeración".
En 2050, se estima que el 68% de la población mundial vivirá en áreas urbanas y que el número de megaciudades, aquellas que superan los 10 millones de habitantes, llegue a 43, muchas de ellas en regiones en desarrollo, según el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
En zonas urbanas de rápido crecimiento de Asia, África y Sudamérica, la vulnerabilidad de los hogares pobres "se ve agravada por la contaminación del aire, el efecto isla del calor urbano, el acceso limitado a construcciones de buena calidad y una infraestructura con buena refrigeración", agrega.
Las posibles medidas para combatir el calor extremo que se plantean van desde las llamadas "soluciones basadas en la naturaleza", como plantar árboles en áreas urbanas para mayor acceso a sombras, o tecnología como aires acondicionados "hipereficientes".