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Región suma 247 nuevos casos de covid-19

SALUD. Durante la última jornada la autoridad sanitaria informó de un fallecido.
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El último reporte Covid-19 de la Región de Antofagasta, que entrega diariamente la autoridad sanitaria, contabilizó 247 nuevos casos de coronavirus en las nueve comunas de la región. De esa forma, los casos activos suman 1.107 personas. Con 1.590 exámenes realizados y una positividad de un 11,64%.

Antofagasta lidera el conteo, con 164 casos; seguido de Calama, con 64; San Pedro de Atacama, con 5; Mejillones, con 4; Taltal, con 2; Tocopilla, con 1; y no residentes, con 7 casos. María Elena, Sierra Gorda y Ollagüe, no tuvieron positivos.

El reporte detalla, además, 1 nuevo fallecido, sumando 1.776 personas que perdieron la vida desde que comenzó la pandemia en la región el 14 de marzo de 2020. Mientras que el total de casos llegó a 128.753.

Respecto a los hospitalizados suman 23: 17 en Antofagasta y 6 en Calama. 4 permanecen en la UCI, y 3 en VMI Covid (ventilación mecánica), 2 en Antofagasta y 1 en Calama.

Entrevista.

"Estamos viviendo nuestra propia Revolución Francesa"

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"El país y la región están inmersos en una coyuntura que se inició con el estallido social del 2019, y que no ha concluido", afirma Cristian Rodríguez, director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas UCN.

El académico reconoció que vivimos momentos tensos, donde el pasado ya perdió legitimidad, pero sin que un nuevo orden esté instalado.

¿Cuáles son las principales conclusiones de estos datos?

-A lo menos hay cuatro claves que se sintetizan en este estudio. Primero, Antofagasta no es independiente de lo que ocurre en el país, estamos a 1.200 kms., pero inmersos y determinados por las tendencias económicas y políticas que cruzan la nación. La encuesta lo que refleja es aquello. El alza del costo de la vida, la caída de los salarios reales y el aumento de la tasa de interés están impactando las percepciones sobre el país y la región que hoy tienen los antofagastinos, las percepciones sobre el momento económico caen a su punto más bajo. En segundo lugar, están nuevamente de regreso, después de la pandemia, problemas como el alza de la delincuencia, el alza del costo de la vida, las demandas por acceso a servicios básicos de calidad como educación y salud. En tercer lugar, la expectativa de cambios rápidos y radicales en el menor plazo posible que manifiesta un 42% de los entrevistados, es una exigencia que supera las posibilidades de cualquier gobierno. De ahí la desaprobación presidencial, y las evaluaciones de regular a deficiente de las autoridades regionales. Finalmente, también hay resultados que matizan la fotografía de nuestra realidad regional: un 72% dijo que su convivencia diaria es regular o buena con personas que vienen de otros países. La minería sigue contando con el acuerdo del 57% de la población, las instituciones de educación superior y fundaciones aún mantienen la confianza de los antofagastinos, y el proceso constituyente parece haber entrado en otra fase, que insinúa que habrá una competencia y un resultado ajustado.

¿Cómo salir de este atolladero o derechamente tendremos que acostumbrarnos a este escenario difuso y complejo?

-El país y la región están inmersos en una coyuntura que se inició con el estallido social del 2019, y que no ha concluido. Lo pasado perdió su legitimidad, pero aún no se instala un nuevo orden. Un hito decisivo de aquello será el plebiscito del 4 de septiembre. Así que estamos inmersos en una coyuntura de tiempo, en la cual los hechos parecen que se suceden vertiginosamente, una percepción acelerada por las redes sociales, pero esa realidad es una ficción que no es sustentable en el mediano plazo. En definitiva el país y la región volverán a tener un nuevo orden, pero ahora sustentado en una legitimidad democrática que permitirá recobrar la convivencia social y el crecimiento económico a escala nacional, o aspectos tan domésticos como tener la certidumbre que mañana pasará el recolector de los residuos. Lo que estamos viviendo, tampoco es tan original en comparación con la historia universal, con las precauciones debidas estamos viviendo nuestra propia Revolución Francesa. El inicio de un nuevo ciclo. La partida de una nueva República. Tal vez el cierre y el inicio de ciclo lo viviremos el 2026 cuando concluya su mandato el actual Congreso.

Cristian Rodríguez, director ejecutivo IPP: