Correo
Diálogo
Ni vencidos ni vencedores es la máxima que debemos adoptar. Hay que dejar bien en claro que fue una gran mayoría de ciudadanos que rechazaron el texto constitucional de la Convención y que no representan necesariamente a la tradicional derecha, porque hubo muchos de centroizquierda e independientes sin ninguna militancia política que no estaban de acuerdo con la propuesta.
Ahora se debe reactivar la cultura del diálogo y juntos, derecha, izquierda e independientes, todos ciudadanos, debemos aunar esfuerzos para dar inicio a un nuevo proyecto constitucional. Por cierto, no necesariamente se debe empezar con una hoja en blanco; hay varias disposiciones que tienen sustentabilidad y se pueden mejorar con un buen acuerdo, sin mirar conveniencias políticas partidistas, sino que el bienestar del país. Discursos en contra de uno y otro sector solo permitirán seguir con la desunión y polarización de este país que no se lo merece.
Leopoldo Vásquez Morales
Sentido común
El domingo pasado, la mayoría del país dio una lección de sentido común al señalar que lo que quiere es que Chile no se fragmente como nación, que no se creen grupos privilegiados, que no exista desigualdad ante la ley, que no se eliminen instituciones permanentes de la República, que no se permita el aborto libre, que no se debilite la propiedad privada y que no se elimine el recurso de protección.
Adicionalmente, la ciudadanía dio una muestra de cultura cívica y verdadera educación durante las celebraciones posteriores a los resultados, demostrando con ello que sí es posible celebrar sin saquear ni destruir. Además, la mayoría ciudadana rechazó la soberbia, la extravagancia, el mal gusto, la falta de seriedad y, al mismo tiempo, la existencia de payasos haciendo payasadas en un lugar distinto de un circo. Ojalá que hayamos aprendido la lección y no insistamos en sacar más payasos fuera del circo.
Matilde Araya A.
Grandes acuerdos
El aplastante triunfo del Apruebo (78,31%) en el plebiscito de entrada demostró de manera contundente que la gente quiere avanzar, que la gente quiere cambios, que la Constitución que tenemos, con sus virtudes y sus defectos, ya no es la Constitución que el país necesita.
Luego, con el contundente triunfo de la opción Rechazo (61,87%) en el plebiscito de salida, se volvió a demostrar algo: que si bien la gente quiere cambios, estos cambios no se pueden hacer de cualquier manera, que Chile se merece algo mejor.
El nuevo proyecto debe ser uno en el que el diálogo y los grandes acuerdos sean los ejes fundamentales; uno que si bien no dejará satisfecho a todo el país, sí logre juntarnos y ser la expresión de lo que la gran mayoría de los chilenos quiere; uno donde no se impongan las ideas de los extremos, sino que sea el centro y la democracia los factores que primen por sobre todas las cosas; uno donde se busque avanzar, pero no de cualquier forma, sino que con la moderación y seriedad que este país se merece.
Vicente Arévalo De Vidts
Encuestas
Sería interesante conocer la explicación de las empresas encuestadoras de por qué sus pronósticos estuvieron tan lejos del resultado final. ¿Será que al hacer sus cálculos no incluyeron el factor sensatez del pueblo de Chile y en especial de sus adultos mayores? Viva Chile.Francisco Bartolucci Johnston
Fracaso
El fin del plebiscito constitucional ha puesto en el tapete una cuestión no del todo evidente: que la asamblea constituyente fracasó en su propuesta de Constitución, ya que fuerechazada por más del 60% del electorado. Sin embargo, queda por acotar una pregunta fundamental: ¿qué razones se pueden dar ante el fracaso?En primer lugar, la propuesta no cumple con los requerimientos de otorgar al país garantías de paz y justicia, de derechos sociales plenamente garantizados y de participación política en la toma de decisiones, dividiendo, además, al pueblo de Chile en naciones distintas.
En segundo lugar, los derechos sociales no se pueden cumplir, pues no hay garantías de financiamiento. Más aún, y es perentorio recalcarlo, desde la reforma constitucional de 1989, tratados internacionales de derechos humanos tienen rango constitucional y, por tanto, son ley (educación, salud, vivienda, medioambiente, pensiones, derechos sexuales reproductivos). Todos ellos no han sido cumplidos, aun cuando están contemplados en el ordenamiento jurídico chileno.
Existen muchos otros argumentos. Por lo mismo, tanto el artículo 79 n° 4, el artículo 191 y el artículo 309 n° 1 ponen fin a la perspectiva democrática de un hombre un voto y el de la igualdad ante la ley. Si es que en esta propuesta participaron eminentes juristas y constitucionalistas, ¿por qué se cayó en perspectivas que se salen del marco del derecho constitucional en general y chileno en particular? ¿Qué fuerzas no evidentes dicen relación a que hombres de derecho no respeten el Estado de derecho y funden sus razones en la violencia subyacente?
Germán Soto Droguett