Este domingo en Chile celebramos el Día Nacional del Migrante y Refugiado, una oportunidad para destacar y poner de relieve una realidad que no nos deja indiferentes y especialmente a propósito de lo que como país hemos experimentado en los últimos años, con el ingreso de miles de hombres, mujeres y niños que se han aventurado a llegar a Chile con la esperanza de un mejor vivir.
Es un gran desafío, porque en la mayoría de los casos de quienes se afincaron en nuestro territorio vienen de circunstancias económicas muy deficitarias y han puesto su esperanza en mejorar sus condiciones de vida con absoluta y justa razón. Al respecto no podemos actuar pasivamente, porque nuestra condición de cristianos nos revela que somos hermanos, hijos de un mismo Padre tal como nos lo determina el don de la filiación divina y que nos enseña llamar Padre al Señor de los cielos (Mt 6,9) lo que nos debe llevar a trabajar para que todos sin distinción seamos parte de una misma comunidad.
Dios ama a todas sus criaturas y los no bautizados, también son hermanos nuestros en cuanto al origen humano, y como Dios nos ama a todos, quiere que todos nos salvemos y que lleguemos al conocimiento de la verdad.
Este último aspecto es el que debemos trabajar y que de alguna manera tratamos de promover a través de las instituciones que están bajo el alero de la Iglesia como el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) y en nuestra ciudad la Pastoral de Movilidad Humana que depende de la Fundación Caritas Calama. Es a través de este organismo que disponemos de un apoyo permanente a la población migrante en aspectos sociales, orientaciones y en la realización de trámites para que puedan regularizar su permanencia en el país.
No puedo dejar de mencionar la hermosa idea que pudo concretar con el respaldo de muchos, nuestro pasado obispo Óscar Blanco Martínez que leyó muy bien las necesidades de los migrantes e impulsó la creación de la Casa Esperanza, un lugar inédito de acogida para familias que llegan a nuestra zona como también mujeres vulneradas. Digo inédito, porque en la actualidad no existe en el país una infraestructura como la que en Calama se materializó. Un lugar en el que podrán dormir, tener acceso a baños, duchas, comida y descanso. Algo tan cotidiano y necesario, pero que no entregaba ninguna institución y que es una respuesta concreta para quienes debemos considerar nuestros hermanos.
Al finalizar esta columna también quiero reforzar lo que otros hermanos sacerdotes como nuestro querido Padre Enrique ha reflexionado sobre la migración y con su propia experiencia como misionero en nuestra tierra. Tenemos que mirar esta realidad con los ojos de la fe cristiana. Somos todos migrantes en esta tierra y que aspiramos llegar a la patria definitiva, en donde no existen fronteras y que está en el cielo. Dios sea Bendito.
Más Seguridad Más Comunidad
Avanzar en seguridad y justicia territorial es el mandato que nos realizó el Presidente Gabriel Boric, es por ello que como Gobierno hemos lanzado el Plan Nacional "Más Seguridad Más Comunidad", el cual tiene como objetivo entregar apoyo directo a los municipios para la implementación de proyectos que van en la línea de la recuperación de espacios públicos, luminarias y cámaras de televigilancia, con lo que se busca reducir la percepción de inseguridad de las y los vecinos.
Son $30 mil millones de pesos que estarán disponibles para las comunas de todo el país y serán las alcaldesas y alcaldes, los encargos de elevar sus necesidades hasta el 21 de octubre en la plataforma dispuesta por la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
Y es que, como lo hemos dicho, la seguridad es una de nuestras prioridades y por eso trabajamos incansablemente para que las personas puedan transitar tranquilamente en las calles y vivir así también en sus hogares. Es por esta razón, que también el Presidente presentó un proyecto de Ley de Presupuesto 2023 que se traduce en la reactivación de nuestra economía y que considera tres ejes principales: seguridad económica, seguridad ciudadana y seguridad social.
Específicamente, en seguridad ciudadana hablamos de más policías, recuperación de espacios públicos y un férreo combate al narcotráfico y al crimen organizado. Ejes en los cuales ya estamos trabajando, puesto que en la región ya se levantó el primer diagnóstico realizado por el Consejo Regional del Crimen Organizado y del que también ya se anunciaron las primeras acciones concretas como la contratación de profesionales para el Ministerio Público con dedicación exclusiva para estos casos, la compra del portal escáner para la Aduana, entre otras iniciativas.
Estamos y seguiremos trabajando, enmarcados en los planes nacionales y dándole una bajada provincial y comunal, ya que cada territorio tiene dinámicas diferentes. Una de las premisas que tiene este plan es el valor del rol que tienen los municipios en la coproducción de la seguridad, por lo mismo es que en El Loa ya les hemos incorporado en diversas instancias de trabajo como la Mesas de Fiscalización, la Mesa de Seguridad en las Comunidades Educativas, de recuperación de inmuebles que son utilizados para la venta de drogas, y para el cierre de pasos no habilitados en fronteras, entre otras.
Es por esta razón, que para combatir la delincuencia y prevenir acciones delictuales que atenten contra nuestras vecinas y vecinos, todas y todos los actores debemos poner lo mejor de nosotros: Carabineros, Policía de Investigaciones, Ministerio Público, los municipios y la delegación, por eso el llamado es a trabajar en conjunto y coordinadamente, para generar acciones que den resultados que le devuelvan la paz a los barrios de la provincia El Loa, por nuestra parte reafirmamos nuestro compromiso. Seguimos!
Miguel Ballesteros,
delegado presidencial provincial de El Loa
Néstor Veneros,
administrador diocesano Iglesia de Calama