Ausencia escolar, el inicio del problema
"Sabemos que el vínculo emocional con la escuela y el aprendizaje de habilidades socioemocionales son claves para prevenir problemas de conductas". Raúl Perry Mitchell, Gerente de Programas de Fundación San Carlos de Maipo
Estos últimos días hemos visto una creciente y evidente preocupación de las autoridades y de la sociedad en general por las cifras que acusan deserción escolar. De hecho, según el Centro de Estudios del Ministerio de Educación, entre 2021 y 2022 hubo 50.529 estudiantes de educación regular que estaban matriculados en 2021, pero que no aparecen matriculados este año. Un 24% más que en 2019. Por otra parte, la inasistencia grave (una asistencia menor al 85%) afecta a más de un millón de alumnos, representando un 39% de la matrícula. Números demoledores que nos golpean e impactan.
En consecuencia, sentirse de "brazos atados", contemplar la tragedia y no saber qué hacer despierta una combinación nociva de emociones negativas básicas: ira, tristeza, miedo y ansiedad, se unen para formar una sensación de desesperanza. Ya el año recién pasado, la autoridad acusaba esta problemática, generando una alerta que no pasó de una advertencia.
Sabemos que el vínculo con la escuela y el aprendizaje de habilidades socioemocionales son claves para prevenir problemas de conducta en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes (NNA), como el abuso de sustancias, la violencia y la delincuencia.
Ya tenemos los datos, las luces están encendidas y las miradas están enfocadas en esta crisis, entonces la pregunta es: ¿qué podemos hacer? No tenemos que ir muy lejos, miremos la evidencia.
La Universidad de Washington nos muestra, en el sistema Comunidades que se Cuidan, implementado en Chile por la Fundación San Carlos de Maipo, que varias problemáticas de la conducta en NNA, como las antes mencionadas, tienen de base los mismos factores de riesgo. Si queremos transmitir a nuestros NNA el interés por la educación y el valor de volver a la escuela, debemos ser para ellos "adultos significativos", y esto ocurre cuando somos capaces de generar un entorno positivo de reconocimiento a los logros y esfuerzos, una comunicación fluida si nos involucramos en lo que a nuestros NNA les apasiona. Así podremos construir factores protectores a la pérdida de interés por la educación.
La Fundación ha estado trabajando en la diseminación de programas basados en evidencia de habilidades parentales y crianza positiva, los que se han piloteado e implementado en Senda y en la Subsecretaría de Prevención del Delito. Este tipo de programas y otros disponibles en la oferta pública deben llegar a la mayor cantidad de familias. Lamentablemente, la cobertura es insuficiente, es como si para combatir el covid solo se hubiera vacunado el 1% de la población.
Este es un problema que atañe a toda la población, debemos involucrarnos todos y todas. Solo así podremos formar parte de la vida y las decisiones tan complejas que enfrenta esta generación de NNAs.