La atribución es presidencial, pero la responsabilidad es del Presidente
"Decir que un condenado por los tribunales no es delincuente y asegurar que los jucios fueron irregulares es un error político de marca mayor"
Es cierto, los indultos son una atribución presidencial exclusiva de quien ostente la primera magistratura del país. Por lo tanto a tamaña facultad debemos exigir la misma responsabilidad para ejercerla.
Este es el principal problema con la decisión del Presidente Gabriel Boric, indultar a una docena de condenados por actos delictuales parece poco pertinente y absolutamente fuera de contexto con la realidad que vive (sufre) el país en estos momentos.
En rigor, un indulto significa perdonar en nombre del estado los delitos cometidos, este perdón no anula el juicio ni cuestiona la culpabilidad sólo conmuta la pena en un acto de buena fe que espera que lo ocurrido no se repita por el bien de la ciudadanía.
¿Se puede perdonar a quien no ha pedido perdón? No se usted, pero no he escuchado ni leído a ninguno de los indultados y los que siguen presos perdir perdón a la sociedad por sus delitos. Es más, al salir de la cárcel uno de ellos siguió llamando a la insurrección y advirtió que ellos no se calman. Como escribió el francés Pierre Corneille "Quien perdona fácilmente invita a la ofensa".
Imposible entonces que como ciudadanos podamos sentir un poquito de simpatia por la decisión presidencial. En teoría cuando el Estado indulta busca de alguna forma el reencuentro y la comunión de sus ciudadanos, pero con estas decisiones basadas solamente por simpatía política la responsabilidad presidencial queda reducida a un gustito ideológico bastante caro.
Justificar que el Presidente Gabriel Boric tenía que cumplir una promesa de campaña es un argumento débil y peligroso. Es más, si revisamos la prensa encontraremos esta declaración: "No se puede indultar a una persona que quemó una iglesia o una pyme, o que saqueó un supermercado" (El Mostrador, 24 noviembre 2021) más allá de la repetida evidente contradicción del Presidente lo peor de este de este proceso ha sido el poco tino político del Presidente Boric para defender su exclusiva decisión.
Decir que un condenado por los tribunales no es delincuente y asegurar que los jucios fueron irregulares es un error político de marca mayor que deja al gobierno y al Presidente en una posición política muy incómoda. La declaración de la corte suprema fue absolutamente necesaria después del oprobio presidencial a otro poder del estado todo mezclado por la evidente incomodidad que ha producido la elección del fiscal nacional.
Es imposible no mencionar que todos los Presidentes utilizaron esta atribución constitucional. Se indultaron violadores de derechos humanos y narcotraficantes en gobiernos pasados, algunos por razones humanitarias a mi juicio siempre serán atendibles si se evalúan con objetividad y con antecedentes precisos sobre su salud. Lamentablemente los indultados en esta oportunidad no presentaron ninguno de esos motivos por eso la decisión solo se entiende desde la simpatía y cercanía ideológica.
Será el mismo Presidente el que deberá explicarnos y disculparse si alguno de los liberados vuelve a atentar contra la ciudadanía y su bienestar. La atribución es Presidencial, pero la responsabilidad es del Presidente.