Ciudades chinas ofrecen subsidios por hijos ante la baja natalidad
La ciudad meridional china de Shenzhen presentó un plan para ofrecer a sus residentes un subsidio de 3.000 yuanes (442 dólares) por el parto de un primer hijo, recoge el diario local The Paper.
Además, la urbe, de más de 15 millones de habitantes, otorgará a las familias una ayuda anual de 1.500 yuanes (221 dólares) durante los tres primeros años de vida del niño.
Las parejas que tengan un segundo hijo recibirán 7.500 yuanes (1.110 dólares) tras el nacimiento y una contribución de 2.000 yuanes anuales hasta que cumpla los tres años.
Asimismo, las familias que opten por un tercer hijo tendrán derecho a un subsidio de 10.000 yuanes (1.479 dólares) y a una asistencia de 3.000 yuanes (445 dólares) durante los tres primeros años.
Durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en octubre, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que "aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza".
Desde entonces, ciudades como Panzhihua o Pekín y provincias como Hunan, Heilongjiang o Fujian han anunciado subsidios de diversa índole para aumentar la natalidad en sus territorios.
Sin embargo, el profesor del Instituto de Investigación Demográfica de la Universidad de Fudan Ren Yuan, citado por el periódico, explicó que "en las regiones económicamente desarrolladas, el papel de los subsidios para el cuidado de los niños es realmente limitado, porque los costos de la maternidad, la crianza y la educación son muy elevados".
Ren señaló que este tipo de ayudas podrían tener "un efecto más pronunciado" en "áreas rurales" y "el interior del país", donde el costo de vida es "relativamente bajo".
La tasa de fertilidad del gigante asiático cayó por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 en 1992 y en 2020, hasta el 1,3.
Tras décadas imponiendo la política de un solo hijo y posteriormente ampliarla a dos, China permite desde 2021 a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, tanto por la carga económica que significa la crianza como a la prioridad que muchas mujeres deciden dar a su carrera laboral.