Paridad
El Presidente declaró, antes de asumir, que su Gobierno sería feminista y su gabinete paritario; lo que no se ha cumplido, ya que las Carteras están dirigidas hoy por 14 Ministras y sólo 10 Ministros. Creo que la paridad en los cargos es un ideario forzado que ofende a mujeres y a hombres, ya que se fundamenta esencialmente en cuotas de género y no en la selección de aquellas personas con mejores capacidades (derivadas del intelecto natural) y con mayores competencias (logradas con estudio arduo, trabajo duro y años de experiencia).
La salida de la Sra. Marcela Ríos y de la Sra. Izkia Siches, demostró que dichas designaciones no cumplieron ni con la paridad, ni tampoco con la competencia. La realidad posterior superó a la forzada paridad; ya que el factor común en las nuevas designaciones fue sin duda la competencia. En el caso del Ministerio de Justicia, adicionalmente, el tema de género perdió relevancia y no fue considerado. Todo lo anterior, sin duda, es algo que cuesta entender, dada su poca coherencia.
Se me viene a la mente nuevamente la ideología y la "desprolijidad" en la selección y en la decisión; además, de dos refranes populares atinentes. Uno el de "pastelero a tus pasteles" y el otro; que las decisiones adoptadas inicialmente no fueron "ni chicha ni limonada".
Reinaldo Mella Lavalle
Garantía, no subsidio
El fondo de garantías especiales, en particular el dirigido a créditos hipotecarios, es un buen esfuerzo por parte del Gobierno en materia habitacional, pero insuficiente por donde se le mire.
En primer lugar se debe aclarar que en ningún caso es un subsidio habitacional, sino simplemente un fondo que permite que el análisis por parte de un banco sea más favorable para el potencial comprador, al ser el Estado el que garantice un 10% en caso de incumplimiento de pago, pudiendo así entregar créditos hipotecarios con un 10% de pie, y no un 20%. El esfuerzo es insuficiente pues sólo podría beneficiar a cerca de 24.000 familias, muy lejos del déficit de 650.000 viviendas a la fecha.
Los esfuerzos del Gobierno debieran estar en fortalecer la capitalización individual, generando nuevamente condiciones como las de hace pocos años, con tasas de créditos hipotecarios de un 2%, a 30 años plazo, y con sólo un 10% de pie, y para ello debe destinar la cotización adicional de la reforma previsional a las cuentas individuales de cada trabajador.
Eduardo Jerez Sanhueza
Las turbulencias de la CELAC
La Cumbre en Buenos Aires de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Latinoamericanos y Caribeños, adoptó un largo listado de compromisos, con 111 puntos de la agenda global, "dentro de la unidad y diversidad política, económica y cultural". Entre ellos, condiciones financieras, seguridad alimentaria, cooperación ambiental, brecha de género, integración, zona de paz, preocupación por la pandemia y medidas sanitarias, medicamentos de alto costo, drogas, gestión de desastres, innovación, inclusión social, trasformación digital, infraestructura, situación de mujeres jóvenes y niñas, lenguas indígenas, migraciones, discapacidad, cultura, cooperación de academias diplomáticas, corrupción, y coordinación en organismos.
En lo contingente, el Documento se refirió a Cuba, para poner fin al bloqueo y sacarlo de la lista del terrorismo; Venezuela, y las negociaciones gobierno-plataforma unitaria; Malvinas, y respaldo a Argentina; y Puerto Rico, enfatizando su carácter Latinoamericano. Puntos plenos de propósitos acordes a las reiteradas aspiraciones regionales.
La CELAC no estuvo exenta de divergencias, algunas muy profundas, que se evidenciaron en réplicas y hasta cruces de opiniones entre los altos más representantes. Era de esperar, pues existen ciertas situaciones, que se evalúan con posiciones políticas e ideológicas antagónicas, sin la unidad proclamada. Es el caso de la vigencia del régimen democrático, en Cuba, Nicaragua, o Venezuela, los derechos humanos, las desigualdades, o los derechos civiles, enfatizados de diferentes maneras y perspectivas. Otro tanto sobre Perú, el apoyo o rechazo al depuesto Presidente Castillo, y a la actual Presidenta, claramente criticada por gobiernos pertenecientes al Grupo de Puebla, que desempeñó un papel gravitante coordinado con antelación. No faltaron tampoco, las habituales arengas de los líderes latinoamericanos, que motivaron enérgicas respuestas y acusaciones de injerencia indebida.
Episodios aislados, pero que comprometen y postergan las necesidades principales que lograron adhesión.
Samuel Fernández Illanes Académico Facultad de Derecho UCEN