Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

Comprometidos con la comunidad: disminuir los cortes de servicio

" Mientras en 2020 el total de cortes de emergencia en la región llegó a 278, el 2022 esa cifra se redujo a 221". Carlos Méndez, Gerente General Aguas Antofagasta Grupo EPM
E-mail Compartir

El cierre 2022 nos dejó cifras muy alentadoras en un aspecto que la comunidad puede evidenciar fácilmente, me refiero a los cortes de suministro de agua potable por emergencias o programados.

Hemos dicho sostenidamente que estamos comprometidos con la mejora continua de la calidad del servicio y en esa línea el reducir los impactos durante los cortes es uno de los objetivos.

Parte de estos logros respondieron al esfuerzo generado por nuestro equipo humano y también por el mayor uso de nuevas tecnologías, las que nos ayudan a mantener la continuidad del servicio mientras intervenimos nuestra infraestructura por trabajos programados o de emergencias, disminuyendo así los impactos en terreno.

En efecto, durante el año que recién termina se evidencia una reducción del 20% en la cantidad de cortes de suministro por emergencia. Mientras en 2020 el total de cortes de emergencia en la región llegó a 278, el 2022 esa cifra se redujo a 221. Pero no solo hemos disminuido la cantidad de cortes, sino también el total de clientes afectados por éstos. En promedio fueron 451 los clientes afectados por cortes de suministro durante el año que recién terminó, mientras que en el 2020 la cantidad era de 835, lo que implica una disminución de 45%, sin duda un gran avance en la disminución de los impactos de nuestras obras.

Algunas de las acciones programadas que nos ayudaron a mejorar los indicadores fueron la implementación de tecnologías de bajo impacto como hot tapping y line stop, sumado a la instalación de abrazaderas en otras intervenciones y la optimización en la sectorización de cortes.

Todo ello nos permitió durante el pasado 2022 evitar la suspensión del suministro a más de 250 mil clientes en la región.

A las estadísticas ya mencionadas, debemos sumar que la duración de los cortes por emergencia y programados se encuentra actualmente en un promedio de 3,5 horas, por debajo de la media de todas las sanitarias a nivel nacional, esto según el informe de gestión de la SISS que sitúa en 3,7 horas el promedio de duración de los cortes de agua en el resto del país.

Sin duda estas cifras reflejan el trabajo en equipo y compromiso de las diferentes áreas de la compañía para entregar un servicio de calidad y continuo a la comunidad, sumándose al compromiso de seguir invirtiendo en mejoras en el servicio a nivel regional. Un ejemplo, el pasado 2022 invertimos $45 mil millones, mientras que este 2023 superaremos los $61 mil millones para financiar obras que acompañen el desarrollo regional.

Este esfuerzo no queda aquí, porque como dijimos al principio, el seguimiento y control de mejoras continuas en nuestras operaciones -en todos los ámbitos- es una tarea permanente, lo que incluye seguir desarrollando e implementando nuevas tecnologías en nuestros procesos, que tan buenos resultados nos han entregado en los últimos años.

Seguir mejorando en calidad de servicio a los habitantes de la Región de Antofagasta y tener un sistema que dé mayor seguridad de suministro a cada uno de los hogares, son parte de los objetivos fundamentales que hemos perseguido en Aguas Antofagasta desde la llegada del Grupo EPM en 2015. Objetivos que se convierten en nuestra motivación permanente para continuar nuestra misión ininterrumpidamente de proveer el más vital de los elementos en medio del desierto.

Sí, pero…

"En las relaciones humanas, en las relaciones sociales, por lo general, todo es relativo, nada es fijo, estable, o escrito y firmado en mármol".
E-mail Compartir

¡Qué expresión más socorrida! Latente, presente, omnipresente, en realidad. Afirmamos algo, expresamos nuestra conformidad y, acto seguido, ya asoma la restricción, una limitante, un juicio adverso.

Conformidad… inconformidad. Satisfacción… insatisfacción. Acuerdo… desacuerdo. Aceptación… condición. Blanco… negro. Va… y ven.

Es usual luego de un trance, de un diálogo, y de una decisión concordada, dar un sí, probablemente meditado, sopesado, y luego de un andar breve, ver asomar las restricciones, asomar rostros adustos, lo que ya es suficiente para el rumor, para el titubeo, para un… no, no necesariamente abrupto, que sí da un nuevo rumbo a lo antes adoptado.

La proactivividad o ser proactivo implica determinación, una posición quizás anticipatoria, también significa dominio, control. Una actitud tal supone reflexión, análisis, conocimiento, que difícilmente admitiría aceptación de fallos o adversidades. Aun así, un buen conocimiento del entorno y de las personas partícipes, no siempre asegura dominio total, seguridad plena.

De la certeza a la duda. Es muy habitual, mucho más de lo que suponemos, rondar por la seguridad y hacerle guiños a la inseguridad, a las restricciones.

¿Qué significa eso? Que afirmamos algo, y pronto, muy pronto, damos paso a lo adversativo, a lo restrictivo, sino a lo opuesto. En un momento conformes, y luego damos a paso a la disconformidad, aunque no total, sí parcial. Algo es de nuestro agrado y, lueguito, no. Luego de no poco debate, celebramos un acuerdo, y a poco andar, señalamos restricciones o condiciones. ¿Cómo? ¿Por qué? ¡Por qué!

¿Este panorama les suena a algo parecido hoy, en el último tiempo, aquí, acá o acullá?

En las relaciones humanas, en las relaciones sociales, por lo general, todo es relativo, nada es fijo, estable, o escrito y firmado en mármol. Hay mucha variabilidad, nada o poco se sostiene férreamente; podrá asentirse, pero… ; podrá empeñarse la palabra, pero… ; decir sí ahora, pero… ; son tantos los intereses, serán tantos los intereses creados, ¿serán fundados? Para desdecirse de algo, incluso se recurre al más que típico paso en falso, es decir, que lo acordado o lo obrado ha sido ni más ni menos que una "metida de pata". Es decir, lo comprometido, lo prometido se anula, queda en nada.

En el último tiempo, se llega a acuerdo, trámite no fácil, no entre todos, y no siempre se sabe qué ayudó a ese acuerdo, quizás, para llegar a ese sí, yo cedo, tú cedes, y luego, conforme pasa el tiempo, asoman las piedras en el camino, se cortan los puentes, y ya no es sí pleno, tiene restricciones, tiene peros.

Lo peor, el peor escenario es cuando se dice sí, pero es no.

Raúl Caamaño Matamala

Profesor Universidad Católica de Temuco

Un proceso que no asegura el éxito

El modo de redacción de la nueva Constitución se movió de un extremo a otro, lo que hace muy complicado que navegue por aguas tranquilas y se llegue a buen puerto. La falta de matices puede ser un factor que defina la creación de este nuevo proyecto constitucional y si no es tomada en cuenta en lo inmediato, puede conducir a un nuevo fracaso.
E-mail Compartir

El sistema definido para la redacción de la nueva Constitución sigue generando críticas. Una de ellas, es que se pasó de un modelo anterior en el que se abrían las puertas a los sectores minoritarios, a los independientes y pueblos originarios a otra en que la cabida que tendrán será casi nula.

Es cierto que el anterior método fracasó con el triunfo del Rechazo y había que reformularlo. No borrarlo, completamente, porque es muy necesario que el país siga avanzando en temas de inclusión, y si bien, en el actual sistema están presente, es muy difícil que estos sectores logren una representación.

Por ejemplo, los pueblos originarios tienen muy pocas opciones de que uno de sus representantes se siente en el Consejo Constitucional. De hecho, esa realidad se refleja en que se inscribieron solo tres candidaturas a diferencia de las 95 del proceso anterior, que aseguraba 17 escaños reservados.

Hoy no hay reserva, pero sí la posibilidad de incluir a alguno de los tres postulantes si logran cumplir con las reglas eleccionarias. Para que uno salga tiene que obtener al menos el 1,5% de la votación total y para que sean dos un 3,5%.

Analistas, sobre la base del plebiscito de salida en que sufragaron 13 millones de chilenos, explican que para que uno llegue deben sumar entre los tres 195 mil votos. Cifra difícil de alcanzar si se toma en consideración que en la elección pasada todos los postulantes de los pueblos originarios totalizaron poco más 220 mil preferencias. Qué decir para elegir dos.

La situación es similar para los independientes, que también se inscribieron tres candidatos. Dos de ellos aún reúnen firmas para ratificar sus postulaciones y apelan a un milagro para poder ser electos.

Claramente que no se quiso repetir la experiencia pasada, en la que independientes crearon dispersión al abogar por demandas acotadas a un sector reducido, casi individuales, en desmedro de los acuerdos. Así y todo, una mayor consideración habría sido justa.

La falta de matices puede ser un factor que defina la creación de este nuevo proyecto constitucional y si no es tomada en cuenta en lo inmediato, puede conducir a un nuevo fracaso. Escenario que no es descartable conociendo los desaciertos de la clase política.