Correo
Tapati, festival ejemplar
Acabo de regresar de Rapa Nui, donde tuve la oportunidad de asistir al Tapati, fiesta tradicional de la isla. Fue una rica experiencia que motivó apreciaciones y reflexiones. Esta fiesta, de once días, incluye concursos, actividades deportivas y musicales, donde toda la población se prepara durante un año, como en el carnaval de Río o el carnaval de Arica "Con la fuerza del sol".En las noches son las presentaciones, similares a otros festivales. Un par de animadores, ambos de buena figura, elegantes y sobrios, no gritan para saludar al público. Luego, los grupos de familias, niños y adultos alternan cada noche con música, bailes y coreografías, sin interrupciones comerciales ni humoristas que empañen la esencia del espectáculo. El entusiasmo, la alegría y el compromiso de cada grupo invitan para la siguiente jornada.
De esta experiencia nacen varias reflexiones. Por una parte, no me explico que este festival no se transmita por televisión abierta. Al mismo tiempo, pienso que sería una lástima que la televisión contagiara la pureza y naturalidad de esta fiesta. También reflexiono sobre nuestro alicaído Festival de la Canción de Viña del Mar. No creo posible retornar a sus raíces, pero algo se puede hacer para que no muera en el olvido. Entre otras cosas, tras la lamentable reacción de Bombo Fica, el cauteloso retiro de Yerko Puchento y la dudosa calidad de los comediantes, es hora de eliminar a los humoristas de un festival que se anuncia como de la canción.
No puedo dejar de expresar mi admiración por el pueblo rapanui y la obligación de Chile para preservar sus valores, compromiso adquirido con su soberanía.
Eduardo Bastías Guzmán
Regulaciones y compensaciones
Sin duda, inoportunas las palabras del Presidente Boric sobre regulaciones para la industria forestal. Prueba de ello son las razonables declaraciones del fiscal nacional sobre que la industria forestal es, hasta el momento, una víctima más, lo que trajo consigo un rápido contrapunto político del subsecretario del Interior, quien, obviando la palabra clave "más" y, de algún modo, tergiversando las declaraciones del fiscal, llevó agua hacia su molino.
Pareciera que la idea es que si se llega a la conclusión que por malas regulaciones o malas acciones u omisiones de la industria forestal hay motivo para culparla de los incendios, como castigo deberá pagar compensaciones con carácter de royalty.
Análogamente, habría que pensar en regular la conducta del Estado y sus funcionarios para que en las crisis por incendios nunca más bajen el perfil a ese 25% al menos de incendios intencionales (según Conaf). No se hagan los distraídos y actúen con la máxima energía para desactivar a los violentistas incendiarios que se aprovechan de la situación. En todas aquellas situaciones donde el Estado no tome las medidas necesarias con rapidez y eficacia (ejemplo, instaurar toque de queda, que en este caso fue claramente tardío), los daños por conductas intencionales generarán compensaciones para los afectados, sean grandes forestales o pequeños agricultores, las que se cancelarán por parte del Estado con carácter de royalties negativos.
José Luis Hernández Vidal
Prevención activa
Generalmente solemos caer en creencias no siempre justificadas. Me refiero al nuevo avión tanker, del cual se esperan milagros. Hay que poner a este entusiasmo un poco de paños fríos y no caer en exageraciones. Este avión, por muy grande que sea, es un pigmeo frente a la inmensidad territorial y frente a las altas temperaturas que generan los incendios. Todo lo que haga este Manutara moderno solo son gotas en el mar.
La clave frente a estas catástrofes es la prevención activa, es decir, evitar que se produzcan incendios. Y esto se logra definiendo fajas cortafuegos en todas las localidades de Chile cercanas a predios boscosos y en todo cerro, lo que debe estudiarse, diseñarse y ponerse en práctica al amparo de una ley que podríamos llamar "Ley Cortafuegos".
Guillermo Díaz Orellana
Nuevo uso
Quizás en estas vacaciones, momento de hacer orden y tirar cosas por la basura, encontremos algo que pueda ser reutilizado, algo a lo que podamos darle una nueva vida útil, o repasar en que aquello que a mí no me sirve, a un otro puede que sí.
Pienso en todas aquellas personas que, por necesidad, debían dar vuelta los cuellos y puños de las camisas, pero esa premisa también se acompaña de un ¿por qué no hacerlo yo también, aunque no lo necesite por economía? Con esto contribuimos no solo a la renta familiar en momentos de una gran incertidumbre monetaria, sino también a la ecología, al comercio local que compone lo que nosotros no podemos.
Los ejemplos pueden ser muchísimos para probar el punto anterior, pero hay una idea que no debe ser olvidada y seguir aquí el ejemplo de nuestros abuelos: coser, volver a utilizar lo antiguo a través de una nueva vida, son hechos que ahora están completamente a contracorriente de nuestra sociedad chilena actual, pero que debería tener, también ella, una segunda vida.
Paulina Dardel Coronado