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Dirigentes sociales analizan causas y medidas a tomar frente al aumento de campamentos

ANTOFAGASTA. El alto costo de los arriendos y la llegada de más allegados se encuentran entre las principales razones del incremento sostenido de familias viviendo en asentamientos.
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Durante los últimos dos años la cantidad de campamentos en la Región de Antofagasta creció en un 52%, con casi 13 mil familias viviendo en ellos. Estas estadísticas proporcionadas por la organización Techo dan cuenta de una situación compleja en materia habitacional, con múltiples desafíos a enfrentar en términos de intervención.

Parte de las personas que pueden dar cuenta de este aumento desde su visión y experiencia son las dirigentes y representantes de estos sectores, las cuales han debido intensificar su gestión para que los recién llegados pudiesen acceder a servicios básicos y asentarse de manera adecuada.

El factor pandemia jugó un fuerte papel, con muchas personas acudiendo a estos terrenos ante la menor cantidad de oportunidades laborales, la falta de ingresos para acceder a un mejor hogar y la necesidad de acudir a familiares ya instalados en campamentos para tener un techo bajó el cual dormir.

"Hubo mucha cesantía y se sabía lo que eso implicaba en ese tiempo (de pandemia). La gran mayoría de familiares de personas que vivían en campamentos se allegaron ahí y eso llevó a fenómenos como lo que está pasando ahora en La Chimba. Algunos han comprado terrenos particulares y otros siguen tomando espacios en cierta forma irregulares, por lo que es lógico que aumentara el número", explicó Elizabeth Andrade, dirigente del campamento Nuevo Amanecer Latino, ubicado en Los Arenales.

De hecho, la también Premio Nacional de Derechos Humanos señaló que bajó las estadísticas que le proporcionó Serviu, fueron aproximadamente 500 las familias que se asentaron en aquel lugar durante el periodo de mayor emergencia sanitaria, con 35 casas nuevas construyéndose en sus terrenos.

Autogestión

Ante el alza de campamentos ha sido clave la autogestión por parte de las directivas comunitarias. Además de ser el puente con las autoridades locales para el acceso a información clave o la consecución de recursos para sus vecinos, también se han encargado de implementar un trabajo colectivo entre los residentes de sus respectivos asentamientos.

"Nosotros como macrocampamento hemos estado en varias convocatorias junto a las autoridades y hemos planteado muchas de las problemáticas que tenemos. Se ha hablado sobre cómo seguir avanzando, con la idea de seguir unidos en torno a lo que queremos conseguir", puntualizó Valeria Contreras, presidenta del comité Flor de Chile, establecido en Villa Constancia.

"En Los Arenales tenemos una comunidad organizada. Este lugar ahora fue puesto como prioridad nacional por este gobierno, y eso fue fruto de muchas conversaciones y reuniones que surgieron en base a organización comunitaria. El empoderamiento es global y cada lugar se va formando según sus tiempos y sus modos y va respondiendo a las necesidades que la comunidad les pide", profundizó Andrade.

Justamente la incorporación de este último macrocampamento como territorio prioritario por parte del Minvu ha sido una de las respuestas del gobierno hacia esta situación. La idea es iniciar un proyecto de desarrollo habitacional ahí, con la idea de potenciar la urbanización de quienes están radicados en el sector. Aun así, la dirigente advierte que se debe tener precaución ante las intervenciones que se pretenden realizar.

"Nosotros hemos presentado proyectos y formas, así como riesgos sobre la viabilidad de construcción. No es ningún secreto que hay terrenos que están radicados desde hace años, y mucha gente que ve estos espacios reurbanizados y reorganizados quiere ser parte de ellos. Tampoco se les puede negar el derecho a la vivienda", ahondó Andrade.

Contreras coincide desde la percepción que tiene en Villa Constancia: "Hay personas que tienen sus tiendas, que tienen armadas sus redes y hacen toda su vida cotidiana aquí. Todo eso se ha logrado por medio de autogestión, así como los servicios básicos para los vecinos. Es fundamental estar informados para saber las leyes que nos afectan, así como también para comunicarse con las personas que postulan a un hogar y no lo pueden lograr".

Lo que falta

Pese a la existencia de medidas como la que se planea implementar en Los Arenales, aún queda trabajo por hacer. Las representantes apuntan a que debe fortalecerse el trabajo conjunto con el gobierno y las autoridades locales, haciendo un particular llamado a la Municipalidad para involucrarse en el tema.

"Es un enfoque fundamental para nosotros, porque nos sentimos botados con la actual administración. Si no tenemos su apoyo se retrasan los planes que se necesitan realizar. Además en este gobierno recién están llegando medidas concretas y se ha dado un diálogo, aunque ha sido más por medio del Gore, el Serviu o el Minvu", indicó Contreras.

"Es un trabajo de procesos. Todo es evolutivo. Lo que pasa con Los Arenales es un proyecto piloto que si funciona se puede aplicar a otros lugares. Ahí los vecinos deben seguir trabajando para lograr sus objetivos y saber comunicarse para llegar a un diálogo técnico igualitario con las autoridades", concluyó Andrade.