La salud después de la pandemia
Dr. Patricio Toro Erbetta , Subdirector médico Hospital Carlos Cisternas de Calama
"Tengo llagas en mi frente, ya me sangra la nariz, tatuajes imborrables en mitad de abril. Sirenas cortando noche, la muerte lo llena todo, las horas pasan lentas, con mi traje de astronauta en tierra, asustado, me acerco a tu pecho… suplicante. Aún la aurora no se acerca, La mascarilla aprieta un poco más". Con estas estrofas de mi autoría, nacidas en plena pandemia, quería indicarles, que luego de vivir una de las catástrofes sanitarias, económica y sociales más complejas de las últimas décadas es necesario reflexionar respecto al impacto de esta en nuestro sistema sanitario, donde se vivió una exitosa integración de sistema público-privado, ofertando camas críticas, ventiladores e insumos y evitando "la última cama" sorteamos ese escenario catastrófico entre todos, con el esfuerzo y entrega implacable de nuestros funcionarios.
Luego, por conclusión se evidenció la robustez del sistema público chileno, en décadas de desarrollo, sólido, homogéneo e integrado en red, respondiendo a nuestra histórica política pública en salud, con indicadores sanitarios similares a países con un gasto en salud muy por sobre nuestras posibilidades. Por otra parte, se evidenció la "fragilidad" del sistema privado, creado en una lógica económica distinta, muy rentable hasta la Pandemia y luego de ésta, mostrando sus falencias, Sistema donde no aplica el concepto de solidaridad, ya que son planes individuales, la integración vertical con clínicas del mismo controlador, afectando la competencia , la discriminación por edad, morbilidad y fertilidad, la escasa inversión en prevención y promoción en salud, son aspectos que ha costado regular, y en un escenario en que los gastos por licencias médicas y prestaciones se disparó exponencialmente, evidencian que la salud no es rentable y evidentemente es así , es un derecho humano y es deber de cada estado proveerla de la manera más efectiva posible, hemos demostrado nuestra fortaleza sanitaria pública, debemos protegerla y robustecerla como un preciado orgullo nacional.