Columna
Virus respiratorios: fracaso invernal
La comunicación oportuna y eficaz es clave para la campaña de invierno enfocada en la prevención de virus respiratorios. Lo que está en juego es muy serio: preservar la integridad del sistema sanitario y proteger la vida de las personas más vulnerables. Sin embargo, en el caso del actual gobierno, la comunicación ha sido descuidada, lo que resultó en una falta de adhesión a las medidas preventivas y un aumento en los contagios que puso en riesgo al sistema completo.
El Ejecutivo tuvo un desfase al lanzar la campaña el 23 de marzo, cuando los virus respiratorios ya estaban circulando. La tardanza revela falta de anticipación y planificación, aspectos fundamentales en una estrategia de salud pública eficaz.
Más preocupante es el enfoque comunicacional adoptado por las autoridades sanitarias. Si bien se elaboró una campaña, la difusión se ha limitado principalmente a las redes sociales de las cuentas asociadas al Ministerio de Salud (Minsal) y las Secretarías Regionales Ministeriales (Seremis) de Salud. Es alarmante que la cuenta de Instagram del Minsal, con más de 500 mil seguidores, solo haya publicado la campaña con frecuencia a partir de mayo y que antes lo haya hecho solo de manera esporádica. Las cuentas de las Seremis, aunque más activas, muestran escasas publicaciones sobre la campaña de invierno y carecen de un vínculo emocional con su audiencia.
Estas deficiencias se reflejan en la baja interacción por parte de los usuarios, con pocos "me gusta" y contenidos compartidos. Además, los contenidos difundidos están principalmente diseñados para las redes sociales, sin considerar que no todos los ciudadanos utilizan estas plataformas. Las personas mayores, que forman parte de los grupos de riesgo, tienen una presencia limitada en las redes sociales, lo que hace poco efectiva la estrategia comunicacional en este grupo etario.
Una campaña de invierno se considera exitosa cuando logra una alta cobertura de vacunación, reduce el número de casos y evita complicaciones y hospitalizaciones. Sin embargo, dados el colapso del sistema de salud y la elevada tasa de contagios, es evidente que esta campaña ha sido un fracaso. Más que prevención, lo que se pudo apreciar fue reacción cuando la crisis estaba desatada.
Es fundamental que el gobierno reflexione sobre los errores cometidos en la comunicación y realice ajustes para futuras estrategias. Como toda política pública, la campaña de invierno requiere una comunicación efectiva, más todavía cuando lo que está en juego es el bienestar, e incluso la vida, de las personas. Por eso, resulta imprescindible que llegue a toda la población y genere adhesión a las medidas preventivas de salud pública. Solo así se podrá evitar el colapso del sistema sanitario y proteger la vida de las personas más vulnerables en invierno.
El Ejecutivo tuvo un desfase al lanzar la campaña el 23 de marzo, cuando los virus respiratorios ya estaban circulando. La tardanza revela falta de anticipación y planificación.