Redacción
A partir de hoy y hasta este viernes, se realizando en Antofagasta la XXIX versión del programa docente Pasantía Cultural para docentes. Se trata de una iniciativa impulsada por la Fundación Futuro para capacitarlos e incentivarlos a profesores y directores para enseñar fuera de sus salas de clases.
En esta oportunidad los 40 docentes seleccionados recorrerán los principales espacios públicos de la región, como es el casco histórico de la ciudad, la Mano del Desierto, las Ruinas de Huanchaca, el Observatorio Paranal, entre otros.
Según la directora ejecutiva de la Fundación Futuro, Magdalena Piñera Echeñique, el énfasis del programa este año estará en darles herramientas a los docentes para que puedan usar la ciudad como una verdadera sala de clases para que así "los estudiantes se formen en un contexto y no en una burbuja".
¿Cuál es el foco de la pasantía en esta nueva versión?
-Esta es la versión N° 29 de las Pasantías Culturales organizadas por Fundación Futuro para impulsar a los profesores de Chile a conocer su propio país, quererlo, cuidarlo y ¡hacerlo entrar en las salas de clases del tercer milenio! Es indispensable que los estudiantes se formen en un contexto y no en una burbuja. Que le encuentren sentido a la educación. Que sientan que lo que ocurrió en el pasado y se vive hoy más allá de las murallas de sus colegios, es parte de su historia y como tal le debe interesar. El foco fundamental de esta pasantía en la región de Antofagasta está centrado en ello y sus participantes son todos docentes de alguno de los 320 Liceos Bicentenarios de Chile. Estos liceos nos dan grandes muestras de esperanza en la educación actual. A pesar de todas las dificultades, los Liceos Bicentenarios han demostrado que -con fuerza, disciplina y creatividad- se pueden transformar vidas.
Cómo ha sido la experiencia del programa desde sus inicio hasta hoy y el impacto que ha tenido en las comunidades educativas?
-Haber hecho posible que más de 2.300 profesores (que no se conocían entre si) provenientes de las 16 regiones de Chile, de colegios grandes y unidocente, emblemáticos y vulnerables, de diferentes asignaturas, técnicos profesionales y científicos humanistas, iniciando su carrera y finalizándola, se reúnan a compartir experiencias, en medio de un paisaje de Chile, ha sido un privilegio para Fundación Futuro. Mas todavía saber que ha su retorno a sus propias comunidades educativas transfieren anécdotas, experiencias y metodologías con sus colegas y sus estudiantes es una gran satisfacción. Muchos docentes nos confiesan que habían estado en tal o cual lugar, pero jamás lo habían asimilado desde una perspectiva formadora. Otros reconocen que se vuelven con nuevas metodologías y miradas ante una plaza, cementerio, museo, fábrica o hospital como recurso pedagógico.
¿Que importancia tienen los espacios públicos en la innovación de metodologías en materia de educación?
-En esta pasantía visitaremos el Observatorio Paranal que nos permita conversar con los docentes sobre las enormes posibilidades de bienestar y desarrollo que tenemos en eso cielos diáfanos que nos permiten acercarnos al universo y ser un referente internacional en material de astronomía.
Asimismo, constataremos como nuestros actuales estudiantes pueden ser futuros astrónomos y también expertos en toda la gama de oficios ligada a la observación astronómica: ciencia, técnica, turismo, medicina etc. También llegaremos hasta la salitrera Chacabuco donde conviven dos momentos históricos de nuestro país. Por un parte ejemplo vivió del ciclo del salitre del siglo XIX y todos sus bemoles (riquezas para el país a costa de durísimas condiciones laborales para los pampinos) y, por otro lado, un sitio de memoria y reflexión. En 1973 la misma salitrera de Chacabuco fue un centro de detención y de violación a los Derechos Humanos. Ese diferente uso de un espacio físico nos permite conversar del sentido del patrimonio. Pues es tan patrimonio la salitrera como ejemplo vivo de nuestra historia económica que como un campo de prisioneros políticos. Sigamos. ¿Qué mejor lugar que a Plaza Colón para hablar de la inmigración en Chile a lo largo de nuestra historia así con muestra capacidad de tolerancia ante lo distinta? ¿Habrá un mejor contexto geográfico para sentir y aprehender la magnitud del desierto que el Norte Grande?
¿Cuál es su análisis de la crisis educativa que vive el país como consecuencia de la pandemia, lo que se vio reflejado en los recientes resultados del Simce?
-Esta es innegable. No solo la pandemia nos golpeó ¡y firme! también el estallido social, la violencia y la aceptación de esta, la inseguridad, la desvalorización del valor del saber, de la curiosidad, del asombro. En este contexto, muchos docentes confiesan que ya no se la pueden. Que los apoderados está empoderados y a veces maltratan, que los jóvenes tienen menos tolerancia a la frustración y súmale a todo ello, que -en pleno 2023- (A 100 años de la Ley de Instrucción Primaria) la mitad de los estudiantes que llegan a quinto básico sin saber leer y escribir funcionalmente. Ello es una tragedia que genera una insoportable desigualdad. En esto los profesores no podemos seguir como si no pasara nada o priorizando los legítimos reclamos gremiales. Es un imperativo ético que los docentes de Chile seamos los primeros en arremanguemos las mangas con mucha fuerza y mayor creatividad para formar ciudadanos libres, proactivos, soñadores y con una alta valoración de la democracia. Hagámonos también cargos de nuestras responsabilidades y -al decir de Gabriela Mistral- démosle una buena "lección de humanidad" al resto de la sociedad. Entonces, otro gallo cantaría...