CPC acude al TC por ley de delitos económicos y el Gobierno se lanza en picada contra el gremio
POLÉMICA. Ingresó téngase presente para control de constitucionalidad.
La ministra Camila Vallejo, consideró "preocupante" la decisión de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) de acudir al Tribunal Constitucional para que se modifique la ley de delitos económicos y medioambientales promulgada en mayo de este año, mientras que su par de Justicia, Luis Cordero, dijo que "esto es como el eterno retorno".
El gremio de los empresarios, representado por los abogados Constanza Hube y Gabriel Zaliasnik, ingresaron ayer un téngase presente de 34 páginas en el que expone que la norma tiene una "mirada selectiva y fragmentada" que la haría inconstitucional.
"Esto es como el eterno retorno. A mí me parece que la actitud de la CPC es lamentablemente una manera tradicional que tiene una parte del sector privado de abordar proyectos de ley que han sido aprobados por amplia mayoría en el Congreso", reclamó Cordero.
El ministro recordó que "es exactamente lo mismo que se hizo en el caso del Sernac, un proyecto que tenía por propósito robustecer el sistema institucional en materia de consumidores, con una amplia aprobación por parte de este Congreso, mientras estaba en control preventivo, un simple 'téngase presente' derribó completamente ese proyecto de ley".
Cordero agregó que el proyecto de ley tuvo "amplísima discusión (...) Sin embargo, el sector privado pareciera que solo se enteró de su tramitación en la parte final".
"Todo el mundo tiene derecho a petición. Lo que me parece que es un indicador políticamente incorrecto es tratar de utilizar al Tribunal Constitucional en el control preventivo para alterar la voluntad del Congreso", dijo además el ministro.
El téngase presente indica por su parte que "las herramientas penales usadas por parte del legislador en los preceptos del proyecto de ley no apuntan a considerar al derecho penal como último recurso (ultima ratio) ni tampoco a proteger el bien jurídico protegido del Orden Público Económico".
La norma, agrega, atentaría "contra el propio Orden Público Económico al 'seleccionar' a un determinado grupo de personas que trabajan en ciertas organizaciones, para aplicar un régimen punitivo distinto -y por cierto- más gravoso que el general".