Laboriosidad
Jesús Aranda Valverde , Pastor evangélico
Viene a mi mente esta palabra, en estos tiempos en que se extraña o no se conoce lo que es la laboriosidad. El diccionario la define como "la perseverancia y esmero en el trabajo" Podemos decir: "hacer las cosas bien hechas" La queja reiterada que he escuchado de parte de amigos empresarios, es: "son escasos los buenos trabajadores"
En la Palabra de Dios hallamos innumerables ejemplos de laboriosidad, y una constante en el llamado de Dios- o de nuestro Señor Jesucristo- es llamar solo a personas ocupadas. De allí tomo una frase que uso habitualmente: "Dios no bendice flojos". Veamos al primer hombre: Adán, no fue puesto en el Edén de vacaciones, todo lo contrario, tenía que trabajar y cuidar del jardín de Dios (Génesis 2:15) Lo mismo ocurre en la historia del arca de Noé, se piensa que alrededor de 100 años se tardó en construirla y en hacer lo que Dios le pidió, eso es LABORIOSIDAD con mayúsculas (Génesis 7:11). Si vemos la historia de Abraham, es lo mismo. Según Flavio Josefo (historiador romano), era un catedrático de la universidad de Ur, o sea estaba ocupado y sin embargo deja todo y se va tras el llamado de Dios (Génesis 12:4).
Podemos seguir revisando todo el Antiguo Testamento y veremos situaciones semejantes que se repiten. Pero veamos el Nuevo Testamento y específicamente, los Evangelios. San Marcos nos cuenta del llamado de Pedro y Andrés, hermanos pescadores que estaban ocupados cuando fueron llamados (San Marcos 1:16) Asimismo pasó con Juan y su hermano Jacobo, dice el evangelista que estaban remendando sus redes cuando fueron llamados y a la voz del Maestro dejaron a su padre con los jornaleros y se fueron tras mi Señor. Llama la atención que remienden redes cuando no era su obligación hacerlo. Eran laboriosos. (San Marcos 1:19-20) Lo mismo ocurre en el llamado de Levi o Mateo, este se encontraba cobrando impuestos, lo cual tampoco debería hacer ya que tenía personal para realizar esta tarea ingrata y mal evaluada por la sociedad de aquel tiempo, sin embargo, estaba trabajando y deja todo y sigue a nuestro Señor (San Marcos 2:14)
Así que, estos ejemplos espero nos sirvan para mejorar nuestra concepción sobre el trabajo y la dedicación que debemos entregar en cada tarea asumida. Recuerde: Dios no bendice flojos; y por supuesto no aprueba la flojera, al contrario condena esta mala práctica (Proverbios 6:6-11) Sin embargo la diligencia (laboriosidad) es exaltada (Proverbios 10:4, 12:24, 13:4, 21:5) Por todo esto deseo animarlos a ser laboriosos en el lugar donde estés desarrollando tus actividades, sean remuneradas o no. Solo así podremos ir hacia el desarrollo, ya que la gente laboriosa, hace mejores personas, mejores familias y por supuesto, mejores trabajos; y una sociedad virtuosa en sus labores, seguro será una sociedad mejor. Dios les bendiga.