Con el diagnóstico que existen importantes desafíos en materia de productividad para la Región de Antofagasta y en particular para la minería, el gerente general de la Corporación de Capacitación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción, José Esteban Garay, tuvo una serie de encuentros con actores del mundo público y privado en la ciudad. Y esto en el contexto del conversatorio sobre psicología positiva para mejorar el ambiente laboral organizado por la entidad, que es el principal gestor de formación laboral en minería a nivel nacional
¿Cuáles son los desafíos más importantes que enfrentan las empresas de la región?
-Vemos importantes desafíos en la formación laboral para la Región de Antofagasta y en particular para la minería, partiendo por productividad. Y para enfrentar esa problemática se requiere que las empresas entiendan la importancia de empezar a ocuparse de este tema, identificando las brechas, diseñando y planificando un programa de formación que vaya en línea con sus objetivos estratégicos, e implementándolo a conciencia. Solo las empresas mineras que prioricen la formación continua de sus trabajadores podrán resolver la problemática y ser más productivas.
¿Qué brechas se deben ir cerrando?
-Enfrentamos hace ya algunos años una profunda transformación productiva y del mercado laboral, que vemos afecta en particular a la mediana minería, cuyas faenas presentan productividades significativamente menores que la gran minería, tal como lo refleja un estudio de la Comisión Chilena del Cobre, que explica la brecha por el grado de mecanización y automatización mayor en las operaciones de gran escala, y en el hecho de que las medianas empresas son, en términos generales, más intensivas en empleo que las grandes mineras.
¿La automatización en procesos productivos significará mayor cesantía en la industria?
-No, pero si se debe realizar el diagnóstico y enfoque adecuado. El Consejo de Competencias Mineras estima que a 2030 las empresas tendrán que atraer más de 25 mil talentos, como resultado de la combinación de retiros y la creación de nuevos puestos de trabajo, fenómeno vinculado a la incorporación creciente de tecnologías que reemplazan o complementan las habilidades y conocimientos de la actual fuerza de trabajo de la minería.
¿Y qué medidas aparecen como fundamentales?
-Se requiere un esfuerzo significativo de inversión para mejorar y actualizar capacidades (upskilling) junto a otros de reconversión (reskilling) para personas cuyas ocupaciones sufrirán cambios radicales. La experiencia nacional e internacional ha demostrado que las estrategias más efectivas en el corto plazo para incorporar talento hacia un sector son los procesos de vinculación formativo-laboral de calidad, tales como los procesos de prácticas y programas de aprendices.
La formación laboral también contribuye en respuesta a la escasez de capital humano en la región, lo que hasta hoy obliga a las empresas a buscarlos en otras regiones. Un anclaje territorial colaborando con el mejoramiento de los respectivos ecosistemas formativos en las trayectorias vinculadas con las tecnologías, permite mejores prácticas y estándares de industria, con mayor comprensión de la realidad local y las necesidades desde el territorio.
¿Qué otros desafíos deben abordar las empresas de la industria?
-Esta semana lanzamos un estudio que entregará información clave sobre los sesgos que impiden el trabajo femenino en la minería, que nos permitirá alinearnos con la ambiciosa agenda nacional en materia de sostenibilidad para el sector, abordando una necesidad imperativa de las organizaciones modernas, como es la diversidad e inclusión como aspecto fundamental para su crecimiento y cumplimiento de objetivos de largo plazo.
En esa línea, debemos hacernos cargo de realidades preocupantes, como que la Región de Antofagasta tiene la segunda tasa más alta de desocupados de todo el país, cifra que es aún más compleja si segmentamos en el acceso de la mujer en el mundo del trabajo.
¿Cómo se puede lograr que la capacitación de los trabajadores incida en mejores resultados para las empresas?
-Es fundamental que exista articulación entre las necesidades de las empresas con la oferta de formación disponible para los trabajadores, y en eso somos expertos porque conocemos de primera fuente que es lo que las empresas necesitan, y tenemos la capacidad de articular con Sence y los OTECs (Organismos Técnicos de Capacitación), una oferta formativa que dé respuesta oportuna y de calidad a estas necesidades.
En ese sentido, tenemos un rol fundamental en el desarrollo de las personas y en la formación de talentos, en la productividad de las distintas industrias y en el crecimiento del país en su conjunto. Estamos en un momento clave si consideramos que un 23% de los trabajos actuales cambiarán en los próximos cinco años, según el World Economic Forum, por lo que la capacitación y formación continua es crucial.
"Vemos importantes desafíos en la formación laboral para la Región de Antofagasta y en particular para la minería, partiendo por productividad".