Agencias
Asediados por Israel y retenidos por Hamás, los civiles de la Franja de Gaza están atrapados en un fuego cruzado que hoy cumple siete días; no tienen dónde refugiarse y tampoco pueden abandonar el enclave palestino, que está colapsando mientras acumula más de 1.400 muertos y 6.200 heridos.
Con niños en brazos y ancianos a cuestas, las familias gazatíes huyen de un lado a otro en la desesperada búsqueda de refugio ante los constantes ataques -por aire, mar y tierra- de Israel, que prometió "borrar de la Tierra" a Hamás y especialmente a sus fuerzas especiales Nukba (Élite), autores del masivo ataque que inició la guerra el sábado pasado.
"Sí, (la ofensiva) es más grande que nunca", dijo el teniente coronel Richard Hecht, vocero del Ejército israelí.
Prueba de esto es que a pesar de estar volcado en la identificación de sus más de 1.300 víctimas, Israel sopesa la posibilidad de una incursión terrestre a la Franja de Gaza, cuya población civil no tiene a donde escapar ni donde refugiarse de las bombas.
Israel desplegó 35 batallones en la zona sur, "listos para ingresar en la Franja de Gaza, si el gobierno así lo decide", afirmó ayer Roni Kaplan, otro vocero del Ejército, que ahora centra su ofensiva en acabar con los líderes de Hamás.
Un tercer vocero militar indicó que Israel prepara la próxima fase de la guerra, que podría ser desde el aire, combinando aire o mar, o también por tierra, aunque no es definitiva ninguna decisión, dificultada por el hecho de que las milicias palestinas de Gaza tienen unos 130 rehenes.
Fósforo blanco
En medio de esa ofensiva, la ONG Human Rights Watch (HRW) denunció ayer que Israel ha usado fósforo blanco, un arma prohibida internacionalmente, en operaciones militares contra Gaza y además contra el Líbano, y alertó de los graves riesgos que supone para la población civil, según un comunicado.
HRW indicó que verificó videos tomados el 10 de octubre en Líbano y el 11 de octubre en Gaza que "mostraban múltiples explosiones en el aire de fósforo blanco disparado con artillería sobre el puerto de la Ciudad de Gaza y dos localizaciones rurales en la frontera entre Israel y Líbano"; además, entrevistó a dos testigos.
"Cada vez que se usa fósforo blanco en áreas civiles concurridas, supone un alto riesgo de quemaduras insoportable y sufrimiento de por vida", advirtió la directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África, Lama Fakih.
Respecto al ataque en Gaza, la ONG entrevistó a dos personas del área de al-Mina en la ciudad de Gaza que describieron bombardeos "consistentes con el uso de fósforo blanco", con explosiones en el cielo y "líneas blancas que iban hacia la tierra", indica la nota.
HRW agrega que verificó un video tomado en el puerto de la ciudad de Gaza e identificó que las municiones usadas en el bombardeo eran proyectiles de artillería de 155 mm de fósforo blanco que estallaban en el aire y que "otros videos colgados en redes sociales" y chequeados por la ONG "muestran la misma localización".