Las inconsistencias en el caso de supuesto abuso sexual que atormenta a Cobreloa
DENUNCIA. Los testimonios que ratifican un aparente delito provocado por jugadores del club sigue cayendo en graves vacíos de fondo que sólo desprotegen a la víctima y claman por una pronta definición judicial desde el Ministerio Público.
La aparición de un supuesto excadete de las series menores de Cobreloa en el programa "Círculo Central" de TV+ donde ratifica haber sido testigo de una violación en masa hacia una joven en dependencias del club Cobreloa en septiembre de 2021 vuelve a reabrir una herida que en el club minero no ha podido cerrar por mucho tiempo.
El caso, dado a conocer públicamente por El Mercurio de Calama en febrero de 2023 y que contó con el mismo testimonio de ese exfutbolista de las series menores, más otro compañero que aseguraban haber presenciado el hecho y se suman a la versión de la exapoderada patrocinante en la denuncia, María Elena Saavedra -identidad oculta en ese reportaje hasta que ella misma transparentó su postura en medios capitalinos- sólo vienen a remarcar la serie de inconsistencias y retrasos que tanto la parte acusatoria, como el club denunciado, las autoridades involucradas y principalmente, el Ministerio Público han tenido a más de un año de conocido el hecho.
Sin ir más lejos, la declaración del supuesto afectado por ser testigo ocular del hecho -en la versión a este medio indicó que sólo le prestó ayuda a la supuesta víctima una vez concretado el abuso- donde expresa que "desde el momento en que ocurrió hasta hoy, no puedo dormir, es algo que me atormenta. Quiero justicia" pidiendo que se piense primero en la víctima y saliendo a desmentir la investigación interna de la institución que estableció que no se pueden confirmar los hechos, inmediatamente alienta dos interrogantes.
Primero, ¿por qué el afectado reitera una declaración que hizo públicamente hace 14 meses y en el intervalo nunca se presentó a los tribunales a presentar testimonios? Y lo segundo, en la citada entrevista se vuelve a citar como el lugar del eventual ilícito a la Casa de Cadetes del club, cuando en publicación de El Mercurio de Calama del 22 de noviembre pasado, el exentrenador de la Sub 17, Adán Vergara admitió que "eso fue en un inmueble donde conviven jugadores pero que no estaba bajo el resguardo del club. No es la Casa Cadetes", situación que luego sería ratificada por la investigación interna realizada por el equipo de abogados Colombara Estrategia Legal, un dato que también consta en la investigación del Ministerio Público.
Lo concreto
De acuerdo a las versiones de testigos, de la propia víctima -expuesta por la parte acusatoria en el mismo programa de televisión durante el año pasado-, de Cobreloa y que está dentro de la carpeta investigativa, se reconoce que el "asado" donde presuntamente ocurrieron los hechos efectivamente se realizó en la noche de ese 19 de septiembre de 2021 en un domicilio adyacente a la Casa Cadetes.
Desde allí, todo es presunción, con dos denuncias interpuestas. Una a nivel policial -la PDI interrogó a testigos, incluso a ex entrenadores de las divisiones menores- que luego fue retirada por la propia víctima y una segunda, tras la insistencia de la exapoderada Saavedra que llevó el tema a niveles oficiales, como la Cámara de Diputados. Ministerio del Deportes, ANFP y Ministerio de la Mujer, encontrando fuertes aliados. Hoy existe una causa encargada desde Fiscalía Nacional con desconocidos avances públicos ni eventuales fechas de resolución.
Desde allí, la estrategia de ambas partes es tan cruel como poco solidaria. Cobreloa mantiene silencio y equivoca la postura de aguantar el vendaval esperando dictámenes oficiales, asegurando que no conocen los nombres de los supuestos involucrados. Una cuestión que se pone en duda, más cuando pese a la presunción de inocencia, la parte acusatoria ha hecho circular informalmente algunos nombres de presuntos responsables. Desde allí, el caso hoy ensucia a otros futbolistas naranjas que no estuvieron ni siquiera cerca de la mentada "reunión social".
Una de las principales aliadas de la exapoderada del club que inició la lucha por visibilizar la denuncia -cuyo hijo fue apartado de la proyección en el club al igual que los dos testigos que aseguran haber visto los hechos- es la diputada Marisela Santibáñez, quien tras conocer el testimonio televisivo del pasado domingo afirmó que "el relato del cadete fue completamente sobrecogedor, esto muestra una cultura generalizada que relativiza la violación y otras atrocidades que las mujeres hemos tenido que soportar durante siglos. Hay que llegar al fondo de este asunto de manera urgente".
No obstante, ni de parte de ella ni de otros parlamentarios que han salido a reaccionar hoy y antes con la investigación interna del club, condenando el curso de los hechos como la diputada Catalina Pérez o sus pares Yovana Ahumada y Andrés Giordano han comunicado públicamente sus gestiones directas para presionar al Ministerio Público de la Región de Antofagasta, eso con el fin de apurar la investigación y determine si existen o no responsabilidad en un tema de profunda repercusión social y que llena espacios en medios de circulación nacional.
Es más, a nivel de estos mismos medios se cae en grave desinformación al sostener que el riesgo al que se somete Cobreloa es la desafiliación de los torneos de fútbol profesional, atendiendo a la firma del Protocolo Sobre Abuso Sexual firmado por la ANFP y el Ministerio de la Mujer en 2021.
Lejos de ello, el caso se encuentra hoy en una comisión investigadora de la Cámara de Diputados y en la Comisión de Arbitraje, entes que sólo pueden adjudicar responsabilidades éticas sobre el manejo directivo de la denuncia, llegando al tope de sancionar a directivos del club por desapego a la aplicación de dicho protocolo.
Cobreloa
Tan condenable como poco entendible es la postura que tuvo el club desde que se conoció el hecho, apelando a la versión de su presidente, Marcelo Pérez, quien estableció que "como institución nos ponemos a disposición de los tribunales y organismos que llevan a cargo la investigación para entregar todos los antecedentes disponibles".
Desde allí reina la instrucción del "silencio total", sin que funcionarios, entrenadores o dirigentes puedan referirse al asunto por instrucción de su equipo jurídico, eso pese a que hay auspiciadores que claman por una pronta aclaración del tema desde la entidad.
Con sólo un encargo de investigación interna -duramente criticado por las partes denunciantes- y esperando resultados para iniciar acciones legales contra los patrocinantes en la denuncia, Cobreloa tampoco se pronuncia sobre la división y aprovechamiento político del tema en su interna. Hoy existen dos bandos...
Extrañamente, la acusación original recaía sobre el ex presidente, Fernando Ramírez, quien meses después de ser removido del cargo aparece como a favor de la denuncia, dando testimonios en medios sobre el silencio de sus pares y encabezando una moción para pedir una asamblea extraordinaria, en donde el actual directorio "explique a los socios por qué se hizo un gasto de dineros de la institución para contratar a un estudio de abogados externos", como apuntó en Radio El Loa.