Inauguración: Radar Barros Arana acaba con las zonas ciegas del espacio aéreo de la región
CALAMA. La estación de control de tráfico aéreo, que cuenta con dos radares de vigilancia que le permiten supervisar cerca de 25 mil operaciones anuales en la región, dispone de 340 paneles solares que le suministran energía cien por ciento limpia.
En el cerro Barros Arana, a 60 kilómetros al sur de Calama, fue inaugurado ayer el primer radar de control de tráfico aéreo del mundo alimentado por energía solar. Actividad que fue encabezada por el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein, y el general de Aviación y director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Carlos Medina.
La estación cuenta con un avanzado y eficiente radar de vigilancia primario STAR NG y uno secundario RSM Modo S, que en conjunto aseguran la vigilancia operativa para el control del tráfico aéreo civil, permitiendo aumentar significativamente la seguridad y la eficiencia de las operaciones aéreas en el norte de Chile.
Alimentada por energía solar, la estación de tráfico aéreo cuenta con 340 paneles solares para aprovechar al máximo los altos niveles de radiación solar de la región. Sistema que incluye baterías y generadores de reserva para asegurar el funcionamiento general de la estación y salvaguardarse ante posibles cortes de energía o disponibilidad limitada de las fuentes regulares.
25 mil operaciones
Durante la ceremonia, el general Carlos Medina, destacó que con la incorporación de la nueva infraestructura "aseguraremos de mejor forma el control y la vigilancia del tráfico aéreo en la zona norte del país", iniciativa que "surgió de la necesidad de los servicios de tránsito aéreo debido a la existencia de ciertas zonas ciegas en el espacio aéreo de Calama, que iban en desmedro del control de las operaciones del Aeródromo El Loa, como para los tránsitos internacionales desde y hacia Argentina".
Esto, explicó, dio origen a los primeros estudios en el año 2014, cuando se efectuaron los primeros trabajos y análisis, considerando diversas variables, de distinta índole, finalmente se determinó que la mejor alternativa para el suministro de energía eléctrica era sin duda la fotovoltaica.
Medina dijo además que la estación consta de dos modernos radares, primario y secundario, proporcionando todos los requisitos de vigilancia operativa para el control de tráfico aéreo civil y militar en la zona. Este equipamiento destaca por su capacidad para detectar objetivos de distintos tamaños y velocidades, cubriendo un rango de hasta 100 millas náuticas y garantizando el control del tráfico aéreo en el norte.
Desde el punto de vista operativo, prosiguió, la implementación del radar "contribuye significativamente a la seguridad de la navegación aérea, satisfaciendo los requerimientos de la organización de aviación civil internacional y complementando los servicios de tránsito aéreo en seguridad y servicios a los usuarios del espacio aéreo de la zona norte del país. Con aproximadamente 24.000 operaciones al año, cifra en constante crecimiento, el radar aportará tanto al control en los tránsitos en el sector de Calama como los que sobrevuelan el espacio aéreo".
Colaboración
Para hacer posible el proyecto, que tuvo un costo de US$ 9,5 millones, trabajaron en conjunto tres países: Francia, Chile y Brasil, alrededor de 30 personas distribuidas entre la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la multinacional francesa Thales y Clemar, empresa brasileña, parte del consorcio proveedor de la infraestructura civil. Proceso en que generaron empleo para 300 personas de la región de Antofagasta, que se desempeñaron como proveedores y colaboradores.
Destacar también que las empresas se esforzaron por garantizar la preservación de los yacimientos arqueológicos de la zona perteneciente a la comuna de San Pedro de Atacama. Fue así que con la autorización de los pueblos originarios, los sitios recibieron una demarcación especial que preserva la historia y la memoria del lugar.
Sobre este punto, el alcalde de San Pedro, Justo Zuleta, sostuvo que "lo comentamos con el presidente de la comunidad de Río Grande, este es un hito muy importante, porque estos sitios de mayor altura nuestras comunidades los utilizaban para hacer ciertos ritos y muchos de esos hallazgos quedan y agradecemos que se haya respetado cada uno de ellos y se le dé la relevancia que corresponde".
"Es un gran aporte a la seguridad de la navegación aérea, resolviendo la necesidad del Centro de Control de Iquique y del Centro de Control de Aproximación de Antofagasta al contar con visualización tanto de los tránsitos que operan en el sector de Calama como los que sobrevuelan el espacio aéreo nacional".
"Es un hito tremendamente importante y no sólo para el Gobierno sino que para el país. Su capacidad de funcionar solo con energía solar, tiene la gran ventaja de no emitir 60 toneladas de CO2 al año y el resguardo también que se tuvo de los hallazgos de las culturas indígenas, hacen un mosaico de logros".
"La inauguración oficial de esta estación radar 100% alimentada por energía solar es un hito tecnológico para la industria del control de tráfico aéreo no solo de Chile sino que del mundo. Ubicando a Chile en la vanguardia de las innovaciones ambientalmente responsables utilizando tecnología de punta".
"Este radar permitiría ir generando nuevas líneas de conexión. Tenemos un desafío muy grande como es el Corredor Bioceánico donde nos conectamos con Brasil, Paraguay Argentina y por qué no ir pensando en establecer líneas y tráfico aéreo directo con esa zonas, que no pase todo por Santiago".
"En promedio el terminal tiene 60 operaciones diarias y en un mes eso significa 1.800 sólo en Calama y eso está asociado a 180 mil pasajeros mensuales, y si vamos al año, tenemos sobre 18 mil operaciones. A nivel nacional, somos el tercero, primero está Merino Benítez, después Antofagasta y luego El Loa".
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