Muchos años atrás escuché una frase del personaje de una película que me impresionó y que nunca olvidé. Dijo enfáticamente: "¡Tengo un lugar en el mundo!" ¿Qué es tener un lugar en el mundo? Desde el punto de vista material todos y cada uno de nosotros tiene un lugar en el mundo. Ocupamos un lugar físico, caminamos, nos relacionamos con otras personas. Esto indica que la frase tiene otro objetivo, que no es material, sino que se refiere a quienes somos y qué hacemos para vivir, no para durar mientras transcurren los años. Recordemos a Víctor Franklin, creador de la logoterapia y prisionero No 119.1104 de un campo de concentración nazi. Escribió, entre otros libros "El hombre en busca de sentido". Es inevitable preguntarse: ¿cómo pudo él, había perdido todo lo que tenía, incluyendo a su familia, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que estuvo a punto de morir, decidir que la vida fuera digna de ser vivida?
La respuesta es sencilla para quienes, salvando las infinitas distancias con nosotros, creemos lo mismo que Franklin ¿Por qué? Porque le hemos dado un sentido positivo a nuestra existencia. Esa finalidad es para cada uno de nosotros la razón de ser de estar presente en el mundo y está vinculado a varios conceptos: el sentido de pertenencia, que es el agrado que tiene una persona sentirse integra a un grupo, comenzando por la familia, el sentido de la identidad personal, que está constituida por el conjunto de características propias de una persona que le permite reconocerse como un individuo diferente a los demás, la identidad personal es cambiante y moldea la conducta de cada uno, va definiendo aspectos de su vida referidas a la vida social y a su afinidad con determinados grupos sociales; la educación que recibimos: formal y no formal, positiva y negativa; el medio que nos rodea. Es decir, las circunstancias. Según Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mis circunstancias". Es, mi personalidad sumada a lo que da la comunidad en la que estoy, los amigos que tengo. Cuando se tiene conciencia de querer tener un lugar en el mundo surgen infinitas posibilidades. Podemos hacerlas indicándonos a nosotros mismos, ya sea en las distintas ramas del arte o haciendo deportes o de muchas otras maneras. Y otro modo, de vital importancia social, es hacer desinteresadamente el bien a otros, es destacar el perfeccionamiento personal en otros campos. Al hacer esas acciones individualmente o integrado en organizaciones de servicio a la comunidad, como Cruz Roja, Bomberos, Coaniquem, Rotary, Colonias Escolares, Leones, le estaremos dando un sentido existencial a lo que hacemos. Toda acción beneficiosa para el prójimo, grande o pequeña es valiosa: "Una gota en el océano" para la Madre Teresa. ¡En hebreo, "Tulum Ola! Salvar el mundo.
Si nos decidimos y actuamos para tener lo que llamamos un lugar positivo en el mundo, estaremos dejando un valioso legado para nuestras familias, amigos, la comunidad en que vivimos.