Recuperemos Calama
Miguel Ballesteros , Delegado presidencial provincial de El Loa
Hemos puesto en marcha, desde la Delegación Presidencial Provincial de El Loa y la Secretaria Regional Ministerial de Seguridad Pública, una estrategia de control y persecución en materia de alcohol con el objetivo de entregar tranquilidad y más seguridad a las y los vecinos. Esta instancia, busca abordar los efectos del consumo problemático de alcohol desde varias aristas que consideran la prevención, control y rehabilitación.
En la línea de control queremos ser enfáticos en que continuaremos fiscalizando, y cuando corresponda clausurando, locales de venta y consumo de alcohol, sean establecidos o clandestinos. Esta es una de las pocas facultades que nos entrega la Ley 19.925 de Alcoholes a las delegaciones, puesto que, como se sabe, depende de los municipios la entrega, renovación y revocación de patentes a estos recintos. En ese sentido, también hemos solicitado formalmente información al consistorio para saber si Calama excede el número de patentes de alcohol permitidos según la norma.
Y antes de seguir -queremos dejar claro- que no estamos en contra de este tipo de recintos, pero deben funcionar de acuerdo a las normas y no como por largos años lo han hecho algunos sin regulación y amparados en una red de poder que ha buscado corromper a las instituciones, cuestión que no vamos a permitir. Y es que, Calama no resiste más locales de venta y consumo de alcohol, mucho menos en el centro de la ciudad, el punto donde se concentra la mayor cantidad de delitos e incivilidades.
Y queremos ser enfáticos en manifestar que este es un trabajo que nos ha demandando la comunidad, ya que están cansados de ver a personas ebrias orinando y vomitando en las calles, realizando acoso callejero a menores de edad, manteniendo riñas que, muchas veces terminan en lesiones graves o incluso homicidios.
Porque así, como proliferan los locales de venta de alcohol, aumenta el consumo problemático de éste, sumergiendo a familias en diversos problemas. Asimismo, las encuestas realizadas por SENDA, dan cuenta que cada vez el consumo de alcohol comienza a menor edad, es por esta razón que necesitamos impulsar, por una parte planes de prevención para que nuestros adolescentes no caigan en este vicio y, por otra parte, para el caso de las personas ya están sumidas en el alcoholismo, puedan tener opción a la rehabilitación.
Y es aquí, donde me quiero detener, puesto que en Calama proliferan los locales de alcohol, pero no así los centros de rehabilitación. Actualmente, no superamos las 50 plazas para tratamientos de recuperación. Es por ello, que urge la pronta construcción de un proyecto que, por años ha estado esperando para ver la luz, un centro donde aquellas personas que deseen rehabilitarse puedan hacerlo. Calama lo merece, porque junto con recuperar sus calles y la tranquilidad de las y los vecinos, también merece que recuperemos aquellas personas que buscan ayuda.