Colegios Don Bosco tienen una matrícula por sobre el 85% de vulnerabilidad social
EDUCACIÓN. Los establecimientos de Antofagasta y Calama presentan 2.350 estudiantes registrados.
Talleres de mecánica y electricidad, intervención de paneles solares, exploración de nuevas aplicaciones de inteligencia artificial, visitas a industrias y el descubrimiento de innovadores proyectos en energías renovables. Estas son solo algunas de las actividades que vivieron los estudiantes de los Colegios Técnico Industrial Don Bosco de Antofagasta y Calama durante la Misión Educacional a Barcelona.
Ocho jóvenes -cuatro de Antofagasta y cuatro de Calama, dos de este último mujeres- vivieron esta enriquecedora experiencia, que se gesta por segunda vez, organizada por la Asociación de Industriales de Antofagasta, AIA, junto a los Salesianos de Sarriá y con el fundamental apoyo de empresas regionales. Su objetivo: desarrollar la formación integral de los futuros técnicos, preparándolos para liderar en una industria global, exigente y constante evolución.
En esta oportunidad de aprendizaje y descubrimiento, los jóvenes no solo fortalecen sus competencias técnicas, sino que también intercambian experiencias académicas con sus pares europeos, ampliando su visión del mundo y del futuro de las industrias.
"Conocer otra cultura y ver cómo funciona la tecnología fuera de Chile es realmente enriquecedor. Quiero aplicar lo aprendido en mi formación y futuro laboral", precisó Leonel Rojas, alumno de tercero medio en Antofagasta.
Educación TP
Responder a la creciente demanda de técnicos calificados en la Región de Antofagasta ha sido, desde sus orígenes, el propósito fundamental de los Colegios Técnico Industrial Don Bosco. Nacidos en 2002 en Antofagasta y el 2016 en Calama, ambos establecimientos surgieron con la misión de formar capital humano de vanguardia, con una visión clara de los requerimientos de la industria local y profundamente arraigado en la realidad territorial.
Actualmente, con una matrícula conjunta de 2.350 estudiantes -el 85% con alta vulnerabilidad social- ambos establecimientos ofrecen una educación que combina sólidos conocimientos académicos, formación en valores y una intensa preparación práctica. Enfoque integral que no solo mejora sus oportunidades de inserción laboral, sino que también fortalece su desarrollo personal y compromiso con el entorno.
"La educación técnico-profesional ha sido, desde el primer día, un pilar estratégico para el desarrollo de Antofagasta. Gracias al compromiso sólido de nuestras empresas socias, hemos logrado con'struir un modelo formativo que abre oportunidades reales para nuestros jóvenes y fortalece el futuro de nuestra región", destacó Marko Razmilic, presidente de la AIA.
Una de las piedras angulares del modelo que permite concretar esta labor, es el Convenio Empresa-Colegio, firmado desde la postura de la primera piedra en ambos colegios por grandes, medianas y pequeñas organizaciones del sector industrial y minero, el cual ha permitido a los estudiantes realizar visitas técnicas, participar en charlas especializadas y acceder a prácticas laborales. Esto último siendo lo más relevante, dado que les permite vivir un primer acercamiento real a lo que será su futuro laboral, fortaleciendo sus competencias y aumentando sus posibilidades de inserción al mercado.
Marcia Rojas, encargada de asuntos comunitarios de Altonorte, destacó que "el convenio es clave para formar a los futuros profesionales que necesita nuestra industria. Estos jóvenes son el capital humano que impulsará el desarrollo regional".
Una minería más inclusiva
El Colegio Don Bosco de Calama marcó un hito al ser el primer establecimiento salesiano mixto en Chile. Actualmente, el 40,75% de su matrícula corresponde a mujeres, quienes encuentran en las carreras técnicas una oportunidad real de crecimiento profesional.
El caso de Jarlett Collao, egresada el 2024, ejemplifica este cambio. Ella tuvo la oportunidad de realizar su práctica profesional en Radiadores Gómez. "Durante mi práctica éramos solo tres mujeres en el taller, pero nunca nos sentimos intimidadas porque la formación del colegio nos preparó para enfrentar cualquier desafío laboral, de igual a igual".
Este avance refleja el compromiso del colegio con el fortalecimiento de las carreras STEM y con el desarrollo de una industria más diversa e inclusiva. Promover la participación femenina en estos ámbitos contribuye en la construcción de una sociedad con mayor equidad y justicia social.
Cambiando vidas
Más allá de la formación técnica, los Colegios Técnicos Industrial Don Bosco trabajan por el desarrollo integral de los jóvenes, potenciando valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el compromiso social. Para muchas familias, esta formación representa una oportunidad histórica: sus hijos suelen ser los primeros profesionales de sus hogares.
Marta Joglar, madre de Rayen Joglar, de la especialidad de explotación minera, generación 2024, manifestó su profundo agradecimiento "con el colegio, con los maestros y todos quienes han hecho posible que mi hija no solo se formara como técnica, sino que también la incentivarán a creer en su futuro".
El impulso de las empresas socias ha sido esencial para continuar avanzando en este sueño, prueba de ello se refleja en el colegio de Calama, el cual recientemente finalizó la ejecución de su etapa 6.1, cuya inversión de US$ 4 millones hizo posible la construcción de un segundo patio cubierto y ocho nuevas salas de clases, todo esto gracias al aporte de SCM El Abra, SQM Litio y SQM Yodo Nutrición Vegetal, lo que permitirá dar cobertura a un mayor número de matrícula para estudiantes.
"Es un orgullo haber sido parte de la construcción de este establecimiento, desde sus inicios. Sabemos que contar con una infraestructura adecuada y un entorno formativo sólido, es clave para que los jóvenes puedan desarrollarse plenamente", expresó Sergio Molina, gerente de Diálogo Comunitario de Minera El Abra.
Inspirados en el legado de San Juan Bosco, los Colegios Técnico Industrial Don Bosco de Antofagasta y Calama constituyen una fuente formativa, de futuro y transformación para cientos de jóvenes en el norte de Chile. Su labor educativa, respaldada por alianzas estratégicas y un fuerte compromiso social, ha permitido construir trayectorias de vida con propósito, abriendo puertas reales al mundo laboral y al desarrollo personal, sembrando progreso y construyendo un futuro más prometedor para las nuevas generaciones en el norte del país.