Refinería cierra el año con el más bajo rechazo catódico de su historia
CHUQUICAMATA. Gracias a la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento de Impurezas que opera desde fines de 2014.
No cabe duda que en materia económica el 2015 fue uno de los años más difíciles por la constante disminución del precio del cobre, situación que continuará en 2016. Esto impactó directamente a la industria minera en general y Chuquicamata no fue la excepción, sin embargo, la Gerencia Refinería pudo enfrentar esta complicada situación con la puesta en marcha de un importante proyecto de innovación.
Se trata de la Planta de Tratamiento de Impurezas (PTI), también llamada IX por sus siglas en inglés Ionic Exchange (Intercambio Iónico), puesta en operación continua en junio de 2015. Su función es purificar el electrolito que se utiliza en el proceso de producción de cátodos en la nave de electro-refinación de Refinería, lo que permite obtener, entre otros beneficios, cobre de alta pureza y bajo rechazo catódico físico.
Este último impacto es sin duda un importante e histórico logro para la Refinería durante 2015, ya que el rechazo alcanzó niveles inferiores al 3% en comparación con el 20% registrado durante 2013 y 2014.
"Para contar con una producción de cátodos grado "A", necesitábamos implementar esta planta para asegurar la pureza de las soluciones que nos permitiera obtener un producto conforme a los estándares requeridos. Nuestra Refinería siempre se ha destacado y los esfuerzos han sido es pos de tener siempre una calidad premium a nivel de mercado", comentó Marco Cifuentes, superintendente de Ingeniería de Procesos, quien lideró el proyecto.
Puesta en marcha
La PTI comenzó a gestarse hace 10 años aproximadamente, como un proyecto de innovación tecnológica, cuyo objetivo era extraer las impurezas que contiene el electrolito donde se producen los cátodos. A nivel mundial, las refinerías deben lidiar principalmente con tres elementos que perjudican la calidad de sus cátodos y las principales variables del proceso, estos son: el antimonio, el bismuto y el arsénico.
"La concreción de este proyecto es una solución para el tratamiento de la calcinas de DMH, puesto que es el único lugar donde se puede hacer, asegurando de esta forma la calidad grado A de sus cátodos. Además la PTI da la posibilidad a la Refinería abrirse al mercado y traer ánodos desde otras partes, incluso desde el extranjero para procesarlos", explicó Cifuentes.
La tecnología que se utiliza en la planta es de origen japonés y el trabajo de diseño, implementación y puesta en marcha, se realizó en conjunto con la empresa nipona MESCO.
La PTI se terminó de construir en septiembre de 2014, las pruebas pre operacionales comenzaron en octubre y las operacionales en diciembre, culminando en junio de 2015, mes en que comenzó su operación continua y etapa de mejoramiento, cerrando así cerca de 10 años de una exitosa gestión en materia de innovación.
La planta funciona en régimen 24/7, es completamente automatizada y operada por una persona, quien a través de consolas se encarga de controlar cada ciclo de la planta "de limpieza" de electrolito, regido por un programa semanal según las características de los ánodos a procesar.
"La tecnología de la PTI permite limpiar las soluciones y mantener los niveles de impurezas controlados. Esto contribuye que obtengamos cátodos grado A, con menores imperfecciones y ayuda a que mantengamos el prestigio, lo que es fundamental para nuestro negocio", explicó Martín Cueto, director de Puesta en Marcha de la Gerencia Refinería.
Sin duda, la Gerencia Refinería de Chuquicamata cierra el 2015 de forma exitosa con la puesta en marcha de la Planta de Tratamiento de Impurezas, la que no sólo aportó positivamente al negocio, sino también a la calidad de vida de sus integrantes, principales protagonistas de este histórico e importante logro.