Pese a que en Antofagasta, la tele-rehabilitación es una práctica médica que se realiza hace dos años, la urgente necesidad de proteger a pacientes, familias y funcionarios de la pandemia de coronavirus la ha vuelto una herramienta global.
En tan solo una semana (desde el miércoles 18 al miércoles 25 de marzo), se realizaron 550 atenciones no presenciales (un paciente puede tener más de una atención a la semana), evaluaciones, controles y tratamientos, de manera telefónica, por videollamada y, a manera de complemento, mediante correo electrónico.
También se han dispuesto programas de rutinas, dependiendo del tipo de discapacidad y patologías asociadas, que pueden seguir las familias y los usuarios de la Teletón desde sus hogares, para que no pierdan los avances alcanzados en el instituto.
Sobre esto, la directora del Instituto Teletón Antofagasta, Bárbara Colvin, explicó que el apoyo de la familia y la preocupación, es fundamental para la rehabilitación.
"Una vez se decretó fase 4 (de la pandemia de COVID-19), decidimos suspender la atención presencial, dejando solo como atenciones presenciales en nuestro instituto lo imprescindible, como son las urgencias, curaciones de úlceras por presión, entrega de medicamentos que no son de venta en las farmacias, la entrega o reparaciones de órtesis, ayudas técnicas o mobiliarios que sean necesarios para el desplazamiento de los pacientes", explicó la doctora.
"Por eso -continuó- es tan importante el trabajo con la familia. Porque son ellos quienes están resguardando, primero, que el niño no se enferme y segundo, todos los avances que ha tenido desde que inició su camino en Teletón.
La directora agregó que buscando este constante apoyo familiar, desde el día que el usuario llega a Teletón comienza un proceso de educación y entrenamientos de los padres o adultos responsables para que sepan apoyar en los tratamientos.
Colvin manifestó que, de atender a cerca de mil niños y jóvenes de forma presencial, hace apenas algunos días, se pasó a la atención de 2 o 3 personas por día. Todo lo demás se realiza de forma remota.
"Todas las atenciones de los pacientes que tenían planificados controles o tratamientos, con todo el equipo de rehabilitación, que pueden ser médicos, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, enfermeras, etc., las estamos haciendo a distancia mediante videollamadas", dijo.
No obstante, reconoció que pese a los esfuerzos que se realizan, ninguna de las condiciones actuales, reemplaza a algunos ejercicios y movilidades que podría realizar un especialista de forma presencial. De ahí su deseo que la situación actual no se extienda demasiado tiempo.