Iglesia Católica suspende la celebración religiosa de la Virgen de Urkupiña
PRECAUCIÓN. La intención principal es no exponer a los fieles a posibles contagios.
Tras analizar la situación actual que vive el país con la pandemia del coronavirus, el obispo de Calama, Óscar Blanco Martínez, junto al vicario de piedad popular, presbítero Patricio Cortés Menares y los representantes de la comunidad de la Virgen de Urkupiña en la comuna, determinaron en conjunto suspender la festividad dedicada a la santísima madre que se realiza en el mes de agosto y cuyo origen se encuentra en la localidad de Quillacollo, Bolivia.
A través de una carta que se dirige a todos los devotos de la Virgen que veneran esta advocación en Calama, se les refiere el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe decretado por la pandemia de coronavirus en Chile, lo que impide entre otras medidas el desarrollo de reuniones de más de 50 personas.
La decisión que se extiende por 90 días podría extenderse y ello hizo necesario convenir que la Fiesta dedicada a la Virgen no podrá realizarse del modo en que habitualmente se realiza.
Decisión
Junto a la comunicación, se hace referencia a documento dispuesto por el obispo, quien hace unas semanas y a propósito de las medidas emanadas de la autoridad sanitaria como asimismo las disposiciones de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina Sacramentos y protocolos para celebraciones en la Iglesia, dispuso las medidas eclesiásticas que debían adoptarse en la Diócesis San Juan Bautista.
Riesgos
Al respecto se menciona que "en atención a que el peligro es real y es una situación de la que debemos tomar conciencia, la Iglesia no ajena a las realidades que vive nuestro país y atendiendo al llamado del ministerio de salud y de los alcaldes de Calama, San Pedro de Atacama y Ollagüe, como un acto de responsabilidad y caridad pastoral, en conjunto con todas las parroquias, capillas y unidades pastorales (…) Por consiguiente, se suspenden todas las actividades pastorales programadas, como catequesis, fiestas patronales, y semana santa. reuniones, conferencias o encuentros similares".
Finalmente se menciona en el escrito dirigido a la comunidad de devotos de la Virgen de Urkupiña que las condiciones para desarrollar la fiesta de nuestra Madre como se celebra habitualmente son inciertas, no sólo por razones de salubridad, sino de coordinación y económicas es que se debe tomar la difícil decisión de cancelar.