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Salud insiste en su llamado a usar las residencias sanitarias

PREVENCIÓN. La región tiene cuatro a disposición de pacientes covid.
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"Una persona positiva con COVID-19 tiene que realizar su aislamiento en una habitación exclusiva. De lo contrario expone a todo el grupo familiar", insistió la seremi de Salud, Rossana Díaz Corro, fortaleciendo así lo que se ha convertido en el nuevo pilar de la estrategia para frenar el avance del coronavirus.

Las residencias sanitarias son espacios especialmente dispuestos por la autoridad sanitaria para recibir a pacientes positivos, dotados de las comodidades básicas, incluidas la alimentación.

En la región existen cuatro de estos recintos de aislamiento, uno en Antofagasta, uno en Mejillones y dos en Calama (uno de ellos exclusivo para pacientes de María Elena), pero se piensa sumar más.

Condiciones

Díaz destacó que si el paciente no tiene las condiciones adecuadas de cuarentena debe recurrir a una de estas residencias sanitarias, que por lo general son hoteles arrendados.

Agregó que tanto a nivel nacional como internacional, existe evidencia que uno de los focos importantes de contagio son los propios hogares de los enfermos y en ese sentido -dijo- existe una responsabilidad significativa de las personas positivas con quienes cohabitan junto a ellos.

"Como autoridad de Salud, como hija y también como mamá, quiero hacer un llamado a todas las personas positivas de COVID-19 a analizar a conciencia las condiciones al interior de sus casas y elegir en favor de la familia", precisó.

Respecto a las condiciones de aislamiento en los hogares, dijo que un requisito básico es que las habitaciones posean una ventilación adecuada con ventanas hacia la calle, antejardín o patio. "Si la ventilación es hacia un pasillo de tránsito o hacia el interior de la casa, no sirve", aseguró.

Paralelamente, subrayó lo ideal es que el paciente tenga un baño exclusivo, de lo contrario, la desinfección y la sanitización debe efectuarse cada vez que la persona infectada lo utiliza.

Las personas que no posean estas condiciones deben hacer su aislamiento en una residencia, explicó la seremi. Esto deben manifestarlo al momento de ser confirmados de su examen positivo, o bien llamando al 55-2-655011 o al email fiscacovid19afta@redsalud.gov.cl.

Qué son las residencias

De acuerdo a lo informado por el Gobierno, las residencias sanitarias tienen habitaciones individuales, baños privados, servicio de alimentación y cuidados básicos e internet, y están dirigidas a personas que no tengan necesidad de hospitalización. El ministerio de Salud indica que si una persona tiene coronavirus o es contacto estrecho de un enfermo; y no puede hacer la cuarentena obligatoria en su hogar, entonces debe recurrir a las residencias sanitarias.

( viene de la pagína anterior )

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¿Cómo ha sido estar sometido a tanta carga de trabajo?

-Bueno, habitualmente la UCI es una unidad con carga alta de trabajo. Evidentemente ahora se ha duplicado o más el trabajo, pero se han hecho algunos ajustes en la forma de implementar los turnos. Hay varias modificaciones que han hecho las enfermeras para optimizar el trabajo de las personas. Algunos se van a casa, hacen turnos de 24 horas. Entonces permanecen más tiempo en casa, por dos motivos, uno para evitar estar expuesto más tiempo al virus y, por otra parte, para descansar bien. Así se puede asumir de mejor forma este gran trabajo.

Nosotros, los médicos, en el caso mío, estamos conectados 24/7. Por teléfono, WhatsApp, en las noches. Los fines de semana vengo, porque son enfermos que hay que estar encima de ellos.

¿Qué costo personal ha tenido para usted?

-Bueno, es un trabajo de alto rendimiento. Uno está menos en la casa, en vez de estar hablando con su familia está colgado al teléfono y hablando con los colegas que están de turno. Hay una interrupción de la vida normal en la casa.

¿Cómo maneja el temor a contagiarse?

-Tenemos que olvidarnos del miedo, no nos queda de otra. Nosotros somos profesionales de esta área y tenemos que asumir los riesgos de cualquier enfermedad que venga, puede ser esta u otra. Estamos en riesgo permanente, tenemos que estar con un manejo de aislamiento de contacto con muchas enfermedades, como la tuberculosis, H1N1 y otras enfermedades respiratorias.

Entonces, habitualmente estamos tomando muchas precauciones y ahora especialmente. Usamos antiparras, mascarilla, incluso algunos tienen máscaras industriales, y sobre eso usamos un escudo facial. Además hay que ponerse un traje con el que te impermeabilizas al entrar a ver al paciente y te pones guantes. Es todo un protocolo.

¿Cómo maneja la presión de tomar decisiones que son la diferencia entre la vida y la muerte?

-Siempre hemos estado sometidos a presión. Creo que lo manejamos tratando de desconectarnos un poco del hospital. Somos varios colegas y nos alternamos muchas veces las responsabilidades. El fin de semana está a cargo uno, el próximo fin de semana otro para poder desconectarse un poco.

Los pacientes que se han recuperado, ¿qué les manifiestan?

-Bueno, mirado desde ese punto. Nosotros, no tenemos contacto con estos pacientes habitualmente porque ellos salen de alta desde otros servicios, de las camas básicas o servicios de medicina. Y rara vez vuelven. Menos ahora que el hospital está cerrado y las visitas no existen. Por ende, no vemos a los enfermos cuando se van, sino que sabemos a través de los colegas. Pero evidentemente las personas se van muy agradecidas cuando salen vivas de esta tremenda enfermedad.

¿Estamos preparados para recibir un posible aumento de casos en las próximas semanas?

-Nosotros estamos preparados para recibir una mayor cantidad de pacientes porque tenemos organizado un algoritmo de camas que se irán implementando si esto va aumentando. Y también se puede acudir a servicios externos, a sistemas privados, como Clínica La Portada, el Hospital Militar. Es decir, si nos saturamos, tendríamos cómo derivar a otros servicios u hospitales también, y si no, recibimos a los pacientes donde sea, puede ser hasta en camillas o en las ambulancias, como ha ocurrido en otros países, por ejemplo, Estados Unidos. Incluso, en algunos han estado los pacientes hospitalizados en ambulancias, mientras se consiguen camas.

Uno puede estar en un lugar donde tenga los recursos de oxigenación, aspiración, de cuidados generales, una camilla suficientemente apta para tener al paciente. Se puede hacerlo en cualquier parte, lo importante es tener al médico cerca, las enfermeras y auxiliares de enfermería. Así que como sea, no podemos dejar a ninguno sin tratar, esa es una cosa muy extrema.

¿Qué opina sobre el debate de la última cama?

-Es difícil que tengamos que decidir. Ahora, evidentemente que si un enfermo muy mayor entra por COVID-19, está con ventilación mecánica y no evoluciona en forma favorable y comienza a tener disfunciones orgánicas, como suele pasar, sobre todos en los adultos mayores que son diabéticos, obesos, hipertensos o tienen una serie de patologías agregadas de base; se conversa con la familia, se hace una reunión de varios colegas y se toma una decisión de si seguiremos o no. Limitación del esfuerzo terapéutico es el nombre que se le da a esto.

Si un enfermo no va bien y no tiene cómo salir, las posibilidades son nulas, en vez de estar ocupando una cama en forma eterna, porque la UCI no puede tener vivo a un enfermo mucho tiempo sin un destino definido, porque la idea de la UCI es que la persona que está tratada, tenga una posibilidad de incorporarse posteriormente a la vida ojalá lo más normalmente posible, ahí se produce lo que se llama encarnizamiento terapéutico, una palabra un poquito fea, pero es hacer de más. Hay un límite ético ahí, uno tampoco puede "hacer de más", porque puede tener ahí a un enfermo sufriendo sin tener las posibilidades de reincorporarse a la familia.

"Nosotros estamos preparados para recibir una mayor cantidad de pacientes porque tenemos organizado un algoritmo de camas que se irán implementando si esto va aumentando. Y también se puede acudir a servicios externos, a sistemas privados, como Clínica La Portada, el Hospital Militar".

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