"Los sueños se pueden cumplir sin alejarse"
IDENTIDAD. Wilfredo Cruz Muraña. gerente de la Cooperativa Vitivinicola de Toconao.
Wifredo Cruz Muraña, oriundo de Toconao, debe ser uno de los pocos ejemplos de quienes logran una profesión fuera de sus poblados y regresan a aportar a su zona, manteniendo las tradiciones que van quedando generación tras generación.
Es el mayor de tres hermanos y sus recuerdos de una infancia feliz lo remontan al Valle de Jere, rodeado de árboles frutales, acompañando a su papá Arturo (su abuelo) y también en la sala de la Escuela E-21, donde aprendió a forjar su personalidad tras la activa y obligada participación en actos escolares.
"Éramos tan pocos que en el año nos tocaba actuar, recitar o bailar una decena de veces por lo menos, y eso otorga carácter realmente porque desencadenó en mí el paso por la radio Toconao ¡con tan solo 11 años me escuchaba toda la comuna!".
¿Fue duro separarse de la familia para salir a estudiar y acostumbrarse a la vida en ciudades más grandes?
Siempre me dijeron que había grandes cosas preparadas para mí. A los 14 años llegué a vivir con mi abuela en la población Gustavo Le Paige, a primero medio en el glorioso Luis Cruz Martínez, imagínate en Toconao éramos 120 y llegué a un establecimiento de 1.300 adolescentes, fue brutal el cambio porque las primeras semanas todo era nuevo hasta viajar en micro y conocer a gente, fue en ese liceo donde despertaron en mí el gusto por las ciencias. Mi abuela Paula fue fundamental en esos años, ahora que no está conmigo la echo de menos
Para el año del terremoto quedé aceptado y becado en la U. de Chile, que cambio más grande desde la calle Colo Colo a Exequiel Fernández en Ñuñoa para vivir solo. Siempre me consideré muy inteligente, mas allí, me di cuenta que siempre hay alguien que te supera en algo y que solo el trabajo duro da frutos; desde allí he vivido en Santa Cruz (VI región) y Palencia (España)... Viajar es la mejor inversión para la vida, te abre la mente a diferentes perspectivas.
-No son muchos los que regresan a sus pueblos tras estudiar, ¿qué lo motivó a volver?
Definitivamente la oportunidad de aplicar todo lo que aprendí. Soy un convencido que se predica con el ejemplo y ese soy yo, que más motivante puede ser para los jóvenes ver que existen otras formas de cumplir los sueños sin alejarse de la tierra que uno ama.
-¿Le ve rentabilidad al proyecto vitivinícola de Toconao?
Sí, y yo soy el primer convencido porque si no se me acaba el trabajo (risas). Cuando me ofrecieron el puesto de gerente en la cooperativa de viñateros de altura, eso en diciembre de 2018, no dude en aceptar este desafío al frente de 15 socios que confían en mi gestión. Mi primer objetivo fue elevar la calidad del vino y se logró porque tenemos una cosecha 2019 sobresaliente con mezclas exquisitas, porque puse todo mi conocimiento adquirido al servicio de los viñateros de altura. Hemos hecho un trabajo tremendo para dar una orgánica a esta empresa desde el área técnica en campo hasta el marketing. En este último tiempo, ya estamos distribuyendo en Santiago y muy pronto relanzaremos Ayllu con 3 líneas de vino. El mundo enológico es muy pequeño en Chile por eso fácil de equivocarse, pero es también una ventaja porque cambia muy rápido y en el desierto de Atacama aún hay mucho para agregar a la historia de la vitivinicultura. ¿Por qué beber vino? Porque es un producto local y tan exclusivo que debiese ser motivo de orgullo para todo loíno.
-¿Cómo ves el futuro de Toconao y otros pueblos de Atacama La Grande?
Volvamos a la patha hoiri (madre tierra) cuidémosla y cultivemos porque esa es la esencia del lickan antay, nuestro abuelos nos dejaron grandes legados de cómo se hacen las cosas en comunidad y asociación para labrar la tierra, nuestros antepasados se atrevían a secar quebradas para darle un uso eficiente al agua, esa debe ser la base para desarrollarse sosteniblemente, pero debe ser de la mano de la tecnología, estamos en pleno siglo XXI las cosas pueden ser más simples y rápidas.
-¿Cuál es tu sueño para la zona?
Que se convierta en una potencia agroalimentaria y enoturística. Me dijeron que siempre deben haber medicamentos, armas y alimentos las dos primeras descartadas por acá, pero la tercera es una magnifica congruencia que se conecta con los que vivimos actualmente.
-¿Es posible que la industria minera conviva con los poblados y sus tradiciones?
Una pregunta que nos lleva un paradigma.
El arte de los acuerdos es repartir la torta haciendo creer que todos tienen el trozo más grande, leí por allí; la minería fue, es y será una realidad ya que lamentablemente a lo largo de la historia Chile ha sido un país rentista de recursos naturales y nuestras comunidades son tan pequeñas en habitantes que cualquier faena de las grandes mineras nos supera en número, es allí donde el Estado vela por el bien mayor de los ciudadanos. Habemos dos tipos de indígenas, según Conadi, urbanos y rurales los primero más románticos por la calidad de vida que tuvieron en el pasado, llegan los veranos y fin de semanas porque trabajan en mineras; los segundos vivimos de Toconao directa e indirectamente de la minera todo el año. Con esto quiero decir que atacameños y minería no se pueden ver separados, como los más radicales desean. Por esto solo nos queda ser lo suficientemente inteligentes para planificar y salvaguardar nuestro territorio exigiendo el espacio, respeto e injerencia que nos corresponde en el directorio de estas empresas. En ese sentido SQM necesariamente aplica políticas de buen vecino, porque si no los alemanes no le compran el litio, sin embargo, su programa Atacama Tierra Fértil ha sido un real apoyo al desarrollo a la agricultura en los últimos 10 años.