"Los Picados" de Cobreloa que apuestan por ganarse un puesto
SIN DEBUT. Varios jugadores que aún no han vestido la camiseta en el torneo se ilusionan con llegar a ser protagonistas.
Tres jugadores del actual plantel de Cobreloa ni siquiera han sido parte de una planilla. Llegaron más tarde que el resto y cuando se alistaban para pelear un puesto, la pandemia los dejó de brazos cruzados, sin siquiera tener claro si habría fútbol por este año.
Ignacio Ibáñez, Víctor Cisterna y Lucas Triviño llegaron una semana antes de que el equipo minero jugara ante Magallanes, en Calama. Todos vieron en Cobreloa la gran oportunidad de dar el salto en sus carreras y por ello, quedarse sin jugar los llevó a pensar en una mala jugada del destino.
"La mente te juega malas pasadas y reconozco que la cabeza se maquina un poco. Con todo lo que me costó destrabar mi situación en Chillán, poder ser prestado acá y que justo se paralice el campeonato, uno piensa que es pura mala suerte. Por suerte, ese miedo está quedando atrás" relata Ibáñez, quien además vivió una situación especial al vivir confinado en una zona de alto contagio como la capital de El Loa y tener a su familia en la misma situación en Chillán, otra zona de alto riesgo por el COVID-19.
"Fui para el cumpleaños de mi hijo, volví y justo se desató todo esto. Lo tomé con tranquilidad porque uno no puede desesperarse, tratando de cuidarse y sabiendo que tu familia tampoco se andaba exponiendo. Al final, todo salió bien", reconoce el delantero.
La "10"
Tras un año trabajando en Uber como conductor para llevar dinero a su casa -producto de una lesión que lo dejó sin club en 2019-, a Víctor Cisterna la oportunidad de llegar a "Los Zorros" sólo es motivación permanente.
"Pese a estar cuatro meses sin jugar y viviendo 24x7 en casa, estar acá nos ha hecho súper bien como familia porque esta es una ciudad relativamente tranquila, me he sentido cómodo y en la parte personal muy bien. En lo grupal igual, me recibieron demasiado bien y eso hace todo más fácil, todo fluye bien", dice el jugador que vestirá la camiseta número "10", algo que asume, no es un peso.
"Estuve un año sin jugar y cuando iba a volver se para el torneo por el Coronavirus. Tengo tantas ganas de volver a una cancha que jugar sin gente en las graderías no me va a importar. Voy a vestir una camiseta histórica y te motiva que tantos grandes jugadores la hayan vestido. ¿Presión? Presión siente la gente que tiene que llegar a fin de mes para poder llevar pan a la mesa, algo que yo viví estando lejos del fútbol. Jugar acá es una oportunidad, una alegría, lo que me gusta hacer. Pero no es una presión de ninguna manera", dijo el mediocampista.
7 delanteros tiene Cobreloa en el plantel y tanto Ibáñez como Triviño deberán luchar por desplazar a los titulares de MAF.