Informar, no juzgar
"Opinar es un derecho, pero no lo disfracemos de información. Visibilizar el estilo periodístico utilizado es parte de esta entrega veraz".
Opinar, cuestionar o debatir, ha sido parte importante de la creación de nuevos paradigmas, crecimiento de las ciencias -en especial la social dado su alto nivel interpretativo- abordando problemáticas del diario vivir que logren entregar un punto de vista sobre el cómo mejorar la calidad de vida de un grupo de vecinos, trabajo, comuna, provincia o país. El periodismo -dentro de esta construcción- juega un rol preponderante, porque informa e interpreta hechos que pueden determinar una visión social o una transformación de paradigmas, pero a través de códigos éticos.
A lo largo de la historia este rol periodístico no siempre ha estado a la altura, siendo descubiertos en falsas o erradas informaciones que han salido a la opinión pública por medio de la investigación y trabajo de reporteros, reporteras y periodistas.
En esos lamentables aconteceres, docentes de área, actores sociales, profesionales eximios de esta carrera, colegas incógnitos en fama, pero desbordantes en conocimientos, han desarrollado y puesto en valor el rol, el deber ser, la ética y moral sobre la unión de diversos conceptos comunicacionales hibridizados en esta bella labor de la pirámide invertida
La gente puede informar o comunicar libremente, pero cuando en ella se entrega un juicio valórico, un adjetivo que califique al otro no por su idea sino por su persona, perdemos el fin de cualquier acto de justicia humana.
Ninguna verdad es absoluta en una información o interpretación de hechos, requiriendo de conocimientos para lograr una adecuada comunicación eficaz. Para eso, el conocimiento y las formas de información son esenciales.
No se puede operar sin saber; no se puede enseñar sin una pedagogía y conocimiento de los currículos educativos; no se puede construir sin al menos entender aspectos básicos de la física. La libertad de expresión es y será un área respetada y aclamada por muchos y muchas de las periodistas, pero con esa misma fuerza apelaremos a la búsqueda del buen periodismo y del respeto a la información de los hechos.
En esta aldea global, que habla de un mundo intangible de información y realidad, han nacido "nuevos comunicadores", "reporteros sociales", gente con un valor primordial para conocer una realidad de quién la vive; pero es ahí donde ese derecho debe ser medido en el respeto, en las reglas de una verdadera y veraz acción informativa.
Cuando hacía clases solicitaba que analizaran aspectos físicos de mí. Soy un hombre de 1.80 metros de estatura y peso 105 kilos. Varias y varios estudiantes me dijeron que era alto y gordo. Muchos de esos análisis son los mismo que utilizamos en redes sociales, siendo un error o prejuicio, porque si me midiera con el gran basquetbolista Michael Jordan de 1.98, dejaría de ser alto.
Analizar ideas por medio de adjetivos, atacando a la persona y no su planteamiento, creyendo que nuestra verdad es absoluta, no sólo arriesga la posibilidad del diálogo sino logra una contundente polarización social, en donde por el sólo hecho de pensar diferente a mí, lo convierte en un enemigo.
Opinar es un derecho, pero no lo disfracemos de información. Visibilizar el estilo periodístico utilizado es parte de esta entrega veraz.
Javier Cuevas del Prado
Colegio de Periodistas Calama