"Creo en los procesos, no en la suerte"
COMPROMISO. Jefferson Contreras, director del Departamento Provincial de Educación provincial de El Loa.
Jefferson Contreras Figueroa (40), es el director del Departamento Provincial de Educación; de profesión asistente social, cuenta también con postgrados en gestión de recursos humanos y gestión educacional, conocimientos y trayectoria que le han valido asumir este liderazgo en El Loa, y del que dice "es muy importante para mí. Un trabajo hermoso y que junto al equipo de la provincial siempre estamos muy orgullosos de cumplir", comentó este calameño de ascendencia atacameña que también tiene otras facetas, una de ellas es su amor por el deporte.
Pocos saben que fuiste un deportista activo, que hiciste inferiores -cadetes en Cobreloa-, ¿Cómo fue esa experiencia de juventud?
-Efectivamente fui bastante futbolero, lo sigo siendo, y trato de jugar cada vez que puedo y el tiempo me lo permite. Gracias a Dios tuve la oportunidad de jugar en varias instancias, por ejemplo en campeonatos en la Liga Exótica, en la población O'Higgins, representé a la selección de Chuquicamata, participé en la Copa de Campeones. Efectué todo el proceso de cadetes en Cobreloa, todos años muy lindos, y conservando muy buenas amistades. Y sigo pendiente las alternativas y de poder jugar con mis amigos.
Y fue muy difícil la decisión de dejar el fútbol y tomar el camino universitario, ¿el fútbol era tu pasión?
-Al llegar a esa encrucijada me di cuenta que había disfrutado mucho el fútbol, lo bueno y también lo malo. Pero llegó esa etapa en que tuve que orientarme, mirar a futuro y ahí creo que fue muy importante mi familia, mis padres fueron el pilar fundamental para ello y me acompañaron siempre en esas decisiones y en incentivarme y colocarme en el camino del estudio y desarrollar otras capacidades.
Tú eres asistente social, y cuentas con experiencia en la educación municipalizada y en otras áreas formativas en las que compartes y trabajas con profesionales de las áreas sociales, ¿cómo analizas el aporte de otras profesiones a la labor educativa?
-Importante y clave, porque la educación moderna requiere del apoyo de otras profesiones. Antes por ejemplo habían problemas que afectaban a los estudiantes y que los profesores no podían detectar. Hoy los establecimientos cuentan con esa posibilidad, buscando dar una educación integral, completa y también abarcando aspectos sociales que están dentro de un proceso formativo. El trabajo de psicólogos, asistentes sociales, psicopedagogos y otros ha sido de un aporte tremendo para el trabajo en aula y fuera de ella. Estos profesionales han sido de un aporte importante, sin dudas.
Quienes te conocen saben que siempre has sentido orgullo de tus orígenes atacameños, no los escondes, y siempre estás destacándolo
-Si, es un orgullo ser descendiente de la etnia atacameña. Siento y creo que es un pueblo noble, trabajador y que es parte fundamental de nuestra historia. Y claro que me gusta decirlo porque mis raíces no las escondo. La cultura ancestral, su cosmovisión de la naturaleza, de la vida y su importancia en esta parte del país deben ser reconocidas siempre.
¿Esta pandemia te ha dejado alguna enseñanza, algo positivo?
-Ha sido un año difícil debido a la contingencia sanitaria que nos tocó vivir, y que nadie esperaba fuera tan dura en Calama. Y creo que una de las cosas buenas que nos dejó esta situación ha sido, desde mi rol en educación, es que las comunidades educativas supieron reinventarse, generaron un trabajo responsable, comprometido y ético, sobre todo los docentes.
También la fortaleza de cada familia que acompaña estos procesos educativos, pese al confinamiento y a las complejidades que planteó esta situación. Supieron adaptarse y no quedarse atrás. Muy positivo y algo muy enriquecedor para ellos y todos los docentes, profesionales y trabajadores de la Educación. Y también de trabajar en equipo y en la adversidad, creo que como sociedad aprendimos que podemos lograr cosas aún cuando todo está en contra. Ha sido de mucho aprendizaje también.
¿Pensaste que alguna vez en vez de apuntarle al arco, estarías trabajando por mejorar la educación en El Loa?
-Si, y creo que fue parte de mi madurez. Yo creo mucho en los procesos y no tanto en la suerte o en el destino. Guardo hermosos recuerdos de mi niñez y de mi etapa como adolescente, pero llega un momento de tomar decisiones en lo personal y ahí mi familia fue fundamental, en orientarme y entregarme elementos de juicio para decidir qué es lo que quería de mi vida. Luego vino la universidad y también ese encanto con el servicio público. Yo quise lograr cosas y hacerlo responsablemente, aún debiendo dejar el fútbol, y comencé a querer dejar algo con sentido social, poniendo a las personas ante todo y su bienestar. Ahí siento mucha satisfacción y fue un llamado también al servicio público, y poner todo de mí para el bienestar de la gente.
Hay muchos jóvenes que amando el fútbol deben tomar una decisión a futuro como tú. ¿Qué consejo les darías a ellos en una instancia tan crucial en sus vidas?
-Cuando salí de cuarto medio tuve la oportunidad de estudiar gracias a una beca universitaria. Entonces el fútbol también me dio esa posibilidad. Tuve esa disyuntiva, incluso me iba a ir a préstamo a Deportes Antofagasta. Elegí mirar un poco más allá, insisto siempre aconsejado y acompañado por mi familia, y creo que no me equivoqué. Pero si pudiese decirles algo es que lo mediten, lo piensen y puedan proyectarse antes de tomar una decisión tan relevante como lo es el futuro de cada joven. Ojalá tengan esa orientación que tuve yo en ese momento tan especial de la vida. No es una decisión fácil, entonces el asesorarse bien, pensarlo, y tener claro que en cada etapa de nuestras vidas hay que tomar decisiones complejas. Contar con ayuda es muy importante, pero también el tener claro que hay que prepararse mucho y eso es algo difícil de decidir, sobre todo para un joven o un adolescente. Ojalá tengan ese ayuda y esa reflexión.