"No guardo rencores ni odios; soy feliz con lo que tengo y seguiré adelante con alegría"
Sandra Guarda Sarmiento, la madre de Gonzalito Calderón, pequeño que sufrió hace seis años una negligencia médica en el antiguo hospital Carlos Cisternas de Calama, compartió una sincera conversación en la que habló de cómo han sido estos complejos años para ella y su familia, de que se siente tranquila de saber "que tengo a mis hijos a mi lado y que me tienen a su lado y que pueden contar conmigo, pese a cualquier dificultad", dijo, y que "ya habrá tiempo para el desahogo, porque ahora lo que importa es que la familia esté bien, que Gonzalo siga con sus tratamientos, y sobre todo la salud de mi madre".
Hace unas semanas se ratificó la sentencia que obliga al Servicio de Salud a responder definitivamente por lo que le ocurrió a Gonzalito, ¿qué sintió cuando supo esa noticia?
-De primero no lo creía, pensaba que no lograríamos hacer justicia, pero ese día y tras el aviso del abogado y cuando mis propios hijos supieron de ello pensé en que se ha hecho justicia, y que tanto agobio al fin llegaba a su término. Esto es un triunfo no por dinero, sino por el hecho de que hubo una sentencia que llega al fondo del asunto, y no a otras cosas que se dijeron en algún momento.
De Gonzalo se ha escrito bastante y su caso, pero poco se sabe del sostén que ha significado usted dentro de todo este complejo proceso ¿Quién es Sandra Guarda?
-Una mujer simple dedicada a sus hijos y a su familia. Nací en Chuquicamata, de la cual guardo los mejores recuerdos de mi niñez, junto a mis siete hermanos, disfrutamos de una época linda, la mejor creo yo en el campamento. Las navidades sobre todo eran muy especiales y las disfrutábamos mucho. Había mucho ambiente social en esa época, era una vida muy comunitaria, en la que se solía conocer a todos quienes éramos o no vecinos en el mineral. Era una vida muy simple y llena de afectos. Quienes tuvimos la suerte de vivir en Chuquicamata así lo sentimos y así lo recordaremos siempre.
A pesar de las dificultades y problemas que ha debido afrontar usted se caracteriza por haber estado siempre muy serena y enfocada en la salud de Gonzalo ¿Hay algo que le gustaría comenzar a hacer o quizá a retomar tras este largo proceso legal?
-No he tenido cabeza para pensar en ello, ya habrá tiempo para el desahogo, porque ahora lo que importa es que la familia esté bien, que Gonzalo siga con sus tratamientos, y sobre todo la salud de mi madre. Esas son mis prioridades hoy, no pienso en otra cosa que no sea disfrutar a mis seres queridos y agradecer a Dios por lo que tengo.
¿Guarda rencor o rabia por lo ocurrido a Gonzalito?
-No, para nada. Yo estoy tranquila de tener a mi niño conmigo, el poder cuidarlo, acompañarlo y verlo crecer son cosas más importantes para mí, sobre todo la salud de mi madre y mis otros hijos que también lo han pasado muy mal. Yo no guardo rencores ni odios; soy feliz con lo que tengo y seguiré adelante con lo que tengo. No soy quién para juzgar o para tachar con el dedo a alguien. Sobre lo que le pasó a mi Gonzalito, eso sólo Dios puede saber qué pasó y por qué. La vida nos pone esas pruebas en el camino. Pero más que odio y rabia yo sólo siento agradecimiento por quienes me acompañaron, por los profesionales que atienden al niño y quienes han estado ahí para acompañarme y estar presentes en los momentos más complejos.
Por lo pronto cuáles son sus deseos, sobre todo en un año tan complejo para todos
-El primero sería el de disfrutar con mi familia de una Navidad todos juntos. Somos una familia que se disfruta, que comparte, que busca los espacios para compartir. Nuestra casa es el punto de reunión de mis hermanos y hermanas. El estar con mis hijos y disfrutar de cada momento. Y también que todas las personas puedan salir adelante de esta pandemia, y que ha sido tan cruel con los adultos mayores, con aquellas personas que están en la pobreza y no tienen con quien compartir un momento de alegría, una conversación o compartir con un familiar. Pienso en ellos y reflexiono que a pesar de los altibajos que hemos tenido como familia, somos muy afortunados de tenernos.
¿Proyecta algún cambio de acá para adelante, cómo cree que será su vida ahora?
-Soy una mujer simple, que durante toda mi vida he conocido el lado bueno y malo. Pienso en que debo seguir acompañando a mis hijos y la rehabilitación de Gonzalito. No busco grandes cosas, más bien me siento afortunada de tener una familia y a mis hijos que se han portado increíble tras lo que le pasó a mi niño. Hacer planes de momento no lo tengo pensado. Espero estar con mi madre que sufre algunas complicaciones de salud. Ella también ha sido muy importante para mí en este proceso tan complejo. Ya habrá tiempo de pensar en algo, pero nada rimbombante.
¿Pero algo habrá, algún sueño por cumplir, alguna actividad que tenga ganas de hacer?
-Soy bastante casera, fanática del aseo, y en eso me entretengo. Disfruto escuchando las canciones de mi artista favorito -José José-, pero tengo ganas de ir a la playa con la familia, a que nos demos ese gusto de sentarnos mirando al mar, disfrutar de esa sensación. Esa sería una de las cosas que me gustaría hacer en un futuro próximo, hacerlo con mis hijos y que ellos también disfruten. Pero por lo pronto espero que este año cierre de la mejor forma para todos, porque también pienso mucho en los que sufren y necesitan de alguien para compartir. Hay que tener empatía con los más vulnerables.
"No soy quién para juzgar o para tachar con el dedo a alguien. Sobre lo que le pasó a mi Gonzalito, eso sólo Dios puede saber qué pasó y por qué". "Nací en Chuquicamata, de la cual guardo los mejores recuerdos de mi niñez, junto a mis siete hermanos, disfrutamos de una época linda, la mejor creo yo en el campamento ". "Hacer planes de momento no lo tengo pensado. Espero estar con mi madre que sufre algunas complicaciones de salud".