"Hay que elegir mejor a nuestras autoridades"
IDENTIDAD. El publicista y comunicador Eduardo Alarcón Reyes habla de los cambios en Calama en los últimos 50 años.
Como muchos de los loínos reconocidos por su trayectoria de décadas, a Eduardo Alarcón Reyes se le cruza Calama en la vida cuando era muy joven y casi por el azar.
"Vine a ver a un familiar y me quedé porque hice buenas migas con el gobernador de ese tiempo, Cesáreo Castillo Michea, que me ofreció un trabajo", dice el publicista de la Universidad Técnica de Santiago, nacido en Valparaíso hace 72 años y que llegó al "Tierra de Sol y Cobre" en 1968, con idas y vueltas a la capital hasta 1977, cuando se instaló definitivamente en la zona. Hoy, se define como calameño, está casado con Dolly Cortés González hace 45 años, tiene dos hijos y cuatro nietos.
¿Por qué volviste siempre a Calama?
Me terminó gustando la tranquilidad que había acá para vivir, las oportunidades que se te daban para poder desarrollarte. Es increíble como hay cosas que con el tiempo se van haciendo parte de tu vida y hasta las extrañas. Por ejemplo, la primera vez que vine a Calama me quería ir altiro porque se levantaban unos vientos con tierra que no te permitían andar en la calle. Hoy y cuando viajo a otros lados y hay mucho calor no hallo la hora de volver y que ojalá sentir esa brisa calameña tan característica.
Cuando se cruza la radio y específicamente, las coberturas deportivas en tu vida...
Siempre ha estado. Sólo cuando estuve al frente de áreas de comunicación de algunas autoridades dejé el micrófono y las noticias. Pero Calama marca una especialización. Antes trabajé en la agencia UPI y en diarios pero en el norte comienzo a hacer radio, me voy a Santiago a hacer el curso de relator deportivo, tuve muy buenos profesores y referentes como Juan Facuse, quien en 1978 asume la gerencia de Cobreloa y pude trabajar con él. Luego me lleva a Santiago a la "Chispa del Deporte" de radio Chilena en Santiago y eso marca mi carrera y me lleva a dedicarme de lleno al periodismo deportivo.
Fuiste testigo de las proezas del Cobreloa de los '80...
Es una etapa muy linda, que marca mucho a esta ciudad, a su identidad. Viví esa etapa en que se forjó el club pero también la de los años de gloria. Y la viví desde dentro del camarín, entrevistando a esos jugadores y entrenadores, yendo a otras zonas a relatar jornadas inolvidables. Es una época inolvidable para toda la gente de Calama que vivió en esos años.
Llegaste hace más de 50 años... Por lo mismo, haz visto cambios definitivos en la ciudad...
Muchísimo. Yo recuerdo que cuando vine por primera vez, esa Calama llegaba hasta donde ahora está la avenida Grecia. Habían pocos autos y algunos taxis en la zona de la estación, en la plaza y frente al paradero de la gobernación y nada más. Y si bien es cierto que era una ciudad muy pequeña y probablemente, muy pobre en condiciones, siempre recuerdo que era una ciudad muy limpia. En esos años vivía sólo gente que era oriunda de Calama. Y con lo poco que podían tener, cuidaban mucho ese entorno. Algo que con los años y con la llegada de la gente en décadas posteriores se fue ensuciando. Hoy ves basura en cualquier "peladero" de terreno que exista. Antes eso no pasaba.
Por qué piensas que pasa ese desdén del "nuevo calameño". ¿Es un tema generacional?
Yo siento que toda esa gente que fue llegando con el tiempo no se termina sintiendo calameña. Entonces, no les importa cuidar el entorno porque no están pensando en quedarse a vivir el resto de su vida acá. El mejor ejemplo es que ahora, con los planes de retiro de Codelco, mucha gente se está yendo a vivir a otras regiones. Los que quedan son esas familias tradicionales que nacieron acá, desarrollaron acá, tuvieron sus hijos y no se van a ir más. Y nos estamos llenando de gente que viene a esta zona porque la siente como una oportunidad laboral. Si les va bien, se quedan. Si les va mal, se van. Cuando tu fin es ese, nunca habrá esfuerzos para trabajar en el desarrollo de la ciudad.
¿Y cómo se mejora eso?
Siento que los calameños hemos sido víctimas del populismo por años. Y ese populismo pasa principalmente por las autoridades que llegan, esas que arman movimientos ciudadanos con marchas o generan discursos localistas mientras están en períodos de campañas y cuando asumen se dedican a pelear con los del otro lado y Calama sigue quedando postergada. También hay algo de culpa en los habitantes que votamos acá. Tenemos que elegir mejor a nuestras autoridades.
¿Y no hay abandono desde el centralismo más bien?
Es que es más de lo mismo. Ciertamente hay un claro abandono del centralismo al ver a las autoridades que definen para trabajar en esta zona, para tomar las decisiones. Pero eso pasa en todos lados y tú no ves que en otras ciudades el discurso sea el de quedarse con las manos cruzadas reclamando porque le roban los recursos y se van. La gente de otras zonas, a partir de autoridades comprometidas y con la camiseta localista bien puesta consiguen esos cambios. Cuántas veces se escucha eso de que Calama produce 10 y ni siquiera le dejan 3, de esa injusticia. Es un discurso al que apelan todos y que nadie se ha dado el real trabajo de cambiar.
¿Se nota eso en la falta de proyectos para mejorar la calidad de vida de la gente de la ciudad, para construir entornos de esparcimiento?
Totalmente. Cuántos sitios eriazos en zonas urbanas ves que hasta ahora no se han aprovechado, que nos e expropian. Allí podrías hacer parques, tener áreas verdes reales, no de esas plazoletas don tres árboles nuevos. La costanera del río está desaprovechada hace décadas y allí hay un potencial enorme...
Tus nietos se van a criar acá. Cómo ves al Calama del futuro...
Me preocupa que los jóvenes no quieran quedarse, que quieran irse. Por más que algunos crean que hay futuro en el turismo o el comercio, eso no basta. No se ven proyectos y la minería se está volviendo una actividad para gente que viene a trabajar y se va, no viven acá. Ojalá me equivoque pero el futuro se ve preocupante...