Capacitación para el futuro laboral
Nuevos rubros se desarrollan en la región, la que debe prepararse para entregar los profesionales y técnicos que se requieran. Existen rubros emergentes como en las plantas desaladoras, de energías renovables no convencionales, aeroespacial e incluso en paleontología, que necesitarán jóvenes preparados.
Durante el súper ciclo del cobre se comprobó que en la región no existía la mano de obra calificada que necesitaba con urgencia el sector. En su mayoría se buscaba a técnicos y operarios para faenas industrializadas que requerían una capacitación que no se estaba entregando en la zona.
La situación fue afrontada y hoy conocemos de varias experiencias que están orientadas a preparar a los jóvenes para las tareas necesarias en minería. Liceos y colegios técnicos se han coordinado con representantes de las empresas quienes hace algunos años están nutriendo de jóvenes preparados, quienes dan sus primeros pasos en la educación dual y luego de terminar sus estudios incurren en las labores de las grandes mineras y de las empresas colaboradoras.
Claramente que es bueno, pero esos esfuerzos debieron llegar con antelación. Cuando se vislumbraba el crecimiento de la minería y que se iban a necesitar no solo ingenieros civiles y de ejecución, también técnicos capaces de cubrir importantes funciones en los escalafones medios.
Esa mirada es la que debe existir en la actualidad respecto a las nuevas demandas que existen en rubros emergentes como en las plantas desaladoras, de energías renovables no convencionales, aeroespacial e incluso en paleontología.
El lanzamiento del programa satelital, que impulsa el Gobierno, se tuvo esa mirada, y se realizó en un establecimiento educacional de Antofagasta y uno de sus objetivos fue despertar en los jóvenes el apetito por la materia para que en el futuro puedan capacitarse y formar parte de los equipos de trabajo en estas plantas.
Y a ello es lo que deberían propender las otras áreas. Sumar a los estudiantes y confiar en que más de alguno se interesará en seguir carreras afines a esas necesidades que ya empiezan a tener un desarrollo importante en la zona.
Que sea gente de la región la que participe de manera directa del crecimiento industrial, aportando los conocimientos técnicos y los propios de la experiencia recogida en sus años de estada en nuestras provincias.
La tarea no es obligación única del empresariado, las autoridades educacionales también se deben involucrar en ese tipo de formación que se refleje en los índices de desempleo y en trabajo para las distintas comunas. Se está a tiempo para tomar ese rumbo.